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Claves de la semana

Dominio noruego y eficacia china: los grandes ganadores de los Juegos de Invierno de la pandemia

  • Noruega ha batido el récord de oros y China ha conseguido superar a Estados Unidos en el marcador
  • Votos perdidos en Castilla y León, mercado inmobiliario y bajas laborales completan las claves de la semana

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China compite en la final de patinaje artístico por parejas de Pekín 2022
China compite en la final de patinaje artístico por parejas de Pekín 2022.

Pese a la amenaza constante que supone el coronavirus, los Juegos Olímpicos de Invierno ha completado su calendario sin otros incidentes que los habituales, esto es, el dopaje y el mal tiempo que ha retrasado algunas pruebas. Aunque con menor seguimiento que otros acontecimientos deportivos, los juegos de invierno se han convertido en un evento global que China ha vuelto a convertir en un gran escaparate, aunque nadie ha sacado más rendimiento a la competición que Noruega.

1. Noruega domina los juegos con más oros que ningún país en ninguna otra edición

El equipo olímpico noruego ha revalidado en Pekín 2022 su condición de gran potencia histórica de los deportes de invierno: no solo ha logrado más medallas que cualquiera de sus rivales -hasta sumar 37 preseas-, sino que ha logrado más medallas de oro que ningún otro país en ninguna de las 24 ediciones anteriores.

Aunque es cierto que los juegos cada vez incorporan más modalidades deportivas y, por lo tanto, cada vez reparten más medallas -en Pekín se han celebrado 109 pruebas, siete más que en Pyeongchang 2018-, sus 16 medallas de oro suponen batir el registro que estableció Canadá en Vancouver 2010 y que hace cuatro años habían igualado Alemania -este año vuelve a ser segunda- y la propia Noruega.

Su dominio se ha fundamentado en el biatlón, un deporte profundamente enraizado en la cultura escandinava, ya que surgió a partir de las técnicas de supervivencia que se utilizaban en los bosques de la región. En las pistas nevadas de Zhangjiakou, los atletas noruegos se han hecho con seis de las diez medallas de oro que ponía en juego esta disciplina, además de dos platas y otros seis bronces, lo que da una idea de su superioridad.

La victoria noruega en el medallero es al menos la novena, aunque bien pudiera ser la décima: el Comité Olímpico Internacional (COI) aún no ha decidido la asignación de las medallas del relevo masculino de biatlón en Sochi 2014, que está en duda a causa del positivo por dopaje del biatleta ruso Evgeny Ustyugov. Si definitivamente Rusia pierde el oro, Noruega, que se anotó cinco de las seis primeras ediciones de los Juegos Olímpicos de Invierno, consolidaría un dominio renovado en las últimas décadas.

2. La gran capital del olimpismo moderno

China, por su parte, ha aprovechado su condición de anfitrión para obtener su mejor resultado en unos juegos de invierno. Ha logrado escalar hasta el tercer puesto del medallero, en buena parte gracias a la calidad de sus metales: aunque apenas ha conseguido 15 medallas, un botín que le dejaría fuera de los diez primeros puestos por número de preseas, nueve de ellas son de oro -casi la mitad, en esquí acrobático-.

Es un éxito relativo, sobre todo si se tiene en cuenta que en los juegos de verano de Pekín 2008, China consiguió encabezar por primera y, hasta ahora, única vez el medallero, desbancando a Estados Unidos, su gran rival geopolítico. Pero ahora ha vuelto a superar a los estadounidenses, aunque por muy poco: ambas superpotencias estaban empatadas a ocho oros hasta la penúltima jornada, cuando China consiguió el noveno en la final de parejas de patinaje artístico; si no se hubiera producido el desempate, las platas -10 a 4 para Estados Unidos- habrían decidido. La distancia se acorta y el duelo, como ya se vió en Tokyo 2020, sigue en todo lo alto.

Además, China ha conseguido reforzar su imagen internacional, sacando adelante los juegos pese a la amenaza que suponía la pandemia de COVID-19: la sombra de la cancelación planeó sobre la organización hasta pocas semanas antes. Ahora, sin embargo, culmina como la gran capital del olimpismo moderno.

[Mapa: de Chamonix a Pekín, las sedes que han transformado los JJ.OO. de Invierno]

3. El ránking de los votos perdidos en Castilla y León

Como ocurre en el deporte, en las elecciones de Castilla y León se ha hablado mucho de los ganadores, qué han ganado y por cuánto han ganado a sus principales competidores. Y el pelotón del resto de participantes pasa al olvido, el de las papeletas que no sirvieron a sus candidaturas para lograr un procurador.

En las nuevas Cortes de Castilla y León estarán representadas ocho partidos. Nunca antes ha habido tantos, pero hay otras 19 candidaturas que también se presentaban y terminaron de vacío. Entre todas suman 40.000 votos y la que más apoyos ha sumado sin éxito es la de las plataformas de la España Vaciada, que se presentaron en cinco provincias, pero no compartieron el éxito de su compañera de viaje Soria ¡Ya!.

Sus 19.597 votos (con el 99,32 % del voto escrutado) fueron insuficientes. De hecho, solo en Burgos superaron el umbral del 3 % de voto necesario para entrar en el reparto de votos Aunque han tenido más votos que Por Ávila o Soria ¡Ya!, la dispersión de su fuerza por varias circunscripciones les ha restado eficacia, algo que han experimentado antes otras fuerzas y es bien conocido por los efectos de la ley electoral española.

Con todo, no es el peor parado de la historia electoral de Castilla y León. En el top de 10 partidos con más votos que no lograron escaño, Izquierda Unida aparece cuatro veces con distintas coaliciones. En 1987, y 2003, superó las 54.000 papeletas sin obtener un solo procurador. Superar los 40.000 votos tampoco sirvió a UPyD en 2011 o el Partido Comunista en 1983 -las primeras elecciones- para conseguir un procurador. En la tabla superior se puede ver este ránking de votos perdidos.

4. El mercado inmobiliario cierra su mejor año en más de una década

Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, el mercado inmobiliario español no había tenido un año mejor que 2021: las ventas de viviendas, que en 2019 cayeron un 2,4 % y en 2020 se hundieron un 16,9 %, no solo han crecido un 34,6 %, el mayor incremento de toda la serie histórica elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, sino que alcanzaron su mayor número total desde 2007, con 565.523 operaciones. No se trata de un mero rebote tras la pandemia, sino que se superan ampliamente las cifras previas al desembarco de la COVID-19: el año pasado hubo 60.000 compraventas más que en 2019.

Las causas hay que buscarlas en cierto ahorro embalsado durante la pandemia, especialmente por parte de aquellas familias que mantuvieron sus puestos de trabajo, y sobre todo en unos tipos de interés excepcionalmente bajos, que hicieron que financiar la compra de una casa fuera más barato que nunca en España. Así, incluso a falta de que el INE cierre esta semana la estadística de hipotecas con los datos del mes de diciembre, ya se ha alcanzado la cifra de préstamos hipotecarios más elevada desde 2011, con 385.000, por un valor conjunto de 52.795 millones de euros, el mayor en una década.

Esas circunstancias difícilmente no se mantendrán tan favorables en 2022: los tipos de interés ya empiezan a subir en el mercado interbancario, ante la expectativa de el Banco Central Europeo tome medidas para embridar la inflación, y el remanente de ahorro guardado por precaución durante la pandemia ya se ha reducido a medida que se retiraban restricciones. Además, los precios de las casas están subiendo y cada vez se reduce más la proporción de vivienda protegida en el mercado: en 2021 fue solo el 9,31 % del total, el porcentaje más bajo de toda la serie.

Por el momento, el sector se encuentra en un momento dulce, después de años de cierta atonía. La venta de viviendas nuevas vuelve a superar las 100.000 operaciones, algo que no hacía desde 2014, lo que invita a acelerar el ritmo de construcción, alicaído desde la Gran Depresión. Y la de vivienda usada se dispara hasta alcanzar por primera vez las 450.000 operaciones.

PD. Ola de bajas.

El 56 % de las 4,4 millones de incapacidades temporales por COVID-19 que se han cogido los trabajadores desde marzo de 2020 se concentran en los dos últimos meses. Son 2,4 millones de bajas laborales en diciembre y enero, que no incluyen las cuarentenas por contacto estrecho. Los datos llegan a través del Portal de Transparencia y permiten dibujar este gráfico donde se aprecia el efecto de la sexta ola en la Seguridad Social:

Eso sí, la media de días que dura cada baja también ha variado ola tras ola. En marzo de 2020 la media de días por baja llegó a superar los 40 días; en diciembre del año pasado, ya en la sexta ola, fueron 11 días de media; y en enero de 2022, 8 días.