El realizador Ángel Barroso nos invita a recorrer en imágenes el Jerusalén de La llamada de Yavé, un reportaje sobre la comunidad ultraortodoxa de Israel
Los haredím, como les gusta llamarse, son ya el 10% de la población israelí y una cuarta parte de la de Jerusalén. Rechazan todo tipo de modernidad y viven en guetos como Mea Shearim, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. FOTO: ÁNGEL BARROSO
El equipo de En Portada ha recorrido Mea Shearim, ha entrado en las casas de los haredim y participado en sus celebraciones. Algunos de sus vecinos nunca han traspasado los portones que separan la barriada de la calle central. FOTO: ÁNGEL BARROSO
El barrio está repleto yehsivot, escuelas de la Torá, donde los varones pasan el día estudiando los textos sagrados. La total dedicación a la lectura de la Torá impide a los haredim trabajar o llevar a cabo otro tipo de obligaciones. FOTO: ÁNGEL BARROSO
En la mayoría de las casas de Mea Shearim no hay internet, ni aparatos de radio... ni siquiera periódicos. Las noticias se leen en las paredes y se odia la televisión: la 'alcantarilla' por la que transita lo peor de una modernidad que rechazan a ultranza. FOTO: ÁNGEL BARROSO
La llegada del Shabat, día de descanso del judaísmo que los haredim llevan al extremo, frena toda actividad en seco. Los puestos del mercado se cierran y el barrio se vacía en cuestión de minutos hasta quedar totalmente en silencio. FOTO: ÁNGEL BARROSO
Los haredim, sea cual sea su edad, reservan para el Shabat sus mejores sombreros. FOTO: ÁNGEL BARROSO
El sector laico de la población teme que los estrictos códigos de conducta de los ultraortodoxos se impongan en las ciudades. Uno de los asuntos más controvertidos ha sido su intento de imponer la segregación de sexos en las líneas de autobuses que recorren sus barrios. FOTO: ÁNGEL BARROSO