Teresa Ribera, sobre la Cumbre del Clima: "Hay que hacer más y mucho más deprisa"
- La ministra de Transición Ecológica en funciones ha valorado la COP25 en Los Desayunos de TVE
- "Estos encuentros son fundamentales porque generan un entorno de presión que necesitamos", ha dicho
- Sigue toda la información de la Cumbre del Clima de Madrid en RTVE.es
La ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha asegurado en Los desayunos de TVE que la Cumbre del Clima "ha tenido unas cuantas victorias muy importantes", entre ellas, "la reivindicación de la ciencia", además de que "se ha socializado la convicción de que hay que hacer más y mucho más deprisa". "Lo dulce es que se ha celebrado y se han incorporado asuntos importantes", ha resumido.
Ribera ha valorado así, con "más sentimientos encontrados que decepción", el resultado de la COP25 que finalizó este domingo en Madrid, con casi dos días de prórroga, después de haber fracasado en sus dos planteamientos más importantes: la regulación de los mercados de carbono y un aumento significativo de la ambición de los países en cuanto a recortes de emisiones.
Sin embargo, aun reconociendo estos importantes reveses, Ribera ha recalcado que "se ha impuesto la acción multilateral, y el recordatorio de que hay que luchar contra el cambio climático más rápido y de acuerdo a la ciencia".
Los representantes de los países presentes en la COP25 no consiguieron llegar a un acuerdo sobre la regulación de los mercados de carbono, el asunto más espinoso de todos cuantos se abordaron, y ante la imposibilidad de consenso se limitaron a posponer la cuestión hasta la próxima Cumbre del Clima, la COP26, que se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow en 2020.
"En Glasgow tocará organizar todo el proceso de revisión al alza de todas esas contribuciones de manera oficial. Y eso genera presión para quien quiere hacerlo y para quien no", ha dicho Ribera al respecto. Sin embargo, ha matizado que no habrá que esperar a esta cita para que cada país "active ya sus palancas".
Acuerdo de mínimos
De Madrid solo salió un acuerdo de mínimos, bajo el nombre Chile-Madrid Tiempo para la Acción, en el que se hace un llamamiento a aumentar "la ambición" en la reducción de emisiones de cara al próximo año, aunque se trata de una demanda tímida, sin mucha concreción. Poco más de 80 países (menos de la mitad de los que participaron en la cumbre) se comprometieron a presentar planes de endurecimiento de sus recortes en cuanto a gases de efecto invernadero, y gigantes emisores como China, Estados Unidos, India o Rusia ni siquiera realizaron promesas o anunciaron que hasta 2023 no van a hacer nada al respecto.
A pesar de la débil o nula implicación de estos países, que suman entre el 50% y el 60% de las emisiones de gases, la ministra de Transición Ecológica en funciones ha considerado que "hemos logrado activar la ambición con palabras más contundentes de la que muchos querían".
Además, ha valorado la postura de la Unión Europea al respecto, que sí se ha mostrado ambiciosa a pesar de contar con el rechazo de Polonia: "Europa ha dado pasos muy significativos y eso genera un efecto emulación en otros países, ya que les anima a hacer más".
Brecha entre gobiernos y ciencia-sociedad
El resultado de la cumbre climática de Madrid evidencia la abismal brecha que existe entre los gobiernos por un lado -especialmente los de los principales países emisores de CO2-, y la comunidad científica y sociedad civil por el otro. La ONU, basándose en los trabajos de su panel científico especializado en cambio climático (IPCC), ha advertido de que se deben quintuplicar los esfuerzos globales para mantener el incremento de la temperatura por debajo de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales, el principal objetivo del Acuerdo de París.
Las contribuciones nacionales actuales (que se conocen por las siglas en inglés NDC) llevarían al menos a 3,2ºC de incremento, un cálculo que contrasta con la pasividad de los líderes políticos mundiales.
Sobre Greta Thunberg, la activista adolescente que ha acaparado buena parte de atención en la Cumbre del Clima, Teresa Ribera ha tenido palabras de apoyo: "soy una admiradora respetuosa de esta niña. Ha sabido conectar con mucha gente por lo sencillo y contundente de su mensaje, y eso merece respeto. Hay que cuidarla y protegerla para evitar que ese mensaje le acabe pasando una factura que no merece".
Objetivos cumplidos
Sin embargo, no todo ha sido negativo en esta Cumbre del Clima, y aunque ha fallado en sus dos principales objetivos, sí que ha materializado otros importantes, como reforzar el compromiso de la sociedad civil o resaltar el papel de la biodiversidad, los océanos y el suelo en la lucha contra la emergencia climática (los países los incluirán en sus NDC), esto último aunque, como la propia Ribera ha recordado, haya chocado con la oposición del Brasil de Bolsonaro, que ha estado "muy por debajo de lo que le corresponde como potencia regional y pulmón del planeta".
Además, hay que resaltar el acuerdo aprobado en materia de género, "un plan de acción para fortalecer el rol y empoderar a las mujeres y niñas en sus respectivas comunidades locales, y darles herramientas para enfrentar los efectos del cambio climático a las que son las más vulnerables".
La ministra en funciones también ha recordado la celeridad con la que se tuvo que organizar en España el evento de la ONU, después de que las revueltas sociales imposibilitaran su celebración en Chile, y ese cree que ha sido uno de sus puntos a favor más importantes. "Se ha organizado en unas pocas semanas, y eso es extraordinario, inédito, y ha reforzado el ánimo colectivo", ha manifestado.