La nube, el gran almacén tangible de nuestros datos

• El equipo de reporteros de RNE ha visitado una de ellas en Madrid
• La nube, el contenedor donde se guardan millones de datos

Reportajes RNE - La nube, el gran almacen de nuestros datos

Cada vez que hacemos algo que requiera conexión a Internet, desde enviar un mensaje de WhatsApp, leer un correo electrónico, comprar online, o subir una foto a las redes sociales, la nube sirve de mediador y contenedor para que esos mensajes, fotos o compras puedan realizarse. Este término aparentemente etéreo es en realidad muy palpable, construido con miles de cables, protocolos y servidores en puntos de muchas ciudades repartidas por el planeta. El equipo de reporteros de RNE ha acudido a uno de estos sitios para que nos cuenten cómo funcionan y para qué sirven.

"La nube está hecha de muchos tornillos y mucho hierro, son un montón de servidores, de ordenadores, conectados unos con otros", explica Raquel Figueruelo, responsable de marketing de Interxion. Una descripción que también comparte el director general de Global Switch, Markel Gruber: "Antes teníamos la información debajo de nuestra mesa y ahora nos conectamos a la información, que está en la nube. Ese sitio está en centros de datos", ha explicado. Para Ignacio Velilla, director general de Equinix "la nube no deja de ser la suma de capacidad de computación o almacenamiento de muchos ordenadores juntos para dar servicio a muchas personas", ha argumentado.

La casa en la que pueden habitar algunos de tus correos

La nube de Internet, en Madrid, está en el distrito de San Blas-Canillejas, en los centros de datos que se concentran en edificios de varias plantas donde hay grandes servidores de diversas empresas que almacenan millones de datos. Al entrar, literalmente, dentro de la nube, atravesamos varios controles de seguridad para acceder a la infraestructura. Al recorrer sus salas, todas muy similares, nos topamos "con ordenadores encastrados en armarios metálicos que, como en esta sala, almacenan datos de correos", tal y como nos muestra Robert Assink, director general de Interxion.

Si alguien manda un burofax desde A Coruña o Murcia lo gestionan máquinas que están en espacios de alta seguridad física - y lógica para prevenir o abortar ciberataques - preparado para solucionar cualquier fallo eléctrico derivado de una falta de energía porque "todo está duplicado", según cuenta Markel Gruber, ya que "las acometidas eléctricas y los generadores diésel, del tamaño del motor de un barco, entrarían en funcionamiento en caso de que se fuera la luz", ha asegurado.