Decenas de muertos en un nuevo ataque contra un bastión rebelde en Yemen
- El bombardeo ha sido atribuido a la coalición militar liderada por Arabia Saudí, que niega ser responsable
- El ataque ha destruido un centro de detención en la ciudad de Saada con migrantes en su interior
Un nuevo bombardeo atribuido a la coalición militar liderada por Arabia Saudí ha dejado decenas de muertos en la ciudad yemení de Saada, en el norte del país y bastión de los rebeldes hutíes, que esta semana están siendo blanco de una feroz campaña aérea en distintas regiones.
Por su parte, la coalición saudí ha negado su implicación en el bombardeo. "Estas afirmaciones de la milicia (hutí) son infundadas", ha dicho el portavoz de la alianza, Turki al Malki, en un comunicado reproducido por la agencia oficial saudí SPA.
Al menos 63 personas han fallecido y unas 140 están heridas en ese ataque lanzado en la noche del jueves, según el último recuento de víctimas ofrecido por una fuente de la Dirección de Salud de la provincia de Saada, mientras el Ministerio de Salud del Gobierno de los hutíes ha elevado la cifra de muertos a 82 y de heridos a 266.
Según la fuente de la Dirección, que ha hablado en condición de anonimato, los cuerpos de las víctimas se encuentran en las morgues de tres hospitales de la ciudad de Saada, capital de la provincia homónima, donde escasean los suministros y los equipos médicos.
Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha dicho en su cuenta oficial de Twitter que el hospital Republicano de Saada no puede atender a más pacientes porque está "sobrepasado" y carece de suministros suficientes.
"Lo que he escuchado de mis colegas en Saada es que hay muchos cuerpos aún en el lugar del bombardeo y muchos desaparecidos. Es imposible saber cuántas personas han sido asesinadas", ha señalado Ahmed Mahat, jefe de la misión de MSF en el Yemen.
Mientras, Save the Children ha denunciado en un comunicado la muerte de al menos 60 adultos en Saada y de tres niños en la ciudad de Al Hodeida, en el suroeste del Yemen, que también fue blanco de los ataques aéreos.
Un conflicto que se recrudeció en 2015
Residentes de la urbe han señalado que aviones de la coalición árabe efectuaron tres bombardeos consecutivos el jueves por la noche contra un edificio de dos plantas que servía como centro de detención de acusados a la espera de juicio y cuyo tejado colapsó.
Muchas de las víctimas son inmigrantes africanos que llegan al Yemen y tratan de acceder ilegalmente a Arabia Saudí, país fronterizo con Saada, uno de los principales bastiones de los rebeldes chiíes y cuya infraestructura se ha visto gravemente dañada en los pasados cerca de siete años de conflicto.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha afirmado en su cuenta oficial de Twitter que más de cien detenidos murieron o resultaron heridos en el ataque y ha recordado que estas personas, "al igual que los civiles, están protegidos bajo la ley humanitaria internacional".
La guerra entre el Gobierno yemení reconocido internacionalmente y los rebeldes hutíes, que conquistaron amplias zonas del país en 2014, se recrudeció en 2015 con la intervención de la coalición, acusada en numerosas ocasiones de bombardear objetivos civiles y de provocar víctimas inocentes, incluidos niños y mujeres.
El bombardeo más mortífero desde 2017 contra la capital, Saná
Por su parte, la oficina política del movimiento chií ha denunciado este viernes "la masacre horrible contra presos en la provincia de Saada" y ha calificado lo sucedido de "crimen de guerra y lesa humanidad", según un comunicado difundido por Al Masira.
El grupo ha advertido de que "la sangre yemení es cara" y ha responsabilizado de los muertos a los integrantes de la coalición árabe, incluido Estados Unidos, aunque este país retiró su apoyo a la alianza militar y a sus operaciones ofensivas en el Yemen en febrero de 2021.
Por su parte, la coalición militar liderada por Arabia Saudí que interviene en el Yemen desde 2015 ha negado su implicación en el bombardeo que dejó el viernes más de 60 muertos en un centro de detención en la ciudad yemení de Saada, en el norte del país y bastión de los rebeldes hutíes.
"Estas afirmaciones de la milicia (hutí) son infundadas", dijo el portavoz de la alianza, Turki al Malki, en un comunicado reproducido por la agencia oficial saudí SPA, en relación al bombardeo contra el centro penitenciario en Saada.
Según la nota, la alianza realizó una "revisión posterior a la acción integral (del bombardeo), de acuerdo con el mecanismo interno del Comando de Fuerzas Conjuntas de la Coalición, y se ha demostrado que estas afirmaciones no tienen fundamento".
Esta semana la alianza efectuó el bombardeo más mortífero desde 2017 contra la capital, también controlada por los rebeldes, que dejó 14 muertos y 11 heridos, según el Ministerio de Salud del Gobierno insurgente en Saná.
La coalición dio comienzo con esa acción a una intensa campaña de bombardeos en respuesta a un ataque de los rebeldes contra el Aeropuerto Internacional y una zona industrial de Abu Dabi, que dejó tres muertos y seis heridos, según las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (EAU), país que también interviene militarmente en el Yemen contra los hutíes.
Desde el lunes, los aviones saudíes han atacado distintas zonas y objetivos, el último de ellos la torre de telecomunicaciones situada en Al Hodeida, lo cual ha provocado la interrupción total de la conexión a Internet en todo el Yemen desde anoche y ha dificultado conocer los estragos que han dejado los últimos bombardeos.
Después de guardar silencio todo el día, el portavoz militar de los hutíes, Yahia Sarea, ha advertido a través de Twitter a las empresas internacionales que abandonen EAU porque este "pequeño país ya no es seguro".
EE.UU. exige una "desescalada"
Horas después de conocerse el ataque, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha exigido este viernes una "desescalada" del conflicto.
"La escalada de los combates solo exacerba la grave crisis humanitaria y el sufrimiento del pueblo yemení. Es por eso que Estados Unidos hace un llamado a todas las partes del conflicto para que haya una desescalada", ha expresado Blinken según recoge un comunicado del Departamento de Estado.
Blinken ha dicho que la situación de Yemen, donde más de 100 personas han muerto en los últimos días, es "motivo de gran preocupación para Estados Unidos".
Por ello, ha pedido a las partes que "cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario", participen en un "proceso de paz" liderado por la ONU y se comprometan con "una solución diplomática pacífica".
Según el Departamento de Estado, Blinken habló este mismo viernes con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan al Saud, a quien expresó su "compromiso de ayudar a los socios del Golfo a mejorar sus capacidades para defenderse de las amenazas de Yemen".