Trasplantan con éxito un hígado no viable después de tres días en una máquina sin frío que imita el cuerpo humano
- Un año después de la operación, el paciente que recibió el órgano se encuentra bien, sin signos de daño hepático o rechazo
- Los resultados abren la puerta a una mayor disponibilidad de órganos y cirugías más planificadas
Un equipo de cirujanos, ingenieros y biólogos de la Universidad de Zúrich (Suiza) ha logrado recuperar un hígado dañado al tratarlo durante tres días en una máquina para luego trasplantárselo con éxito a un paciente con cáncer. Un año después, el hombre que recibió el órgano se encuentra bien, según la investigación publicada este martes en la revista Nature Biotechnology.
De confirmarse sus resultados, aumentaría la disponibilidad de órganos viables y los trasplantes podrían llegar a ser un procedimiento planificado, cuando actualmente son cirugías de urgencia, porque no pueden almacenarse durante más de doce horas en frío.
Una máquina que imita al cuerpo humano
Para ello, han desarrollado una máquina de perfusión que imita las condiciones y el funcionamiento del cuerpo humano. Una bomba remplaza al corazón, un oxigenador cumple la función de los pulmones y una unidad de diálisis actúa como riñones. Además, numerosas infusiones de hormonas y nutrientes asumen las funciones del intestino y el páncreas. El sofisticado aparato, incluso, mueve el hígado al ritmo de la respiración humana, como lo hace el diafragma.
Para transformar ese hígado descartado en un órgano óptimo para ser trasplantado, el equipo de investigadores, liderados por el cirujano Pierre-Alain Clavien, empleó varios medicamentos que se fueron introduciendo durante varios días en las mismas condiciones en las que estaría "in vivo".
La perfusión mecánica del órgano permite, por ejemplo, terapias antibióticas u hormonales o la optimización del metabolismo hepático. Además, se pueden llevar a cabo largos análisis de laboratorio o de tejido sin trabajar a contrarreloj, algo imposible en condiciones normales, porque los órganos solo se pueden almacenar durante 12 horas con el almacenamiento convencional en frío.
El paciente se encuentra bien un año después: "Me salvó la vida"
El equipo de Zúrich ofreció el trasplante a un paciente con cáncer de la lista de espera de Suiza y la operación tuvo lugar en mayo de 2021. Tras el trasplante, el hígado funcionó con normalidad, con una "lesión mínima" al recuperar el flujo sanguíneo y la necesidad de un régimen de inmunosupresión también "mínima", para evitar el rechazo y como ocurre con otros trasplantes.
"El paciente recuperó rápidamente una calidad de vida normal sin ningún signo de daño hepático, como rechazo o lesión de los conductos biliares", destacan los autores. "Estoy muy agradecido por el órgano que me salvó la vida. Debido a mi tumor que progresa rápidamente, tenía pocas posibilidades de obtener un hígado de la lista de espera en un tiempo razonable", ha comentado el paciente en la nota de prensa de la universidad.
Más órganos disponibles, menos listas de espera
“De no haberlo usado nosotros, el hígado hubiera acabado en la basura. Ese es, en efecto, el propósito de nuestro proyecto: poder usar órganos que se pueden evaluar e incluso reconstituir para trasplantar, reduciendo listas de espera y salvando vidas”, ha comentado la cirujana Lucía Bautista Borrego, del Hospital Universitario de Zúrich, en declaraciones a Efe.
Otra de las “ventajas evidentes” de su terapia, ha destacado Bautista, es que se pueden administrar fármacos a dosis más elevadas, al no producir efectos secundarios en otros órganos, por ejemplo “en casos de multiinfeccion, que era este caso”, pero también con otras patologías.
"El enfoque interdisciplinario para resolver desafíos biomédicos complejos que se utiliza en este proyecto es el futuro de la medicina", ha añadido el ingeniero Mark Tibbitt, que también forma parte del proyecto llamado Liver4Life, en la nota de prensa de la institución.
El próximo paso en el proyecto Liver4Life es probar el procedimiento en otros pacientes y mostrar la efectividad y seguridad con ensayos clínicos más amplios con varios hospitales diferentes, un proceso que aún podría llevar años. Asimismo, están desarrollando una próxima generación de máquinas. Paralelamente, los investigadores siguen buscando formas de tratar otras enfermedades del hígado fuera del cuerpo con fármacos, moléculas u hormonas.