La técnica testimonial o por qué desconfiar del relato impactante y oportuno

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Un testimonio impactante no tiene por qué ser verdad

Escucha en DosierVerificaRTVE la conversación entre Irene Vaquero y Myriam Redondo.

La técnica testimonial consiste en elegir cuidadosamente a alguien que cuente tu mensaje y lo haga creíble, indudable. Si puede ser, que sea presunto testigo de unos hechos. Un episodio clásico de esta técnica, con una figura inocente, se produjo en los prolegómenos de la guerra del Golfo (1990-1991), que se desencadenó cuando Sadam Hussein (Irak) invadió Kuwait.

Ahí apareció Nayirah, una adolescente que contó en el Senado de EE.UU. cómo soldados iraquíes habían sacado a bebés de incubadoras para dejarlos morir en un hospital de Kuwait. Su testimonio fue muy convincente y tanto el presidente George W. Bush como diferentes políticos lo utilizaron de manera repetida en los siguientes días para convencer de la necesidad de que EE. UU. interviniera militarmente en aquel conflicto. Se llegó a hablar de cientos de bebés.

Y así terminó sucediendo. Pero cuando se pudo investigar un poco más, se descubrió que Nayirah era la hija del embajador de Kuwait en Washington y que su testimonio había sido preparado en el marco de una campaña de relaciones públicas a favor de Kuwait organizada por una consultora, Hill&Knowlton. Finalizada la guerra, las investigaciones periodísticas y las indagaciones del propio Senado recabaron testimonios que dejaron claro que aquello no había sucedido.

A veces la técnica testimonial se utiliza con otro tipo de personas: figuras de gran autoridad que van a ser creídas por su trayectoria relevante. Ocurrió en el año 2003, antes de la Guerra de Irak, cuando de nuevo EE. UU. defendía la necesidad de intervenir contra Sadam Hussein, esgrimiendo que Irak albergaba armas de destrucción masiva. Colin Powell, secretario de Estado de EE.UU., enseñó en el Consejo de Seguridad de la ONU una presentación con imágenes señalando los lugares donde se fabricaban aquellas armas. También mostró un pequeño frasco que podía contener Antrax, diciendo que Irak tenía mucho más.

Su comparecencia (que puedes ver aquí) convenció a muchas personas. Sin embargo, pasado el tiempo y una vez comprobado que Irak no tenía armas de destrucción masiva, Powell reconoció que aquello había sido un fallo de inteligencia y una mancha en su expediente.

Otro ejemplo de técnica testimonial lo tenemos en la entrevista de intención exculpatoria que el canal RT (transmisor habitual de propaganda de El Kremlin) realizó a dos sospechos rusos de envenenar al espía Sergey Skripal. Reino Unido les acusaba del delito, que sucedió en la ciudad de Salesbury, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo que esas dos personas eran civiles no relacionadas con el suceso.

En RT, ambos mantuvieron esa versión, la de que eran civiles. Pero el experimento testimonial se volvió en contra. Una investigación realizada por los miembros de Bellingcat mostró que se trataba de personas con un nombre falso vinculadas a la inteligencia rusa: un coronel condecorado y un doctor. Esto supuso el descrédito de Rusia. Partieron de registros de pasaportes, matrículas y vuelos para comprobar que dichos pasaportes pertenecían a los servicios de inteligencia rusos y que los movimientos por Europa de estas dos personas no se correspondían con los de viajes por el mundo para ver monumentos.

Bellingcat utiliza con fines periodísticos la metodología OSINT (inteligencia con fuentes abiertas). Es una disciplina conocida desde la década de 1940 que aprovecha cualquier registro de acceso público, no clasificado, para obtener información de utilidad. Antes esos registros eran programas de radio, periódicos, conferencias de expertos... Con Internet, han pasado a ser también blogs, redes sociales, bases de datos… En este programa de El Buscador de R5 te explican muy bien el trabajo de un analista OSINT (como el protagonista de Los tres días del Condor).

La OSINT se está abriendo al gran público (todos podemos “espiar” en muchas fuentes de Internet) y un gran ejemplo de ello es la campaña StopChildAbuse - #TraceanObject (Para el abuso infantil - Identifica un objeto). Con ella, Europol distribuye imágenes de objetos o escenarios relacionados con casos de pederastia en las redes sociales (sin que los niños afectados aparezcan en ningún caso). El objetivo es que algún internauta los pueda identificar, aportando pistas de dónde sucedieron.

Recuerda: que un testimonio sea impactante no quiere decir que sea verdad, aunque parta de alguien que parezca honesto y bien informado. Y esto no aplica solo a asuntos de guerra y espionaje, sino también y sobre todo a temas de salud. Cuidado con médicos que te dan consejos desacertados sobre la COVID 19 o con audios de Whatsapp que te cuentan el caso “del hermano de la madre de Javier”.