Por RAFAEL MUÑOZ
La 55 edición de la pasarela madrileña, o quizá tendría que decir la primera de “La Merche” pasará a la historia por su nuevo bautizo y por acoger el primer desfile de joyería.
La firma, criada en la casa Suarez, ha logrado al menos una cosa: crear expectación. Las primeras filas estaban plagadas de clientas de la casa madre y también cantantes como José Mercé, y compañeros de pasarela como Roberto Torreta y Ángel Schlesser.
Las modelos han lucido una sencilla malla negra para no restar protagonismo a las joyas, aunque era difícil porque todas tenían un tamaño descomunal. El desfile ha comenzado con unos visuales con el ojo y la voz de Najwa Ninri que han dado paso a otros que provocarían accidentes de proyectarse en la Gran Vía.
Hemos visto collares como los de las mujeres masài, con aros enormes y otros de flecos caen en cascada desde el cuello. También brazaletes, pulseras y grandes pendientes que han querido representar el mestizaje de culturas y las formas orgánicas de la naturaleza.
¿Tiene sentido este desfile? Las dudas no han tardado en aparecer pero¿ ¿Por qué no? Ahora mismo triunfa en medio mundo Assad Awad , un joyero libanés, rompedor y de talento osado, afincado en Madrid que ha creado joyas para Juanjo Oliva y Maya Hansen, y divas como Lady Gaga han lucido sus creaciones. Es posible que Aristocrazy quiera introducirse en este mercado y qué mejor escaparate que presentarse al mundo en la pasarela española más internacional, La Merche.