Yolanda Sobero y Miguel Ángel Viñas nos invitan a recorrer en imágenes la Atenas de "Sintagma", un reportaje que pone rostro a la crisis griega
La plaza Sintagma es el corazón político de Grecia. La presiden el Parlamento y la guardia que vela el recuerdo a los caídos por una patria que siempre ha sido más lengua y cultura que territorio. Hoy es también la nueva ágora ateniense, epicentro de las protestas y la indignación
En Atenas, cada día recorre la calle una manifestación, una concentración, una protesta... Más allá de las grandes cifras macroeconómicas, los griegos hacen cuentas y no les salen. La ilusión de riqueza y bienestar se ha esfumado y los ciudadanos consideran injusto el pago que se les exige
En una ciudad que acoge casi a la mitad de la población del país, y en la que la mayoría de habitantes depende del transporte público, han de comprobarse a diario las convocatorias de huelga. Desde hace meses, se suceden los paros, totales o parciales, sectoriales y generales...
Aunque las huelgas ajenas molestan, cada griego siente que tiene razones más que sobradas para la protesta. Se va visto sorprendido por una crisis financiera que ha mutado en económica y que, cada día, lo empobrece más
Buena parte de las protestas y manifestaciones las encabezan los funcionarios y trabajadores públicos. Han sufrido recortes en sus salarios pero saben que lo peor está por llegar: la reducción de un 30 por ciento de la plantilla, que se iniciará con el envío a la reserva de unos 30.000 funcionarios
En Portada se ha asomado a la Atenas que no sale en las postales ni mencionan las guías; la ciudad en la que se suceden los locales cerrados y los escaparates cruzados por anuncios de "se alquila" o "se vende". La de los barrios populares, la Atenas donde se ceba esta crisis
Los mercados semanales de estos barrios son un buen barómetro de la presión de la crisis. Su clientela, antes madrugadora en busca de la mejor fruta y verdura, ahora se hace esperar hasta casi última hora, cuando comienzan las ofertas, y rebusca entre lo más barato e incluso entre los restos
En Grecia el paro no deja de crecer y ya ronda el 17 % pero esta cifra oficial tapa buena parte de la tragedia: la precariedad, los sueldos impagados, el subempleo y los recortes salariales. Un paro invisible que no existe en los documentos ni las cifras oficiales
La exclusión social comienza a tener un nuevo rostro, infrecuente hasta ahora: personas a las que la crisis ha dejado sin trabajo, sin medios para hacerse cargo de su familia y pagar un alquiler
Las condiciones de la Unión Europea y del FMI apenas han servido para mejorar las grandes cifras. Sus recortes y gravámenes sólo hunden más la economía real y las perspectivas son sombrías. Cada niño que nace hoy en Grecia no viene con un pan bajo el brazo, sino con una deuda de miles euros