Santiago Abascal, o cómo crecer en río revuelto
- La desafección por el bloqueo político, la crisis de otros partidos y Cataluña disparan las expectativas de Vox en las encuestas
- Especial: Elecciones generales 2019
BIOGRAFÍA
Lugar y fecha de nacimiento: Bilbao, 1976
Formación: Licenciado en Sociología
Años en política: En el PP entre 1994 y 2013: fue concejal de Llodio (1999-2007), miembro de las Juntas Generales de Álava (2003-2004) y del Parlamento Vasco (2004-2009). Preside Vox desde 2014.
España dejó de ser una excepción a la implantación de un partido de extrema derecha. Vox está en las instituciones: primero en un gobierno autonómico (Andalucía); luego en el Congreso, con 24 diputados, y más tarde como apoyo a gobiernos de PP y Ciudadanos tanto en ayuntamientos como en gobiernos autonómicos, con Madrid como estandarte. Y la repetición de las elecciones generales el 10N es una oportunidad para el partido de Santiago Abascal de clavar de nuevo su bandera en una cota más alta.
En unas elecciones en las que la movilización del electorado propio será fundamental, Vox se ha encontrado con una campaña protagonizada por dos de los temas que más soliviantan a sus votantes: la amenaza del separatismo en Cataluña y la exhumación de Franco. Por si fuera poco, el rechazo a los políticos no deja de crecer en mitad de un bloqueo que corre el riesgo de cronificarse (el 37,8% de los españoles cree que la política es uno de los principales problemas de España; en concreto, el segundo).
En este escenario, Vox tiene clara su oportunidad, de modo que se ha lanzado sin matices a captar el voto del hastío y la indignación con los políticos -aunque en ese eje competirán con el nuevo partido de Íñigo Errejón- y la rebeldía hacia lo "progre", uno de sus mantras de la pasada campaña. Sus mensajes agresivos y altisonantes cobran aún mayor eco ya que no son simples soflamas, sino que están influyendo en el día a día en la política y en los presupuestos allí donde son decisivos.
Santiago Abascal sigue protagonizando actos masivos y grandilocuentes, a los que ha sumado nuevos puntales en las figuras de Javier Ortega Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio -cuestionados los dos últimos por varias irregularidades inmobiliarias-. Sin ir más lejos, el fin de semana previo al inicio de la acortada campaña electoral, llenó la plaza de Colón con 20.000 manifestantes en favor de la unidad de España y contra el separatismo catalán y desplegaron una gigantesca bandera rojigualda del tamaño de una piscina olímpica. Y el domingo los simpatizantes de Vox abarrotaron en Murcia un pabellón con 4.000 personas dejando fuera a otras tantas, según la organización.
En ellos, Abascal -casado en segundas nupcias, padre de cuatro hijos y en absoluto un novato en la política tras dos décadas en el PP- da rienda suelta a unos argumentos a medida para la exaltación de sus seguidores: eliminar los parlamentos autonómicos y otros gastos "políticos, duplicados y superfluos”; detener a Quim Torra, suprimir los Mossos y otras medidas "sin paños calientes" en Cataluña; o criticar a Sánchez como “carroñero de la Moncloa" y "desenterrador de odios" al haber sacado a un "muerto de su tumba", en referencia a Franco. Y, siguiendo la retórica de Donald Trump y otros populismos europeos, la demonización de los medios a los que a su vez acusa de buscar respecto a sus siglas “la demonización más brutal que se ha visto en España”.
Abascal en tres frases
"Nos amenazan con el Código Penal, quieren ilegalizarnos y encerrarnos a todos, pero no nos vamos a callar".
"Hablaban de un trifachito (PP, Ciudadanos y Vox), pero eso nunca existió. Lo que existe es un tricentrito deseando ponerse de acuerdo”.
"Los muertos pueden llegar cuando el odio prende y la violencia callejera se extienda. Puede llegar a ocurrir una situación como la del País Vasco con el tiempo y hay que tomar medidas urgentes".
Expectativas electorales
Vox logró irrumpir con fuerza en el Congreso como quinta fuerza política, con un 10% de los votos y 24 diputados. Sin embargo, también fue el partido que más votos perdió al no poder convertirlos en escaños, pero el nuevo escenario que dibuja esta repetición electoral, con un Ciudadanos y un Unidas Podemos a la baja, podría auparle al tercer lugar en varias circunscripciones (quizá también a nivel nacional), un lugar donde sus papeletas se convertirían en escaños con más facilidad.
Aun así, la encuesta electoral del CIS le atribuye un descenso en votos y escaños, estimando para el partido de Abascal una caída al 7,9% de votos y una horquilla de 14-21 escaños.