¿Peligra la celebración del Mobile World Congress por el coronavirus?
- La renuncia de ocho grandes empresas, a solo dos semanas, siembra de incertidumbre esta edición
- En el aire está la pregunta de si esta escalada de deserciones continuará y podrá llevar a la cancelación
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El coronavirus de Wuhan ha hecho saltar las alarmas en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona como nunca antes había ocurrido. La renuncia de ocho grandes empresas, a solo dos semanas para que comience el evento, ha sembrado de incertidumbre esta edición de 2020, lo que ha llevado incluso a preguntarse si esta escalada de deserciones continuará hasta el punto de poner en peligro la celebración de la cita.
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La todopoderosa GSMA, entidad organizadora, no quiere ni hablar de ello. Ni siquiera de posponer la fecha, algo inviable a estas alturas. Es la feria de telefonía móvil más importante del mundo y las pérdidas serían astronómicas, en consonancia con un sector que factura cientos de miles de millones de euros al año.
No ha servido de mucho que el domingo la propia GSMA, para intentar atajar un posible efecto cascada tras la renuncia de Amazon, Nvidia, Ericsson y LG; endureciese las medidas previstas, prohibiendo la entrada a quien haya estado en la provincia china de Hubei (el epicentro del brote) durante los 14 días previos a la inauguración.
Este lunes, la multinacional japonesa Sony, gigante tecnológico donde los haya, ha anunciado que tampoco acudirá al Mobile porque dan "la máxima importancia a la seguridad y bienestar de clientes, socios, medios de comunicación y empleados". Acto seguido, NTT DoCoMo, el principal operador de telefonía japonés, cancelaba también su asistencia y Umidigi, compañía de teléfonos y relojes inteligentes, se convertía en la primera empresa china en hacerlo. Les seguía el fabricante alemán de telefonía Gigaset, quien también renunciaba a participar "como medida de precaución" ante el brote de coronavirus
Esfuerzos por parte de GSMA
La organización del MWC está haciendo todo lo que está en su mano para tranquilizar a los expositores. Ha redoblado las medidas preventivas y, por ejemplo, ha previsto que se incrementen los programas de desinfección y limpieza por todos los pabellones que ocupa la feria.
Al mismo tiempo, habrá un mayor apoyo sanitario y se llevarán a cabo campañas de sensibilización e información para evitar una posible propagación del virus. Además los asistentes deberán certificar que no han estado en contacto con nadie infectado y se realizarán controles de temperatura, lo que es un alivio a medias, porque se trata de situaciones difíciles de certificar y, además, se ha demostrado que hay infectados capaces de transmitir el virus incluso en estado asintomático. En definitiva, hay temor porque serán más de 100.000 personas bajo el mismo techo (aunque en una superficie de 120.000 metros cuadrados).
Los muertos por la epidemia del coronavirus no dejan de crecer con el paso de los días y este lunes 10 de febrero superaban ya los 900. Las autoridades chinas han informado de 97 fallecidos más desde el domingo, récord en un solo día, y casi 3.000 nuevos infectados, lo que eleva a más de 40.000 el número de contagios. No hay que olvidar que China es el país de origen de aproximadamente el 6% de los asistentes al Mobile World Congress, y sus empresas tienen un protagonismo clave en el evento.
Llamada a la normalidad desde las instituciones
En un intento por calmar los ánimos, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha asegurado que tanto las autoridades como los organizadores del Mobile World Congress han tomado "las medidas de seguridad necesarias" para garantizar que el evento se celebra con las precauciones necesarias.
González Laya ha recordado que entre las medidas de seguridad que se han adoptado está el no aceptar la presencia de ciudadanos "que hayan estado en el epicentro de coronavirus" y también medidas de carácter sanitario. Se trata de disposiciones, ha asegurado, que también se están tomando en el caso de otros eventos internacionales que suponen una "concentración de personas" que llegan de distintos lugares, entre ellos China.
En todo caso, ha recalcado que "no hay que hacer una amalgama" y tratar por igual a todas las personas que vienen de China, que es "un país de extensión continental", y ha precisado que por eso se ha puesto el foco en los ciudadanos que han estado "en el epicentro" de la enfermedad, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, también ha afirmado este lunes que "no se contempla ninguna otra posibilidad que la celebración del Mobile World Congress", tras conocerse la renuncia de Sony. Collboni ha explicado que el ayuntamiento está en permanente contacto con los organizadores del MWC, con el Ministerio de Sanidad y el Departamento de Salud de la Generalitat "para que el Congreso se lleve a cabo con normalidad".
El primer teniente de alcalde ha destacado que en el congreso participan 2.800 empresas y que las que han decidido no acudir, "aunque importantes", son pocas y espera que "regresen en la próxima edición".
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también pidió este sábado que no se fomente la "alarma social" ante el coronavirus y se mostró convencida de que el MWC "se puede desarrollar con perfecta normalidad".