Lleno hasta la bandera en el desfile de Álvaro Castejón y Arnaud Maillard, Alvarno. Una cita que, para algunos, ha sido la ocasión idónea para hacer la rentrée fashion.
Los jardines del Museo Lázaro Galdiano han sido el campo de batalla perfecto para la exhibición de poderío de sus amazonas que llevan accesorios metálicos y corazas de metacrilato transparente cortadas al láser que muestran un rasgo de fragilidad.
Partiendo del patrón de la chaqueta masculina la colección avanza con formas orgánicas que se vuelven cada vez más femeninas con las aplicaciones de flores de textura metálica.
El vestido es la pieza principal en esta colección que pide a gritos una lluvia de flashes. Los looks de día, incluso, se ven sofisticados. Vemos pantalones con un delicado brocado y casi todos los tejidos llevan un plus en forma de jacquard o un bordado.
El dúo protagonista es el formado por el negro y el oro, pero dejan protagonismo a un magenta flúor y a un azul egipcio que tienen una función: hacer soberbios los vestidos de encaje.