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El Pirulí cumple 40 años: cinco cosas que no sabías

  • Se levantó con el principal cometido de garantizar la distribución de la señal del Mundial de Fútbol de España 82
  • Tiene una altura de 220 metros, se construyó mediante una técnica pionera y costó 350 millones de pesetas

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Así es por dentro el Pirulí, la torre de comunicaciones de Madrid que cumple 40 años

Hace cuatro décadas que su figura forma parte del skyline de Madrid y que su punta araña el cielo de la capital. Por fuera, al Pirulí se le identifica bien, pero todavía hay muchos que desconocen lo que alberga en su interior y que seguramente ignoren algunas de las curiosidades vinculadas a su origen. Por eso, en el día en que cumple 40 años, repasamos algunos datos que permiten conocer mejor esta torre de 220 metros que es mucho más que una construcción icónica dentro del paisaje madrileño; es el faro que guía con su señal a radios y televisiones, y también un testigo directo de importantes acontecimientos históricos.

La "vida" del Pirulí o de Torrespaña (su nombre real) comenzó oficialmente el 7 de junio de 1982, día en el que se inauguró como torre de telecomunicaciones de Madrid. La obra completa se terminó en apenas 12 meses con el principal objetivo de garantizar la distribución de la señal del Mundial de Fútbol de España 82 y ofrecer también la señal audiovisual a la ciudad de Madrid.

Estas funciones, sin embargo, acabarían yendo mucho más allá. A día de hoy, permite llevar la señal a los principales puntos de difusión del país y opera como el centro emisor de Madrid. Además, en estos 40 años, el Pirulí ha garantizado la cobertura audiovisual de los principales acontecimientos celebrados en España y ha jugado un papel crucial en la evolución del sector audiovisual: fue el germen de la primera red digital de distribución de televisión en Europa y el responsable de las primeras emisiones de televisión digital terrestre y de radio digital.


Se construyó a partir de una técnica pionera

Entre las peculiaridades del Pirulí se encuentran las que tienen que ver con su propia construcción, que fue un proyecto del arquitecto Emilio Fernández Martínez de Velasco(1949-2014) para el que se empleó una técnica pionera. Torrespaña fue la primera torre levantada a partir de lo que se conoce como "tentetieso"; es decir, la plataforma de abajo no está anclada sino que es el propio peso de la mole el que la sostiene.

El Pirulí cumple 40 años: así es Torrespaña por dentro

A pesar de la aparente dificultad, el fuste de hormigón se alzó en unos 45 días y el resultado final vio la luz en un año. Justo en ese momento el Pirulí se alzó con el noveno puesto en la lista de torres de televisión más altas del mundo.

Su altura es equivalente a la de un edificio de 64 plantas

Esto último entronca, precisamente, otro dato curioso. Torrespaña tiene una altura de 220 metros que equivaldrían a lo que mide un edificio de 64 plantas, pero, además, durante un cuarto de siglo, esta fue la construcción más alta de Madrid. Lo fue hasta que le arrebataron el título las Cuatro Torres de la Castellana.

Su altura se distribuye en ocho plantas (cuatro cerradas y cuatro abiertas) que albergan equipamiento técnico, servicios auxiliares y más de 200 antenas. Hay gente trabajando hasta casi los 150 metros y a partir de los 165 lo que hay son anillos de hormigón con estructura que permiten instalar enlaces y antenas que culminan con la torre de metal. En total, actualmente trabajan 15 personas durante las 24 horas y, lejos de lo que muchos creen, los platós de RTVE no están en la torre. Estos espacios se ubican en los dos edificios que conforman el complejo de Torrespaña a los pies del Pirulí.

El acceso a las zonas superiores se realiza mediante un ascensor instalado en el interior del fuste o mediante una escalera que tiene nada menos que 1.200 peldaños. No obstante, la entrada a la torre, también al contrario de lo que se pueda pensar, está absolutamente restringida al personal de Torrespaña y a algunas empresas externas que se encargan de tareas específicas de mantenimiento. Por tanto, no es posible hacer solicitar una visita ni usar el Pirulí como mirador.

Mucho antes de su construcción se le llamó el "Mirador de Madrid"

Esto último tiene que ver con otro dato llamativo vinculado a la "identidad" de Torrespaña. Mucho antes de que la torre fuera levantada, en el año 1966, el periódico El Alcázar promovió una campaña que pedía que se construyera lo que denominaron como el "Mirador de Madrid". Sería, según lo que planteaban, una torre "que ofrezca nuevos atractivos al turismo, que acreciente con su graciosa silueta la belleza del conjunto ciudadano y sirva, a su vez, a los fines de la televisión y la radio".

Vista panorámica desde el Pirulí. 

Vista panorámica desde el Pirulí. RTVE

El que fuera en aquel momento ingeniero jefe de los Servicios de Radiodifusión y Televisión del Ministerio de Información aplaudió la idea y aseguró que Televisión Española (que comenzó sus emisiones regulares en 1956) necesitaba esa torre "urgentemente". En cambio, tuvieron que pasar 16 años para que empezaran las obras de una construcción que empezó a llamarse "torre de RTVE de O'Donnell' pero a la que los madrileños bautizaron como el Pirulí antes de que estuviera en pie.

El 3 de marzo de 1982, cuando la torre estuvo terminada y fue presentada a la prensa, el entonces director general de RTVE, Carlos Robles Piquer, anunció que se la había denominado de forma oficial como "Torre España".

La torre soportaría vientos de 200km/h

En sus 40 años, la ahora llamada Torrespaña también ha recibido incontables baños de sol, algunos menos de lluvia y uno de nieve que le llegó el pasado año con Filomena. Por las inclemencias meteorológicas, de momento, no hay que preocuparse, aunque no está de más saber que soportaría vientos de hasta casi 200 kilómetros por hora. De hecho, durante los primeros años, se especuló acerca de si la torre podría desplomarse a pesar de los 2.000 metros cúbicos de hormigón que se usaron para la cimentación, pero lo cierto es que la edificación fue planificada de forma que, en caso de viento fuerte, la punta se incline sensiblemente para evitar que se parta.

Además de estar protegida frente a los temporales, también cuenta con sistemas de extinción de incendios, por si toca hacer frente a algún fuego, algo que solo ha ocurrido una vez en su historia. Fue el 28 de agosto de 2002; un cortocircuito en un armario eléctrico originó un fuego en la cuarta planta del Pirulí que pudo ser extinguido rápidamente pero que dejó a Madrid sin radio y televisión durante más de tres horas. Ese ha sido, hasta ahora, el único apagón sufrido en cuatro décadas.

Se cumplen cuarenta años de la inauguración del Pirulí

Costó 350 millones de pesetas

Por otro lado, se sabe que la esbelta torre costó 350 millones de pesetas en 1982 (lo que equivaldría a unos 9,4 millones de euros actualmente, teniendo en cuenta las últimas cifras de inflación), que fue ejecutada por Dragados y Agroman, y que estuvo operativa desde la noche del 18 de mayo.

Se llegó a contemplar la opción de instalar un restaurante giratorio en la torre, como se hizo en las torres de televisión de otras capitales europeas, como la de Berlín, pero finalmente se rechazó la idea por razones de seguridad y económicas. Eso habría costado 1.500 millones de pesetas, unos 9 millones de euros, y no resultó viable.