Diez años de la muerte de Bin Laden: claves de la operación que acabó con el líder de Al Qaeda
- El asalto, en el que participaron los Navy Seal de EE.UU., duró unos 40 minutos
- El cuerpo de Bin Laden se lanzó al mar para evitar “una actividad de culto a su figura”
El 2 de mayo de 2011 es una fecha que muchos estadounidenses no olvidarán. Hace una década, después de años de investigación en busca del paradero del líder de la organización terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, un grupo de los Navy Seal de Estados Unidos llevó a cabo la ‘Operación Gerónimo’ en un complejo de Abbotabad, en Pakistán.
Horas después de que acabara la operación, que duró alrededor de 40 minutos, el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, hizo el anuncio: “Estados Unidos ha matado a Osama bin Laden”, algo que, según el experto en terrorismo y catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide, Manuel Torres, “sirvió para cerrar alguna herida de las víctimas del 11-S”.
Una década después, conocemos más detalles sobre cómo se llevó a cabo la operación, cómo se llegó hasta el paradero de Bin Laden, quiénes intervinieron en el asalto a su vivienda y el papel que jugó Pakistán.
¿Cómo fue la operación?
Después de meses de investigación, Estados Unidos no tenía pruebas concluyentes de que Bin Laden se encontrara en un complejo de Abbottabad, en Pakistán, pero la noche del 2 de mayo de 2011 contaba con luna nueva y el presidente Barack Obama ya había dado formalmente el visto bueno a la operación para ese día.
“La operación se lleva a cabo sin tener la certeza de que quien estaba ahí era Bin Laden. Tenían una sospecha muy elevada de que podría ser él y decidieron asumir el riesgo de llevar a cabo esa operación, pero sin tener una confirmación de la identidad de esa persona misteriosa que residía en esa casa”, ha explicado en declaraciones a RTVE.es Manuel Torres.
Cuatro helicópteros de un equipo de fuerzas especiales estadounidenses abandonaron en plena noche Jalalabad, en Afganistán, a las 00.30 hora local, en dirección al escondite de Bin Laden. A pesar de que la operación estaba planificada de forma detallada, el equipo se vio obligado a abandonar uno de sus helicópteros, después de que resultara dañado tras un aterrizaje forzoso en el recinto.
Según el plan original, uno de los helicópteros debía sobrevolar el edificio principal del recinto, mientras los miembros de los Navy Seal de Estados Unidos bajaban con cuerdas hasta el techo. Sin embargo, ese problema hizo que el piloto tuviera que realizar un aterrizaje forzoso, perdiendo el elemento de sorpresa de la operación, por lo que los soldados tuvieron que empezar a abrirse camino hacia el complejo.
Cuando los miembros del equipo estadounidense estaban atravesando el recinto, el mensajero de Osama bin Laden y miembro de Al Qaeda, Abu Ahmed al Kuwaiti, abrió fuego desde detrás de una de las puertas de la casa de huéspedes y los Seals acabaron con su vida, así como con la de otros dos hombres y una mujer.
Nada más entrar al edificio principal, los estadounidenses se encontraron con el hermano de Al Kuwaiti, a quien abatieron al creer que estaba a punto de dispararles. En las escaleras se toparon con uno de los hijos del líder de Al Qaeda, Khalid bin Laden. También le dispararon y mataron.
Una vez en el piso superior de la vivienda, tres miembros del equipo estadounidense se encontraron con su principal objetivo: Bin Laden, quien se encontraba en una habitación con un fusil de asalto y una pistola. Recibió un disparo en el ojo izquierdo y otro en el pecho, y murió alrededor de 20 minutos después de que comenzara el asalto.
“Si Bin Laden no hubiese puesto ningún tipo de resistencia y hubiese mostrado su intención de entregarse, creo que lo hubiesen tomado vivo. No obstante, existía la directriz de que la muerte de Bin Laden era un escenario deseado de esa operación”, ha afirmado Torres. “No era el único objetivo, pero realmente se concebía que acabar con la vida de Bin Laden era un desenlace exitoso de la operación”, ha aseverado.
En la vivienda había otras tres mujeres y nueve niños que fueron sacados del edificio por el Ejército paquistaní, que llegó una vez finalizado el asalto, mientras el equipo de los Seal se incautó de 100 memorias USB, DVDs, 10 discos duros, cinco ordenadores y montones de documentos.
¿Quiénes intervinieron en la operación?
En el asalto del 2 de mayo de 2011 que acabó con la vida de Bin Laden, participaron 23 miembros del ‘Team 6’ de los Navy Seal, los comandos mejor preparados de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, así como un intérprete y un perro rastreador llamado Cairo. A tres de los Seal Navy se les asignó específicamente la tarea de buscar al líder de Al Qaeda.
Al otro lado del mundo, el presidente Barack Obama se reunió con sus asesores más cercanos en una sala de la Casa Blanca para seguir el asalto. Desde la sede de la CIA, el director de la agencia de espionaje, Leon Panetta, dio al presidente y su equipo los detalles del asalto a medida que se desarrollaba.
El ‘Team 6’ se creó en 1980 y se encarga de las operaciones antiterroristas y la guerra no convencional. Tanto las actuaciones de este equipo como las de los Navy Seals no suelen salir a la luz y la identidad de sus miembros se guarda en secreto.
Sin embargo, dos miembros de los Seal rompieron su silencio: dieron a conocer su participación en el asalto de Pakistán e incluso escribieron libros sobre la operación. Uno de ellos, Matt Bisonnette, quien publicó en 2012 de forma anónima el libro ‘No Easy Day’ (‘Un día difícil’, en inglés), reconoció haber “roto sus obligaciones” al no entregar el texto de su obra al Departamento de Defensa antes de su publicación y acordó dar al Gobierno estadounidense 6,6 millones de dólares obtenidos por su libro.
Por su parte, el soldado Robert O’Neill publicó el libro ‘The Operator’ (‘El Operador’, en inglés) en el que relata el momento en el que “apretó el gatillo y disparó” a Bin Laden. El jefe de la Naval Special Warfare Command criticó esta acción de O’Neill, sosteniendo que violaba los códigos del grupo de comando y que caía en la “autoproclamación”.
¿Cómo averiguaron su paradero?
Desde los atentados del 11 de septiembre, el líder de Al Qaeda estuvo inicialmente en territorios entre Afganistán y Pakistán, y después, “se recolocó dentro de Pakistán”, según explica el catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Pablo de Olavide. “En su última etapa estuvo en esa casa en Abbottabad que las tropas americanas asaltan el día que ponen fin a la vida de Bin Laden”, detalla.
La planificación del asalto comenzó después de que a finales de agosto de 2010 los estadounidenses interceptaran una llamada telefónica a un mensajero de confianza de Bin Laden en Pakistán. Ese hombre era Abu Ahmed al Kuwaiti, alguien al que Estados Unidos llevaba años buscando, y gracias a él descubrieron un gran complejo con un enorme despliegue de seguridad en Abbottabad. Las inusuales medidas de seguridad de la vivienda, junto con la información recibida por la Inteligencia estadounidense, llevó a sospechar que se trataba del escondite de Bin Laden.
“Uniendo algunas piezas de información, procedentes de interrogatorios a presos de Al Qaeda, terminaron identificando a una persona que ejercía de correo entre el refugio de Bin Laden y diferentes miembros de Al Qaeda situados en Pakistán y otros lugares, y que iba con cierta frecuencia a Abbottabad”, detalla Manuel Torres. “Terminaron identificando que era una persona de interés que ejercía un rol dentro de Al Qaeda más importante del que pensaban y, poniendo el foco en esa persona, terminaron encontrando ese lugar misterioso”, asevera.
La Inteligencia estadounidense comenzó un periodo intensivo de vigilancia. Instalaron una casa de seguridad y observaban el complejo desde el cielo mediante un dron para establecer el “patrón de vida” en el edificio. A pesar estos esfuerzos, no pudieron asegurarse por completo de que se tratara del escondite de Bin Laden, pero el presidente Barack Obama autorizó el 29 de abril de 2011 el asalto al complejo. Los Navy Seal comenzaron un entrenamiento intenso para la operación, que se llevaría a cabo tres días después, que incluyó prácticas en una réplica de tamaño natural del recinto.
¿Por qué decidieron lanzar su cuerpo al mar?
El equipo de los Navy Seal que acabó con la vida de Bin Laden tomó una fotografía de su rostro para enviársela a los funcionarios estadounidenses como prueba de la muerte del líder de Al Qaeda. Después trasladaron su cuerpo al portaaviones USS Carl Vinson para proceder a su entierro.
Un portavoz de la Casa Blanca señaló que el cadáver de Bin Laden se preparó para un entierro conforme a los “preceptos y la práctica islámicos”. Su cuerpo se metió en una bolsa con peso y se dejó sumergir en el agua desde la cubierta del portaaviones.
“Estados Unidos no tenía ningún interés en que el cuerpo de Bin Laden pudiera ser una causa de actividad de culto a su figura y terminase siendo enterrado en un lugar que se convirtiese en un lugar de peregrinación de sus partidarios”, afirma Manuel Torres. “Se deshicieron del cuerpo de la manera más rápida y discreta posible para evitar esa onda expansiva de la propaganda terrorista”, añade.
¿Qué papel jugó Pakistán?
Estados Unidos ocultó a Pakistán la información sobre el asalto en Abbottabad y el Ejército paquistaní llegó tan solo minutos después de que finalizara la operación. “No confiaban y pensaban que si trasladaban ese dato a Pakistán pudiera terminar filtrándose y acabar en conocimiento de Bin Laden o miembros de Al Qaeda, y al final terminase huyendo”, indica el catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide. “Mantuvieron en secreto esa operación y no hicieron partícipes a las autoridades del país en el que estaba Bin Laden”, recalca.
Pakistán ha negado tener conocimiento del paradero del líder de Al Qaeda, aunque esta es una cuestión que, 10 años después de su muerte, sigue siendo controvertida. “No hay ninguna información concluyente para determinar si Pakistán ignoraba por completo la ubicación de Bin Laden o si cabe la posibilidad de que un sector del aparato de Inteligencia paquistaní fuese consciente de que tenía ese huésped”, subraya Torres. “Tampoco sería descartable que parte del entramado de seguridad de Inteligencia del país fuese consciente de ese dato y no solo no lo compartiese con Estados Unidos, sino que tampoco lo trasladó al resto de autoridades del país”, asevera.
Quien aparentemente sí colaboró con Estados Unidos en la operación fue el doctor Shakil Afridi, el principal médico del distrito tribal de Khyber, quien supervisó varios programas de vacunación financiados por Estados Unidos, incluso en la ciudad de Abbottabad, donde se encontraba Bin Laden. Se cree que uno de los miembros del equipo de Afridi visitó el edificio en el que se encontraba el líder de Al Qaeda y recogió muestras de sangre de uno de los niños que vivía ahí, para después enviárselo a la Inteligencia estadounidense y que determinara si había en la vivienda parientes de Bin Laden o no.
En Estados Unidos, el doctor Afridi es considerado un héroe, mientras que en Pakistán muchos le ven como un traidor que trajo humillación al país. Aunque inicialmente fue acusado de traición, el doctor finalmente fue encarcelado en mayo de 2012 por supuestamente financiar a Lashkar e Islam, un grupo militante prohibido.