Por Rafael Muñoz
Arenas, oro y negro. Son las gotas de color de Roberto Verino. Entre palmeras y sonidos de pájaros comienza el desfile que es un canto a la naturaleza y a la vida. El top model español Jon Kortajarena abre el desfile seguido de la top internacional Carmen Kass. Tonos del desierto se deslizan gracias a las gasas ligeras y envolventes. Destacan las prendas hechas a mano y las texturas naturales de lino o algodón que dan a la colección ese aire eco-chic que quiere Verino. Los complementos brillan en ambar o caramelo, y llaman la atención detalles como los vestidos con un cinturón a la cadera y otro en el escote.
El oro llena la pasarela en look total en un mono de pantalón largo o se asoma tímidamente a través de un caftán en negro transparente. El negro, nocturno y mágico, se hace con la colección. Increíble en una chaqueta asimétrica con un hombro al descubierto y sobre un vestido mini de encaje negro. Los monos en punto y encaje se alían con gasas y tules que permiten lucir bronceado.
La línea de hombre tiene trajes cómodos, de corte desenfadado. Los jerseys de punto grueso y los pantalones de algodón se llevan en los momentos de relax dejando para la noche un lino planchado, fresco y elegante.