Más de 27.000 refugiados habían pasado hacia Croacia cuando Orban ordenó levantar esta alambrada en septiembre de 2015.

Con una longitud de 41 km, su construcción provocó una ola de pánico entre los migrantes que trataban de llegar al norte europeo. Las imágenes de las familias pasando las alambradas dieron la vuelta al mundo.

En marzo de 2016, Macedonia, Croacia, Eslovenia y Serbia cierran definitivamente sus fronteras al paso de migrantes, dando por clausurada la "Ruta de los Balcanes".

Levantada en 2015, es parte de las reacciones de los gobiernos balcánicos ante la avalancha de refugiados. En 2015, casi un millón de refugiados cruzaron el Mediterráneo huyendo de la miseria y la guerra.

En marzo de 2016, Macedonia, Croacia, Eslovenia y Serbia cierran definitivamente sus fronteras al paso de migrantes, dando por clausurada la así llamada "Ruta de los Balcanes".

Con una longitud de 175 km, fue construida entre julio y septiembre de 2015.

Antes de completar sus 4 m de altura y cerrarse por completo, se vivieron escenas dramáticas de choques con policía de frontera y refugiados intentando superarla. El coste de la valla alambrada se estima en 98 millones de euros.

En marzo de 2016, Macedonia, Croacia, Eslovenia y Serbia cierran definitivamente sus fronteras al paso de migrantes, dando por clausurada la "Ruta de los Balcanes".

En la frontera entre Austria y Hungría, el campamento de Hegyeshalom acoge menos de 1.000 refugiados.

En la peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, más de 3.000 refugiados cruzaron a pie durante la madrugada del 10 de septiembre de 2015 desde Hungría a Austria, donde fueron atendidos mientras aguardaban para continuar continuar su viaje hacia Alemania.

En Serbia, los campamentos de Sid y Presevo acogen unos 1.000 refugiados, con picos de 1.500.

Durante el recrudecimiento de la avalancha en el verano de 2015, muchos refugiados atravesaban Serbia tras salir de Grecia rumbo a Alemania y los países nórdicos. Es la conocida como ruta de los Balcanes. Las sucesivas políticas de cierre y expulsión que han blindado los países circundantes convirtieron la zona en una tierra de nadie para los migrantes. En marzo de 2016, Macedonia, Croacia, Eslovenia y Serbia cierran definitivamente sus fronteras al paso de migrantes, dando por clausurada esta ruta.

En los últimos meses de 2015 Alemania lideró la apertura europea en la crisis de los refugiados. Tras recibir más de un millón de solicitudes de asilo ese año, el episodio de las agresiones sexuales producidas durante la Nochevieja en Colonia tuvieron un impacto negativo en la opinión pública germana. En enero de 2016, el gobierno de Ángela Merkel aprobó un endurecimiento de las leyes que regulan la deportación, en relación a delitos cometidos por migrantes, y también abrió la puerta al decomiso de bienes a los solicitantes de asilo para costear su gestión.

En noviembre de 2015 el primer ministro esloveno, Miro Cerar, aseguró que las barreras serían temporales y que no se cerraría la frontera sino que se pretendía controlar las entradas. Croacia y Eslovenia, que comparten una frontera de 670 kilómetros, forman parte del espacio de libre tránsito de Schengen.

El malestar de algunos gobernantes ante la gestión de la crisis dio pie al levantamiento de vallas en las fronteras. Finalmente, el acuerdo EU-Turquía para la devolución de refugiados, da el impulso definitivo para que en marzo de 2016, Macedonia, Croacia, Eslovenia y Serbia cierren definitivamente el paso a los migrantes, dando por clausurada la "Ruta de los Balcanes". Esto ha conducido a la búsqueda de vías alternativas más al oeste.

En Serbia, los campamentos de Sid y Presevo acogen unos 1.000 refugiados, con picos de 1.500.

Durante el recrudecimiento de la avalancha en el verano de 2015, muchos refugiados atravesaban Serbia tras salir de Grecia rumbo a Alemania y los países nórdicos. Es la conocida como ruta de los Balcanes. Las sucesivas políticas de cierre y expulsión que han blindado los países circundantes convirtieron la zona en una tierra de nadie para los migrantes.

Antes del cierre de la frontera macedonia, los migrantes viajaban desde las islas helenas a Atenas. Desde allí iban a Idomeni, a 80 kilómetros al noroeste de Tesalónika. Y desde allí saltaban a Macedonia, al campamento de Gevgelija, un punto desde donde poner rumbo a la frontera serbia.

El campo de Gevgelija en Macedonia tiene capacidad para menos de 1.000 refugiados.

El Parlamento de Bulgaria ha autorizado en febrero un despliegue del ejército en sus fronteras con Turquía en un intento de controlar el creciente número de refugiados. Esta decisión se produce después de que Austria y Eslovenia anunciaran medidas para reducir la entrada de los migrantes. La valla construida entre Turquía y Bulgaria tiene una longitud de 130 km y empezó a levantarse en enero de 2014.

Grecia es el principal receptor de migrantes desde Turquía. La ruta marítima es la que elge la mayoría de los refugiados.

La valla que separa la frontera terrestre entre Grecia y Turquía tiene una longitud de 10,5 km (la frontera completa tiene 203 km). La alambrada comenzó a construirse a mediados de agosto de 2012, con un coste estimado de 5 millones de euros.

Campamento en la isla griega de Leros. Acoge entre 10.000 y 13.000 refugiados.

Desde el inicio de la crisis, las islas griegas como Chios, Samos, Leros, Kos o Lesbos, han recibido a diario a miles de personas huyendo de países en conflicto como Siria, Afganistán y Pakistán.

Han llegado tras cruzar el Egeo, una de las rutas marítimas junto a la del Mediterráneo hacia Italia y la occidental hacia España.

La entrada en vigor del acuerdo de devolución entre la UE y Turquía en la segunda quincena de marzo obliga a Grecia a reconfigurar los campamentos y dotarlos del personal necesario para cumplir los términos del acuerdo, esto es, el examen individual de cada solicitud de asilo para evaluar una eventual devolución a Turquía.

Campamento de Idomeni en Grecia, frontera greco-macedonia. Acoge a unos 17.000 refugiados. Tras el cierre de fronteras por el gobierno macedonio y la entrada en vigor del acuerdo de devolución entre la UE y Turquía en marzo de 2016, Idomeni se ha convertido en un cuello de botella sin salida para los refugiados. Miles de personas se hacinan a la espera de una solución. Mientras tanto, en este lugar se han vivido escenas dramáticas como la de cientos de refugiados intentando cruzar a Macedonia vadeando un río, episodio en el que algunos murieron ahogados.

Campamento de Moria en la isla griega de Lesbos. Acoge entre 10.000 y 13.000 refugiados.

Grecia es, desde el año pasado, la principal puerta de entrada para los refugiados que huyen de zonas de guerra y migrantes de otras nacionalidades. En especial la isla de Lesbos, que con una extensión de 1.634 km2 y una población de más de 80.000 habitantes, ha acogido la llegada de 517.000 personas entre enero de 2015 y enero de este año, según datos de ACNUR.

Las personas que llegan a Lesbos lo hacen por mar, sobre todo a bordo de barcas de goma mucho más cargadas de lo que deberían -tienen capacidad para transportar a unas 20 personas, pero suelen llevar a 50 entre mujeres, niños y hombres.

Desde el inicio de la crisis, las islas griegas como Chios, Samos, Leros, Kos o Lesbos, han recibido a diario a miles de personas huyendo de países en conflicto como Siria, Afganistán y Pakistán.

Han llegado tras cruzar el Egeo, una de las rutas marítimas junto a la del Mediterráneo hacia Italia y la occidental hacia España.

La entrada en vigor del acuerdo de devolución entre la UE y Turquía en la segunda quincena de marzo obliga a Grecia a reconfigurar los campamentos y dotarlos del personal necesario para cumplir los términos del acuerdo, esto es, el examen individual de cada solicitud de asilo para evaluar una eventual devolución a Turquía.

Campamento griego de Nea Kavala. Acoge unos 3.000 refugiados. Grecia, junto con Italia, es uno de los pricipales receptores de migrantes, sobre todo aquellos que cruzan por mar desde Turquía. Un millón de personas huyeron de la guerra y la miseria hacia Europa en 2015. La primera puerta para muchos de ellos fue Grecia. Esto ha supuesto una avalancha en la tramitación de peticiones de asilo según el protocolo de Dublín, obligatorio en la zona Schengen, y suspendido por el colapso administrativo.

El campamento en la isla griega de Samos acoge entre 10.000 y 13.000 refugiados. Desde el inicio de la crisis, las islas griegas como Chios, Samos, Leros, Kos o Lesbos, han recibido a diario a miles de personas huyendo de países en conflicto como Siria, Afganistán y Pakistán.

Han llegado tras cruzar el Egeo, una de las rutas marítimas junto a la del Mediterráneo hacia Italia y la occidental hacia España.

La entrada en vigor del acuerdo de devolución entre la UE y Turquía en la segunda quincena de marzo obliga a Grecia a reconfigurar los campamentos y dotarlos del personal necesario para cumplir los términos del acuerdo, esto es, el examen individual de cada solicitud de asilo para evaluar una eventual devolución a Turquía.

Campamento en la isla griega de Chíos. Desde el inicio de la crisis, las islas griegas como Chios, Samos, Leros, Kos o Lesbos, han recibido a diario a miles de personas huyendo de países en conflicto como Siria, Afganistán y Pakistán.

Han llegado tras cruzar el Egeo, una de las rutas marítimas junto a la del Mediterráneo hacia Italia y la occidental hacia España.

La entrada en vigor del acuerdo de devolución entre la UE y Turquía en la segunda quincena de marzo obliga a Grecia a reconfigurar los campamentos y dotarlos del personal necesario para cumplir los términos del acuerdo, esto es, el examen individual de cada solicitud de asilo para evaluar una eventual devolución a Turquía.

Campamento en la isla griega de Kos. Acoge entre 10.000 y 13.000 refugiado. Desde el inicio de la crisis, las islas griegas como Chios, Samos, Leros, Kos o Lesbos, han recibido a diario a miles de personas huyendo de países en conflicto como Siria, Afganistán y Pakistán.

Han llegado tras cruzar el Egeo, una de las rutas marítimas junto a la del Mediterráneo hacia Italia y la occidental hacia España.

La entrada en vigor del acuerdo de devolución entre la UE y Turquía en la segunda quincena de marzo obliga a Grecia a reconfigurar los campamentos y dotarlos del personal necesario para cumplir los términos del acuerdo, esto es, el examen individual de cada solicitud de asilo para evaluar una eventual devolución a Turquía.

En febrero la Policía de Macedonia utilizó gas lacrimógeno para dispersar a centenares de migrantes y refugiados que intentaban atravesar la frontera desde Grecia.

Miles de personas permanecen concentradas en Idomeni, la localidad griega fronteriza con Macedonia, la mayoría iraquíes y sirios. Unos 22.000 refugiados permanecen varados en Grecia tras las restricciones fronterizas impuestas de la llamada "ruta balcánica", que comunica Grecia con el centro y norte de Europa.

Estonia, Letonia y Lituania están endureciendo los controles de identidad y construyendo vallas en sus fronteras del este ante la preocupación de que la región báltica se convierta en el nuevo punto de entrada para los refugiados.

Los Gobiernos temen que miles de refugiados crucen desde Rusia y Bielorrusia. Las preocupaciones han aumentado desde que unos 6.000 solicitantes de asilo cruzaran en 2015 a Finlandia y Noruega desde Rusia.

En 2015, de los 31.000 refugiados que llegaron a Noruega, solo 5.000 lo hicieron desde Rusia. Por otro lado, el número de inmigrantes que ha llegado a Finlandia desde Rusia se ha detenido en marzo, según ha informado un guarda fronterizo finlandés . Esta valla empezó a construirse en 2016.

Estonia, Letonia y Lituania están endureciendo los controles de identidad y construyendo vallas en sus fronteras del este ante la preocupación de que la región báltica se convierta en el nuevo punto de entrada para los refugiados.

Los Gobiernos temen que miles de refugiados crucen desde Rusia y Bielorrusia. Las preocupaciones han aumentado desde que unos 6.000 solicitantes de asilo cruzaran en 2015 a Finlandia y Noruega desde Rusia.

En 2015, de los 31.000 refugiados que llegaron a Noruega, solo 5.000 lo hicieron desde Rusia. Por otro lado, el número de inmigrantes que ha llegado a Finlandia desde Rusia se ha detenido en marzo, según ha informado un guarda fronterizo finlandés . Esta valla empezó a construirse en 2016.

Estonia, Letonia y Lituania están endureciendo los controles de identidad y construyendo vallas en sus fronteras del este ante la preocupación de que la región báltica se convierta en el nuevo punto de entrada para los refugiados.

Los Gobiernos temen que miles de refugiados crucen desde Rusia y Bielorrusia. Las preocupaciones han aumentado desde que unos 6.000 solicitantes de asilo cruzaran en 2015 a Finlandia y Noruega desde Rusia.

En 2015, de los 31.000 refugiados que llegaron a Noruega, solo 5.000 lo hicieron desde Rusia. Por otro lado, el número de inmigrantes que ha llegado a Finlandia desde Rusia se ha detenido en marzo, según ha informado un guarda fronterizo finlandés . Esta valla empezó a construirse en 2016.

En 2015, 160.000 personas llegaron a territorio sueco, el número más alto per cápita en Europa, y el efecto llamada provocó que cundiera el pánico en el país, que se convirtió con Alemania y el resto de naciones nórdicas en los destinos más anhelados. En noviembre, el gobierno introdujo controles en la frontera con Dinamarca y la avalancha complicó las condiciones de acogida. El Gobierno sueco recibió muchas críticas, pero consiguió normalizar la situación. Tanto Suecia como Finlandia quieren reducir el número migrantes que solicitaron asilo en 2015. El ministro del Interior sueco, Anders Ygeman, ha anunciado que pretende expulsar a entre 60.000 y 80.000 personas a las que se les ha denegado la solicitud de asilo, mientras que el gobierno finlandés quiere echar del país a unos 20.000. De las aproximadamente 58.800 peticiones tramitadas el año pasado por Estocolmo, el 55 % fueron aceptadas.

Cada una de las dos vallas de Ceuta tiene 6 metros de altura. Las instalaciones cuentan con focos, detectores de movimiento, cámaras térmicas, móviles y fijas.

La suma gastada diariamente entre 2005 y 2013 en la instalación y el mantenimiento de las vallas fue de 22.086,34 euros (sin incluir los gastos en agentes de la Guardia Civil, o en miembros de las fuerzas de seguridad españolas). Hay que sumar 31 millones de euros invertidos en 2005 para aumentar la altura de las vallas en torno a Melilla y para instalar sistemas de vigilancia.

Con una longitud de 8,2 km, las vallas comenzaron a construirse en la década de los 90.

Valla entre Melilla y Marruecos, con una longitud de 10,5 km. La suma gastada diariamente entre 2005 y 2013 en la instalación y el mantenimiento de las vallas de Ceuta y Melilla fue de 22.086,34 euros (sin incluir los gastos en agentes de la Guardia Civil, o en miembros de las fuerzas de seguridad españolas). Hay que sumar 31 millones de euros en 2005 para aumentar la altura de las vallas en torno a Melilla y para instalar sistemas de vigilancia.

Con una longitud de 8,2 km, las vallas comenzaron a construirse en la década de los 90.