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Análisis | Estados Unidos

Las primeras decisiones de los presidentes de EE.UU. ¿Qué dicen sobre su mandato?

  • Trump dejó claro con sus primeros decretos que pretendía desmontar el legado de Obama

Biden ha anunciado un paquete de ayudas por la pandemia y que volverá al acuerdo de París sobre el clima

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El presidente de EE.UU., Donald Trump, saca su pluma para firmar la orden ejecutiva para la construcción del muro con México, el 25 de enero de 2017. NICHOLAS KAMM / AFP
El presidente de EE.UU., Donald Trump, saca su pluma para firmar la orden ejecutiva para la construcción del muro con México, el 25 de enero de 2017.

Joe Biden tomará posesión como nuevo presidente de Estados Unidos este 20 de enero y después se apresurará a estampar su firma en algunas medidas de impacto, al menos sobre el papel. Algunas ya las ha anunciado, como el plan de ayudas económicas por la pandemia de 1,9 billones de dólares.

Ya es habitual, y se ha convertido casi en otra tradición política de Washington, que en los primeros días de mandato el nuevo inquilino de la Casa Blanca despliegue su capacidad legislativa para demostrar que cumple sus promesas electorales y enviar un mensaje sobre la orientación de la nueva administración en política social, económica o exterior. También para representar la continuidad con su predecesor o, como ocurrió claramente en el caso de Donald Trump respecto de Barack Obama, para simbolizar la ruptura.

Repasamos las primeras decisiones de los últimos cuatro presidentes de Estados Unidos antes de Biden, y qué fue de algunos de las medidas firmadas tras tomar posesión.

Bill Clinton: paréntesis en la política neoconservadora

La llegada del demócrata al poder en 1993 puso fin a 12 años de administraciones republicanas marcadamente conservadoras iniciados con Ronald Reagan.

Con sus primeros decretos, Clinton subrayó esa diferencia cultural con los republicanos: suprimió las medidas que restringían el aborto y la anticoncepción; levantó el veto a la investigación con células madre; permitió la importación de la píldora abortiva y eliminó la prohibición de dar ayuda a organismos internacionales que promovieran o practicaran abortos. "El aborto debería ser seguro y legal, aunque raro", dijo el presidente.

Clinton puso también a una mujer al frente de la Fiscalía General por primera vez en la historia: Janet Reno.

George W. Bush: conservadurismo y petróleo desde los primeros días

Cuando George W. Bush juró el cargo en enero de 2001, la mayoría de los estadunidenses no sabía qué opinar, porque era un político prácticamente desconocido a nivel nacional, aparte de por ser el hijo del presidente George Bush.

No obstante, el anuncio de que John Ashcroft, un senador ultraconservador contrario al aborto y defensor a ultranza de la pena de muerte, ocuparía la Fiscalía General puso en pie de guerra a los sectores progresistas y feministas. Era la señal de que Bush iba a restaurar la política social y cultural neoconservadora iniciada con Reagan y continuada por su padre tras el paréntesis de Clinton.

Bush, primer mandato

Su primer decreto ya no dejó lugar a dudas: enmendó a Clinton y reinstauró la prohibición de ayudas a organismos que promovieran o informaran sobre el aborto.

El nuevo presidente también creó en sus primeros días una oficina para promover que las ayudas a las personas más necesitadas se vehicularan a través de ONG y fundaciones religiosas; y puso en marcha una política nacional de desarrollo energético bajo la dirección de su vicepresidente, Dick Cheney. Tanto el presidente como Cheney tenían vínculos con el negocio y las empresas del petróleo, y la política petrolífera marcaría los dos mandatos de Bush y su política exterior, en especial con la invasión de Irak en 2003.

Obama: promesas incumplidas

Todo el mundo se preguntaba cuáles serían las primeras decisiones del primer presidente negro de Estados Unidos. Obama se había marcado dos objetivos: acabar con la "era Bush" en política internacional y de seguridad y sacar al país de la crisis financiera iniciada en 2008.

El mismo día de su toma de posesión, Obama pidió a los jueces militares de la cárcel de Guantánamo la suspensión durante 120 días de los procesos contra los 245 detenidos que albergaba en aquel momento. Días después, firmó un decretó que preveía el cierre de ese centro de detención ilegal antes de un año, así como de los centros de detención secretos de la CIA en el extranjero, y prohibía el uso de la tortura.

El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha firmado una orden para el cierre de la prisión de Guantánamo. También ha firmado otras dos órdenes que prohíben la tortura y los malos tratos durante los interrogatorios y el encarcelamiento de los presos.

En el ámbito económico, su primera orden, más propagandística que eficaz, fue congelar el sueldo del centenar de empleados de la Casa Blanca que ganaban más de 100.000 dólares al año y prohibirles trabajar para los lobbies y grupos de presión una vez que abandonaran el puesto. Quería enviar así un mensaje de austeridad y honestidad a un país golpeado por la crisis y harto de las connivencias entre la clase política y Wall Street.

Obama también nombró al ex senador George J. Mitchell como enviado especial a Oriente Próximo, con la misión de reflotar las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes.

Sin embargo, tras sus primeros 100 días el presidente no había abordado ninguno de los cambios económicos y sociales a favor de los trabajadores y los menos favorecidos que habían sido una de sus principales bazas electorales.

A día de hoy, la cárcel de Guantánamo continúa abierta, alberga a 40 detenidos y se siguen violando los derechos humanos, según denuncia Amnistía Internacional.

Trump: actividad frenética para desmontar el legado de Obama

Los primeros días de Trump fueron frenéticos en cuanto a actividad legislativa. El republicano quiso dejar claro que había llegado para deshacer pieza por pieza y a golpe de decreto todo el legado de Obama, y convirtió cada firma en un espectáculo.

Su primera orden ejecutiva iba destinada a desmontar el Obamacare, la reforma sanitaria que garantizaba seguros de salud a toda la población, el mayor logro de su antecesor en política nacional.

Trump da sus primeros pasos como presidente de EE.UU.

En tan solo siete días de incesante actividad legislativa, Trump firmó una orden para construir el muro con México, una de sus promesas electorales estrella; confirmó la nueva política anti-inmigración de Washington con la prohibición de la entrada de refugiados procedentes de varios países islámicos; reactivó la construcción de dos oleoductos que Obama había frenado para proteger el medio ambiente y retiró a Estados Unidos del Tratado Transpacífico.

Tras sus primeros 100 días, de las 55 promesas que contenía su "Contrato con el votante americano" Trump había cumplido cinco y había puesto en marcha una docena. Sin embargo, no pudo cumplir otras porque se lo impidieron el Congreso o la Justicia. Su mayor derrota fue cuando los republicanos no consiguieron la mayoría suficiente en el Congreso para sustituir el Obamacare por un nuevo plan sanitario.

Comienzos difíciles para Biden

El equipo de Biden ya ha anunciado cuáles serán sus primeras medidas, que en buena medida también irán destinadas a revertir las políticas de Trump. Esas medidas incluyen un decreto para devolver a Estados Unidos al Acuerdo de París sobre el clima y otro que acabará con el veto a la entrada de viajeros procedentes de varios países de mayoría musulmana.

También ordenará una extensión de la moratoria a los pagos de los préstamos estudiantiles en el país, prorrogará las restricciones a los desahucios y ejecuciones hipotecarias, y declarará el uso obligatorio de mascarillas contra la COVID-19 en propiedades federales y transportes que crucen líneas estatales.

Pero su prioridad será atajar la pandemia de coronavirus, que ha dejado ya más de 23,9 millones de contagios y casi 400.000 fallecidos. El demócrata ha anunciado un nuevo y ambicioso paquete de ayudas económicas, y ha prometido suministrar 100 millones de vacunas en sus primeros 100 días de gobierno.

Además, mantendrá las restricciones de viaje, incluyendo la llegada de pasajeros desde la Unión Europea, para controlar la pandemia.

Biden presenta un plan de estímulo de 1,9 billones de dólares para reflotar la economía y frenar el impacto de la pandemia