Grandes: "En 'Las tres bodas de Manolita' se ve que la felicidad es la manera de sobrevivir"
- La escritora acaba de publicar el tercer libro de una serie de seis
- Tras Inés y la alegría y El lector de Julio Verne
La última novela de la escritora madrileña es la tercera entrega de la serie Episodios de una Guerra Interminable, un proyecto que consta de seis novelas independientes que recorren la posguerra española y la dictadura franquista hasta 1964. Es la tercera después de Inés y la alegría y El lector de Julio Verne.
Las tres bodas de Manolita aborda la historia de un Madrid devastado, salido de la Guera Civil, en el que sobrevivir se convierte en un duro oficio cotidiano. Y más en concreto, es la historia de una joven que, debido al encarcelamiento de sus padres, debe hacerse cargo de sus cuatro hermanos.
Ella es Manolita "una chica del montón, corriente, hermana del chico guapo de la pandilla y que durante la República y la guerra lo único que quería era que la dejaran en paz", explica Almudena Grandes en Las mañanas de RNE. Y continúa definiendo así a su protagonista: "Era 'la señorita conmigo no contéis' mientras en España aún cada uno podía elegir su vida".
Pero su vida cambia por completo cuando todo se le desmorona. "Manolita descubrirá que en la cola de la cárcel hay dos tipos de mujeres. Las que están calladas y sobrecogidas por la tragedia y las que se dan consejos, se cuentan chascarrillos y tienen una apariencia aparentemente trivial pero que realmente es una afirmación de la vida sobre la muerte", afirma la escritora.
Por eso, dice Alumenda Grandes, "es una novela de la cárcel, pero de fuera, de la cola de la cárcel y Manolita es una heroína porque su hazaña es sobrevivir".
Inspirada en historias reales
Para escribir esta historia la escritora tuvo varios motores. Por un lado, el libro Querido Eugenio de la activista Juana Doña que Almudena Grandes leyó en 2003. "Era una carta de amor a su marido que había muerto fusilado y contaba que en la cárcel de Porlier se podía comprar un bis a bis de una hora, que lo llamaban boda, como eufemismo. Y me conmovío el pensar qué podía pasar en esa situación entre un condenado a muerte y su esposa".
Otro motor para esta última novela fue el relato que le hizo Isabel Perales quien le habló de que había crecido siendo "una niña esclava del franquismo", que al quedarse sin sus padres la llevaron a un colegio interna "donde en lugar de estudiar se pasaba el día lavando a mano, tendiendo y planchando. Lavaban con sosa, no con jabón, y se le despellejaron las manos, una historia tremenda".
Así, con esta novela Almudena Grandes denuncia también las redes de corrupción que se creaban durante el franquismo. De los 12 capítulos que componen el libro, los impares están narrados en primera persona por Manolita, que cuenta su propia historia. Y los pares reproducen la historia de los personajes secundarios pero necesarios para la protagonista.
Más de 160 pesonajes que han obligado a la escritora a ordenarlos en una lista. "Me lo propuso mi hija, que fue la primera en leer la novela y me dijo que se había perdido un poco. Las listas de personajes son algo muy de las novelas rusas y como a mí me encanta la novela rusa, tomé la idea".
Almudena Grandes asegura que para montar la novela escoge lo que la conviene sin pervertir la realidad. "Cuando se escribe una novela basada en hechos reales el compromiso es con la libertad para crear y la lealtad hacia lo que ha ocurrido, no manipular y no mentir", explica.
Grandes afirma también que este libro "es una novela funeral" porque cuenta mucha muerte y mucha dureza "pero no es una novela triste, porque no quería hacer una novela triste y el carácter de Manolita me ha ayudado en eso, es casi optimista".
El mejor resumen para el libro, dice, es que "la felicidad es una manera de sobrevivir".