Cesaria Evora, "la diva descalza" que popularizó el "blues" caboverdiano
- Ha muerto en un hospital de su país a los 70 años de edad
- La artista africana recibió numerosas distinciones a lo largo de su carrera
Conocida como la más importante cantante en la historia de Cabo Verde, Cesária Evora, apodada también "la diva descalza", ha fallecido este sábado en su país natal apenas unos meses después de abandonar la música por problemas de salud.
A finales de septiembre, Cesaria Evora anunció su despedida por consejo médico, dejando atrás una larga carrera en el mundo de la música que le reportó un éxito tardío pero internacional, con el que dio a conocer el "blues" caboverdiano, la "morna".
Nacida en la isla de San Vicente (Cabo Verde) un 27 de agosto de 1941, siempre estuvo rodeada de canciones e instrumentos. Como los que tocaba su padre, Justiniano de la Cruz, profesional del violón y el violín, o su hermano Lela, al saxofón.
A los 16 años "Cise", como la llamaban los más allegados, comenzó a actuar en bares y hoteles, con canciones cargadas de esa melancolía que impregnó toda su obra y que fueron recopiladas en un disco editado en 2008, "Rádio Mindelo".
Su voz, grave, convirtió sus canciones en poco menos que inconfundibles, acompañadas siempre de los ritmos propios de su tierra, influenciados por la colonización portuguesa y sus raíces africanas.
Coincidiendo con la independencia de Cabo Verde de Portugal, en 1975, la cantante vivió una época de depresión, cuando dejó de lado la música durante una década y cayó en el consumo abusivo de alcohol, concretamente el "grog", un aguardiente caboverdiano.
Las "mornas" -que algunos conectan con el fado luso- y "coladeras" -similares a las anteriores, pero de ritmo más acelerado- de Cesária Evora no salieron de Cabo Verde hasta finales de la década de los 80.
Salía al escenario con los pies desnudos
El resurgir de "la diva descalza" -apodada así por su costumbre de salir al escenario con los pies desnudos, como era costumbre en su tierra natal- llegó a partir de 1985, cuando viajó a Lisboa y comenzó a cantar en un local con música en vivo en la capital lusa, donde grabó su primer trabajo en solitario.
Dos años después, el productor José da Silva la escucha y le propone grabar un álbum en París, titulado precisamente "La diva descalza", como se le conocería para la posteridad.
A este disco, que no suscitó el entusiasmo entre la crítica, le siguió "Mar azul", en 1991, y apenas un año después "Miss Perfumado", cuando realmente le llegó el éxito internacional, a los 50 años.
Desde entonces recorrió el mundo entero con su música y compartió escenario con algunos de los más reconocidos artistas, como Compay Segundo, Chucho Valdés o Caetano Veloso.
La artista africana recibió numerosas distinciones a lo largo de su carrera, entre ellos el Premio de la Música de la UNESCO (1998), un Grammy a Mejor Album (2004) y la consideración de Caballero de la Legión de Honor de Francia (2009).
Ya en 2008 sufrió de graves problemas de salud, cuando tuvo un infarto cerebral mientras se encontraba de gira por Australia.
La cantante caboverdiana, que tiene dos hijos, ha fallecido a los 70 años en San Vicente, su isla natal, acompañada por su agente, José Da Silva, y debido a una "insuficiencia cardiorrespiratoria aguda y tensión cardiaca elevada", según el parte médico divulgado por medios lusos.