Por Rafael Muñoz
Modesto Lomba dice con orgullo que ésta es su colección numero 51. Para crearla se ha inspirado en la cultura maya y en la predicción que dice que el mundo se acaba en 2012. Modesto no es tan catástrofista y lo interpreta como una renovación, un renacer.
Por eso crea chaquetas y vestidos transparentes que permiten ver el cuerpo de la mujer, desnudo y lleno de vida, para arrancar desde el principio otra vez. Crudos, cremas y otros neutros son los colores base de la colección en la que solo deja paso a un rojo jade y algunos verdes turquesa o jabón.
El blanco se va adueñando del desfile y se ve limpio en vestidos de linea depurada, con asimetrías y juegos en los hombros. Destacan las mangas abiertas para dejar el hombro al descubierto.
A Modesto le apetecía que se notara un efecto de "no cosido, que se viera el interior" y sus prendas tiene flecos o exhiben detalles interiores de cierto aire lencero.
Hay sandalias completamente planas que se aprietan al tobillo, zapatos con plataforma y otros, increibles, con efecto visual. Uno de ellos parece que llevan tacón de aguja aunquie en realidad es un dibujo que llega a la cuña.
La colección de hombre es menor, en cantidad solo, y destacan las chaquetas transparentes por las que se asoman camisas perforadas con laser. Las solapas están muy trabajadas, los zapatos tienen un efecto "manchado" y los pantalones se acortan en el bajo.
El carrusel final ha recibido una ovación que premia un buen trabajo y un elegante ejercicio de costura "mal cosida".