¡Estos chicos tienen que hacer una colaboración con Adidas!, queda dicho. Su colección habla de la nueva cultura y la nueva costura. Cultura urbana, digital; costura deportiva, tecnológica.
María y Victor beben de la estética del cine jakuza, el manga, los videojuegos, el ciberespacio y la música electrónica. Así vemos estampados 3D multidetalle, con paisajes imposibles y personajes inventados. Todo con un mucho humor, como por ejemplo un dibujo de Doraemon con la camiseta del Atleti.
Blancos, negros, rojos y amarillos, colores de señales de tráfico, llenan el armario de su “Diva Ciber”, un armario nocturno, “bakaladero” y con trazos reflectantes para no pasar desapercibida.
Pieles sintéticas y otros tejidos de nueva generación, como los engomados, se mezclan con sedas italianas para lograr ese look de costura callejera, aunque esta colección es menos artesanal que las anteriores.
Pablo Ruiz Galán cogió el móvil, imagino que tiene tarifa plana, y llamó a todos sus contactos para pedirles ropa y otras cosas que no usaban con el propósito de tener material para hacer su colección. 200 personas, entre amigos y conocidos, le dieron sudaderas, camisetas, tiendas de campaña y bolsas reutilizables de supermercado.
Con todo ello ha realizado “New Life”, una propuesta urbana, de apariencia ECO, en la que las prendas se definen en función del material. Si se utiliza una tela de saco de dormir es normal que salga una prenda que resguarda del frío y si se trabaja con bolsas azules de centro comercial terminarán convertidas en un poncho para la lluvia.
El calzado es fruto la colaboración con Onitsuka Tiger. La casa le ha regalado zapatillas de anteriores colecciones y la artista Nuria Blanco las ha customizado con una técnica de pegado de papel japonés.
Ruiz Galán dice que, aunque en la pasarela solo hemos visto chicos, su ropa es unisex. Es la primera vez que desfila en Cibeles y parece bastante “molesto” por la desaparición del premio a la mejor colección de EGO.