Alan Nishioka tuvo la genial idea de adaptar un espirógrafo a un brazo robótico, de modo que la máquina puede utilizar rotuladores de diversos colores para crear curiosas ilustraciones. Foto (CC) tibchris / Flickr.
Esta torre de refrigeración, la segunda más grande del mundo en ser demolida, cayó por su propio peso -y con la ayuda de algunos explosivos- en Carolina del Sur (EE.UU.) tras una intensa labor de ingeniería para controlar su desplome. Medía 150 metros de altura, 100 metros de ancho y fue construida en 1992.