Tijanóvskaya: "Sin paz en Ucrania no habrá paz en Bielorrusia"
- La líder opositora bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, visita España como invitada excepcional de la ‘Fundación Mujeres por África’
- En 2020, tras la detención de su marido, candidato a las elecciones, decidió enfrentarse en las urnas a Aleksandr Lukashenko
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Es una mujer valiente, pero su tono es serio. Lleva dos años, desde que se vio forzada al exilio en Lituania, recorriendo gran parte de Europa y medio mundo tratando de hacer entender que el apoyo a la sociedad civil de su país es crucial para, algún día, poder borrar el triste legado de las casi tres décadas en las que Lukashenko se han mantenido al frente de su país con mano de hierro, sin derechos ni libertades.
Ella sabe lo que es sentirse perseguida y estar en riesgo. Conoce, de cerca, la violencia institucional. Su marido, Serguéi Tijanóvski, pasó de ser en 2020 un conocido youtuber a un conocido disidente que decidió presentarse a las elecciones presidenciales de Bielorrusia. Pero, enseguida, fue detenido y condenado a 15 años de prisión por "organizar disturbios masivos que violan el orden público" e incitar "al odio social".
Fue en aquel momento en el que el pueblo bielorruso pareció despertar, con protestas y detenciones masivas bautizadas como “la revolución de las zapatillas”, cuando Svetlana Tijanóvskaya optó con valentía por dar el paso y ser ella la que se enfrentaría en las urnas con Aleksandr Lukashenko.
Hoy, esta mujer que –junto al resto de la oposición democrática bielorrusa- recibió el Premio Sajárov aquel mismo 2020, se considera la presidenta legítima de su país. Y cree que, realmente, sus compatriotas se mantienen despiertos a pesar de todo, contrarios a la guerra en la vecina Ucrania, pero sobre todo preparados para "corregir", dice, "la pérdida de tiempo de estos últimos 27 años".
P.- Usted aglutina a toda la oposición democrática bielorrusa, pero se ve obligada a vivir en el exilio. Sin embargo, es en el exilio donde se la considera líder nacional de su país.
“Nuestra obligación también es liberar a todos los presos políticos, que ascienden a 1.200 en este momento“
R.- En 2020, Lukashenko perdió los comicios. Y, desde entonces, nuestro pueblo se ha opuesto al régimen. Lukashenko, gracias a la ayuda de Putin y recurriendo a la violencia, ha conseguido enfrentarse a la oposición. Pero hemos sido fuertes, hemos trabajado con distintas organizaciones dentro y fuera de nuestro país para intentar oponernos al régimen. Él había intentado lastrar a todas las ONGs y a la sociedad civil, pero nosotros queremos defender nuestra independencia, que está en peligro. Queremos seguir defendiendo la libertad y los cambios. Nuestra obligación también es liberar a todos los presos políticos, que ascienden a 1.200 en este momento.
Y la cifra no cesa de aumentar cada día. Por eso, es importante contar con el apoyo de países fuertes, de los países democráticos. Yo, como líder de la oposición bielorrusa, como presidenta electa, estoy intentando visitar distintos países buscando apoyo y explicar la situación a la que nos enfrentamos. Nuestra estrategia es ahogar al régimen lo máximo posible mediante el aislamiento político y económico, en paralelo al apoyo a la sociedad civil. Lukashenko intenta hacer frente a esta oposición, pero si no libera a los presos políticos, si no pone fin a la violencia en nuestro país, no habrá vía de diálogo. Hay que distinguir entre el régimen y su pueblo. Tenemos que inmiscuirles en esa negociación, no podemos dar la espalda a la sociedad civil en este conflicto. Es importante resaltar que nos enorgullece que los países europeos me hayan reconocido como presidenta electa y con ellos he tenido la oportunidad de hablar de nuestra situación.
P.- El papel de Bielorrusia en el conflicto de Ucrania ha sido crucial. Ha sido importante incluso antes de la guerra. ¿Cómo ha vivido usted todo lo que ha sido la invasión rusa de la vecina Ucrania?
“El 86 % de los bielorrusos no quiere que se participe en esta guerra“
R.- Yo, y creo que todos los bielorrusos, nos hemos sentido profundamente conmocionados desde el inicio de la guerra. Nunca esperábamos dicha agresión contra el pueblo ucraniano. Son nuestros vecinos, tenemos unos fuertes lazos con ellos. Pero hemos de entender que el régimen bielorruso y el pueblo bielorruso son cosas completamente antagónicas. Porque Lukashenko ha sido un verdadero cómplice, ha sido un cooperante que ha cedido nuestro territorio para el lanzamiento de misiles contra el pueblo ucraniano. Por ejemplo,contra el Hospital Materno Infantil de Busa. Se lanzaron desde nuestro territorio. Pero en base a las últimas encuestas, el 86 % de los bielorrusos no quiere que se participe en esta guerra. Inmediatamente se desencadenó un movimiento del 'no a la guerra'. Incluso, el primer domingo desde la irrupción de la guerra, se vivieron enormes manifestaciones en las calles plagadas de opositores a esta guerra con miles de detenciones. Incluso este mismo domingo habrá nuevas oleadas de represalias y represión. Pero es nuestra obligación.
Es cierto que las manifestaciones desencadenan mayor sufrimiento, más detenciones. Es entonces cuando nuestro movimiento de oposición empieza a trabajar de forma clandestina, poniendo trabas a las vías ferroviarias para que no se pudiera avanzar por parte de las tropas rusas. Incluso los propios bielorrusos han captado imágenes, vídeos, de las tropas rusas que inmediatamente mandan a Ucrania para que el pueblo ucraniano estuviera en preaviso ante los posibles ataques. Ha habido incluso miles de soldados bielorrusos que se han desplazado para defender al pueblo ucraniano. Ya hemos vivido opresiones en 2021 y es entonces cuando abrimos nuestras puertas al pueblo ucraniano, a los refugiados que huían del conflicto. Pero es importante trasladar este mensaje a la sociedad civil en contra de toda esa retórica y la propaganda que vivimos en los medios de comunicación que hablan tanto de la nazificación. Por ende, es importante que el pueblo bielorruso conozca la verdad. Por otro lado, en el ámbito político, durante nuestras visitas abogamos por la paz en Ucrania. Es importante que entendamos que el destino de nuestros pueblos está totalmente interrelacionado. Sin la paz en Ucrania no habrá paz en Bielorrusia y viceversa. La amenaza sobre Ucrania también es la amenaza sobre todos los países colindantes. Por ello, estamos combatiendo contra el régimen y además, combatiendo a favor del pueblo ucraniano.
P.- Estamos viendo estos días lo que está ocurriendo en torno a Mariúpol a Azovstal. Las cosas no le están saliendo a Moscú como quería en su invasión de Ucrania. ¿Cree que va a pedir más ayuda, por ejemplo, al ejército bielorruso?
“Lukashenko es un cómplice de Putin“
R. - El Kremlin necesita a Lukashenko como cómplice, pero no necesitan su ejército porque nuestro ejército es de menor tamaño, no tiene mucha experiencia y además está obsoleto. Por otro lado, por parte del del ejército bielorruso hay una desafección, no tienen necesidad de luchar en esa guerra. Pero eso no es mérito de Lukashenko, que quiera defender a nuestros soldados. En modo alguno. Es simplemente por esa desmoralización de nuestro ejército que no quiere morir por esas ambiciones de los opresores. Obviamente quieren defender nuestro territorio, pero van a ir a otro territorio a defender... ¿En nombre de quién? Lukashenko es un cómplice de Putin. Y es importante este último punto. Putin necesita aliados. Necesita, más bien, una coalición de países.
P.- Me gustaría preguntarle a Svetlana Tijanóvskaya ¿cómo ha visto el apoyo de Bruselas durante todos estos meses a Ucrania, el país vecino?
“Me enorgullece ver el apoyo de los países europeos que han defendido a Ucrania al unísono“
R.- Me enorgullece ver el apoyo de los países europeos que han defendido a Ucrania al unísono. Porque no se trata de una guerra entre Rusia y Ucrania, sino de una guerra entre la democracia y la autocracia que se combate en territorio ucraniano. Y es importante demostrar la fortaleza y resiliencia de la democracia en detrimento de la autocracia. Hemos de reconocer todo el apoyo que se le ha brindado a Ucrania en el ámbito militar, humanitario.... Para restablecer la vida en sus ciudades. El mundo, por fin, ha lanzado un mensaje: 'No queremos convivir con un dictador. Queremos que venza la democracia'. Bielorrusia es parte de esa ecuación, de ese problema, y hay que resolver el problema en su conjunto. No podemos ayudar a los ucranianos a liberar su tierra y dejar al pueblo bielorruso solo. Por eso es importante resaltar que hay que deshacer la esfera de influencia de Rusia.
P.- No me gustaría acabar esta entrevista sin referirnos a la Cumbre Mundial de Mujeres que está teniendo lugar esta semana aquí en Madrid, a la que usted ha sido invitada. Hay que reconocer el papel de las mujeres, por ejemplo, en el conflicto de Ucrania. Hemos visto esa resiliencia que han demostrado. Hay mucha gente que confía en el papel que usted, una mujer, puede hacer en el futuro.
“Masha Kolesnikova ha preferido permanecer en prisión para defender el futuro del pueblo bielorruso“
R.- Las mujeres bielorrusas han demostrado que son igual de fuertes que los hombres bielorrusos. Nuestras mujeres, junto con nuestros hombres, son quienes se han manifestado en contra de esta opresión. A veces, poniendo en peligro a sus familias y a sus hijos. Pero han sido unas defensoras férreas. Incluso Masha Kolesnikova ha sido una verdadera defensora que ha preferido permanecer en prisión para defender el futuro del pueblo bielorruso. Yo creo que en un futuro próximo no habrá diferencia alguna si somos hombres o mujeres en el ámbito político, en el ámbito de las organizaciones... El papel de las mujeres bielorrusas no se puede infravalorar. Algo que hizo Lukashenko, por eso está perdiendo esta batalla.