Celebración socialista en Ferraz: del "con Rivera, no" el 28A al "con Casado, no" el 10N
Decenas de simpatizantes y militantes esperaban desde pasadas las 21:00 horas en la sede de Ferraz la salida del candidato del PSOE a las elecciones generales, Pedro Sánchez, para celebrar una victoria agridulce que le ha llevado a cosechar tres escaños menos -de 123 a 120- en estas elecciones generales repetidas. Cuando pasadas las 00:00 ha salido Sánchez, acompañado de su mujer y de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, los allí congregados apenas le han dejado hablar entre gritos de "con Casado, no" y "con Iglesias, sí".
"El PSOE ha ganado por tercera vez las elecciones este año (...) pero tampoco nuestro plan es seguir ganando elecciones, hay que hacer política en beneficio de la mayoría", ha promulgado el líder socialista desde la sede del partido en Ferraz (Madrid), desde donde ha hecho un llamamiento al resto de partidos que "tienen que actuar con generosidad y responsabilidad para desbloquear la situación política en España".
“Sánchez: "Bueno, bueno... pero si no me dejáis hablar"“
Sin embargo, sus frases se han entrecortado ante gritos y en algunos casos abucheos por parte de los allí congregados. "Bueno, bueno ... pero si no me dejáis hablar", ha intentado apaciguar Sánchez.
La escena se repetía, pero con distintos matices. Hace poco más de seis meses, el 28 de abril, Sánchez celebraba con los suyos desde Ferraz la victoria de las elecciones generales de ese domingo. Su resultado -tres escaños más- era similar, pero no el del resto de partidos. Entonces, el líder del PP había cosechado su peor resultado de la historia con 69 diputados tras un discurso en campaña duro y tosco contra el candidato socialista. Y Ciudadanos había quedado tercero con 57.
Pese a que su líder, Albert Rivera, insistía en mantener un cordón sanitario al PSOE, lo cierto es que ya había pactado con ellos un acuerdo de investidura en 2016. Por ello, y porque Pedro Sánchez se negaba a una coalición con Unidas Podemos como pedía entonces -y sigue pidiendo ahora-, algunos de los simpatizantes corearon durante la celebración de los resultados aquel "con Rivera, no".
Ahora la situación es otra. El PSOE solo suma una mayoría absoluta con el PP, que se eleva hasta los 88 escaños. Ciudadanos se ha hundido hasta los 10 diputados y Podemos ha bajado a 35. Una coalición con el PP o su abstención, no son las únicas formas con las que Sánchez podría ser investido. Sin embargo, ya ha rechazado durante toda la campaña -y con ese objetivo hubo repetición electoral- ser presidente con los apoyos de los partidos de izquierda y las formaciones independentistas. Además, no ha vuelto a tener contacto con Pablo Iglesias desde la investidura fallida del 25 de julio salvo una llamada en septiembre para constatar el bloqueo.
Para este 10N, durante toda la campaña electoral, Sánchez ha insistido en su idea de gobernar en solitario y ha pedido el voto para "romper el muro del bloqueo" y poder sumar una mayoría que no dependiera de fuerzas independentistas. Sin embargo, para que eso sea así, la única opción pasa por el PP.