No es la primera vez que la diseñadora hace un desfile con mensaje y en esta ocasión recomienda reciclar, dar una oportunidad a esos materiales que pueden tener una segunda vida.
Lafuente utiliza trozos de lona plástica, y también textil vegetal hecho con fécula de patata y caña de azúcar para construir prendas de carácter arquitectónico inspiradas en algunas formas vegetales.
La colección, breve, está formada por las prendas realizadas con esos tejidos ECO y por otras que mezclan varias texturas como sedas, algodón y encaje, elemento que añade un toque festivo a la propuesta.
La leonesa trabaja con colores claros, como blancos, crudos, beige y tostado que se alegran con toques de amarillo. Así vemos tops y vestidos con transparencias veladas con estrellas de mar que parecen margaritas, y otros con peplum que lucen una flor XXL en la solapa.
Hay prendas que marcan la figura, y las faldas llevan diferentes largos, o mini o cayendo hasta el suelo. Tocados hechos con redecillas de plástico (como las de las nueces o castañas) completan algunos looks de calle que Lafuente mezcla en la pasarela con prendas de imagen, vestidos de estructuras óseas patronadas con esos materiales de deshecho. Son invitaciones a reflexionar sobre lo que tiramos en el armario y lo que guardamos en la basura.