Un total de 32 perros 'beagle' serán sacrificados en el ensayo de un nuevo fármaco
- Tras varias protestas, los primeros seis canes serán dados en adopción
- Sin embargo, en la segunda fase del estudio será "imperativo" hacer necropsias de otros animales
El Parque Científico y la Universidad de Barcelona han confirmado que será "imperativo" hacer necropsias de 32 perros para estudiar sus tejidos como parte de un proyecto del programa Retos Investigación, del ministerio de Ciencia e Innovación, cuyo objetivo es desarrollar un fármaco antifibrótico para tratar la fibrosis hepática y la mielofibrosis.
Tras las numerosas protestas animalistas celebradas en Barcelona en contra de la experimentación con una treintena de cachorros de perros de la raza 'beagle' en un proyecto de investigación farmacológico del laboratorio Vivotecnia; el Parque Científico y la universidad de la ciudad condal han aceptado que los seis primeros animales que participarán en el ensayo no serán sacrificados y serán dados en adopción.
Sin embargo, en la segunda fase del estudio será necesario el sacrificio de otros canes antes de iniciar un ensayo con personas. "Se trata de enfermedades que cada vez tienen mayor incidencia -en Europa, la fibrosis hepática afecta aproximadamente al 2,1 % de la población y la mielofibrosis, entre 1 y 9 de cada 100.000 habitantes-, para las que actualmente no hay disponible ningún tratamiento eficiente", argumenta el parque científico.
El proyecto sigue adelante pese a las protestas
Antes de que se tomara esta decisión, PACMA había denunciado la "falta de interés e inversión económica en la búsqueda de alternativas a la experimentación con animales", recordando que el porcentaje de fracaso de ese tipo de proyectos es del 90 % por "cuestiones de incompatibilidad" entre animales y humanos.
A raíz de la polémica, tras la que grupos animalistas han denunciado la experimentación con los perros, el Parque Científico y la UB han revisado "de forma exhaustiva" toda la documentación relacionada con el proyecto "para garantizar el cumplimiento estricto de la normativa en todo momento".
Según la normativa europea, antes de probar el tratamiento en humanos es obligatorio hacer el estudio de toxicidad en dos especies de mamíferos, y es imperativo que una de las dos no sea una especie roedora.
Por eso es necesario hacer el tratamiento con algún otro tipo de animal -en este caso, perros beagle-, para saber si posteriormente podría probarse en humanos.
"Actualmente, no se conoce ningún método alternativo al uso de estos animales que pueda sustituir a la metodología de este tipo de investigación", han remarcado los científicos del parque y de la universidad.
En este sentido, recuerdan que la Confederación de Sociedades Científicas de España ha reconocido que el empleo de los animales es "una práctica necesaria para avanzar en el estudio de tratamientos, técnicas quirúrgicas o vacunas, entre otros".
Polémica en torno a Vivotecnia
La Universidad de Barcelona ha precisado que el proyecto se desarrollará en la sede de Vivotecnia en Madrid el próximo mes de marzo y que en una primera parte del estudio, que todavía está en fase preclínica, el fármaco se administrará a seis perros.
La universidad ha pedido a Vivotecnia que, una vez finalice el estudio, los dé en adopción y el parque científico de la Universidad de Barcelona se ha comprometido a colaborar con la empresa para buscarles un hogar.
El pasado mes de abril, la Comunidad de Madrid suspendió la actividad investigadora del laboratorio Vivotecnia, después de que, a raíz de una denuncia, se constataran indicios de maltrato animal tras realizar una inspección en su sede de Tres Cantos. La suspensión temporal fue levantada el pasado 1 de junio, según confirmaron a Efe fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad.
Según el Parque Científico de Barcelona, Vivotecnia ha acreditado que está autorizada por la Dirección General del Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid para hacer uso de perros en investigación, y por la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Comunidad de Madrid para ejecutar proyectos de los llamados 'Estudios de farmacocinética y toxicidad no clínica en perro proyecto tipo I', que corresponden al servicio contratado.