May anuncia en el Parlamento que seguirá como diputada y garantiza su "pleno respaldo" a Boris Johnson
- En su última sesión de control como primera ministra, ha confirmado que mantendrá su escaño como diputada rasa
- Después, ha presentado su dimisión ante la reina Isabel II para dejar el cargo en manos de Boris Johnson
Aferrada al cumplimiento del deber hasta el último minuto, Theresa May ha afrontado este miércoles su última sesión de control como primera ministra en el Parlamento de Westminster, poco antes de presentar su dimisión a la reina Isabel II para dejar el cargo a Boris Johnson, al que no ha dudado en defender de los ataques de la oposición, al tiempo que garantizaba que gozará de su "pleno respaldo" como diputada rasa.
“Continuaré con mis deberes para con la cámara, desde los asientos de atrás, donde seguiré siendo diputada por Maidenhead“
"Cumpliendo con mi deber con esta cámara, esta tarde mantendré una audiencia con su majestad la reina, y luego continuaré con mis deberes para con la cámara, desde los asientos de atrás, donde seguiré siendo diputada por Maidenhead", ha anunciado la todavía primera ministra antes de someterse a las preguntas de los comunes.
Pese a que se esperaba una sesión de guante blanco, la oposición no ha desaprovechado la oportunidad de cargar contra ella y, sobre todo, contra su sucesor, que esta misma tarde también visitará a la reina para después trasladarse al 10 de Downing Street. Tanto el líder laborista, Jeremy Corbyn, como el liberal-demócrata Ian Blackford, han recordado que Johnson no tiene un mandato ganado en las urnas y han reclamado que convoque elecciones.
May, en este sentido, y pese a las invitaciones para que se desmarcara del controvertido Boris, se ha dicho "feliz" de ceder el cargo a un "líder del Partido Conservador y primer ministro con quien trabaje cuando estaba en el gabinete". Ni un reproche, pues, para Johnson, que dimitió como ministro de Exteriores para protestar contra su gestión del Brexit y que, tanto dentro como fuera del Gobierno, no dudó en criticar sus políticas ni en socavar su autoridad como primera ministra.
Petición a Corbyn para que dimita
Más aún, May ha asegurado que confía en que Johnson hará un buen trabajo porque está comprometido con el resultado del referéndum de 2016, en el que los británicos votaron a favor de salir de la Unión Europea.
Además de defender a Johnson, May ha sostenido un tenso intercambio con Corbyn a cuenta de los logros de su mandato. Aunque el líder laborista ha alabado su "sentido del deber público", también le ha echado en cara el aumento de la desigualdad y su gestión del Brexit. "Viajo por todo el país, hablo con la gente y es un desastre. Somos el quinto país más rico del mundo y hay gente durmiendo en la calle", ha espetado.
May, por el contrario, se ha mostrado "orgullosa" de las políticas llevadas a cabo durante sus tres años de gobierno, convencida de que "están mejorando la vida de la gente". Y le ha reprochado a su vez a Corbyn que en todo el proceso del Brexit haya optado por "políticas partidistas" y no por el interés general: "Yo voté a favor de un acuerdo [de salida], él no. Debería estar avergonzado", ha recalcado.
“Como líder de partido que ha aceptado cuando se ha agotado su tiempo, quizás es momento para que él haga lo mismo“
En su último turno, incluso, May ha invitado a Corbyn a presentar él también su dimisión: "Quizás debería terminar mi intercambio con él diciendo esto: como líder de partido que ha aceptado cuando se ha agotado su tiempo, quizás es momento para que él haga lo mismo", ha dejado caer, lo que suscitado los gritos de apoyo de sus compañeros conservadores. Los mismosque le han empujado a la puerta de salida, pero que, este miércoles, la han despedido de la Cámara de los Comunes con una cerrada ovación.
Dimisiones
Tras la sesión parlamentaria, May ha vuelto a Downing Street, donde ha pronunciado un breve discurso en el que ha calificado como el "mayor de los honores" haber servido durante tres años como jefa del Gobierno de Reino Unido y ha agradecido el apoyo recibido de sus colegas en el Gobierno y en el Parlamento, de los funcionarios públicos, del pueblo británico y de su marido, Philip.
Asimismo, May ha confiado en que su sucesor sea capaz de cerrar un Brexit que "beneficie a todo el Reino Unido", por lo que ha señalado: "Sus éxitos serán los éxitos del país, espero que sean muchos". Inmediatamente después, ha partido hacia el palacio de Buckingham para presentar formalmente su dimisión a la reina Isabel II y recomendarle que pida a Johnson que forme un nuevo Ejecutivo.
En ese nuevo gobierno ya no estará Phillipp Hammond, uno de los más fieles de May, que, tal como ya había anunciado, ha formalizado su dimisión como ministro de Finanzas justo antes de que Johnson asuma el cargo. Hammond, que no es partidiario de salir de la Unión Europea sin acuerdo, ha argumentado que Johnson "debe tener la libertad" de elegir a un ministro de Economía "totalmente alineado con su posición política".
La salida de Hammond es la última de un lento goteo entre diversos altos cargos -incluidos otros dos ministros, el de Justicia, David Gauke, y el de Cooperación Internacional, Rory Stewart- que han preferido salir del Gobierno ante la llegada de un primer ministro al que perciben como divisivo. Desde esta misma tarde, Johnson tendrá, entre otros retos, el de cerrar esa herida entre los conservadores.