Textos de Anabel Vázquez
Editora del blog de moda y tendencias Radar en Vanity Fair
Con permiso de su Majestad, las reinas del día. Las hermanas Middleton con sus melenas castañas, sus sonrisa y sus vestidos blancos de McQueen han demostrado que son todo fotogenia.
El juego de blancos de Catalina y Pippa ha sido lo más fotografiado del día. La alfombra roja de la Abadía de Westminster ha ayudado.
A un lado, el mundo de los Reyes, al otro, el mundo real. En medio, una cola de dos metros y medio.
Camilla ha llegado a la Abadía en carroza, un privilegio que no tuvo en su boda con el Príncipe Carlos. Ellos se casaron en el Ayuntamiento de Windsor de manera no secreta, pero sí muy silenciada.
Hoy, la duquesa de Cornualles se ha resarcido apareciendo como debe hacerlo la esposa del heredero al trono, entre dorados y por la puerta grande. Incluso una nieta suya ha sido una de las damas de honor del cortejo de los novios.
La duquesa de Cornualles se ha decantado, como tantas invitadas, por colores discretos. Ha llevado un modelo de abrigo y vestido de Anne Valentine, su diseñadora de cabecera; iba calzada por Jimmy Choo y tocada por Philip Treacy. Camilla ha demostrado que es mucho más cool de lo que parece.
Su look entre retro, romántico y jackiekennediano ha sido de los más fotografiados. Ha optado, para evitar riesgos, por el color rosa palo y por un vestido de manga larga de sutiles bordados de "su" Felipe Varela. El sombrero, de paja italiana de Pablo y Mayaya le suavizaba el rostro. Letizia ha aparecido monocroma y discreta.
Miriam González, mujer de Nick Clegg no ha escondido sus raíces. De hecho, las ha lucido orgullosa. Llevaba vestido de lunares de Miguel Palacio (¿sobraba la seda?), tocado-turbante extralarge de flores rojas de la firma madrileña Conchitta y labios rojos. Olé.
Para llevar un vestido así hay que poder permitírselo y la pequeña de los Middleton puede. El otro modelo McQueen del día es blanco, entallado y hasta sexy. Delgada y con aspecto saludable ha caminado con seguridad todo el día. Pippa ha triunfado.
Siempre controvertidas, como el resto de su familia. la princesa Beatriz ha elegido un Valentino Couture color beige y un tocado, como poco, polémico. Ojos ahumados sin temor. Su hermana, la princesa Eugenia, menos favorecida, ha tomado decisiones complicadas: estampados verdes y azules y falda globo. Eso sí, el tocado azul y negro de Philip Treacy era un espectáculo. Las dos Yorkettes enviaban demasiada información.
Los caballeros ingleses, de nuevo, han dado una lección de estilo. Nadie como ellos para hacer pasar por clásico algo excéntrico. Hemos visto chalecos, corbatas de color (Elton John), paraguas y sombreros de copa (Beckham). Saville Road rules!
El Príncipe Alberto de Mónaco y su prometida Charlene Wittstock han debido usar la boda como ensayo para la suya, el próximo Julio. La sudafricana no falla en ninguna aparición pública. ¿La asesora su futura cuñada Carolina?
Nadie lo esperaba. Cuando la audiencia estaba descompromiendo y reponiendo fuerzas han aparecido los novios en un Aston Martin color azul. El coche los llevaba desde el Palacio de Buckingham a Clarence House en una atípica imagen de "Just Married".
Conducía el príncipe Guillermo, sintiéndose el James Bond del día. Al lado, su chica Bond, la buena de Katherine. Un momento brit-pop que ha encantado a todos.
No ha sido uno sino dos, el primero ha durado sólo cuatro segundos. Demasiado poco para un romance que ha costado tiempo y esfuerzos. El segundo, algo más largo, ha sido el broche de oro de una real boda real.