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Sergi Puertas: "'Logout' habla de la absoluta falta de control sobre nuestras vidas"

  • Un cómic futurista dibujado por el artista uruguayo, Pier Brito
  • El protagonista es un testador de máquinas para evadirse de la realidad

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Fragmento de la portada de 'Logout', de Sergi Puertas y Pier Brito
Fragmento de la portada de 'Logout', de Sergi Puertas y Pier Brito

El novelista barcelonés Sergi Puertas (Porque si, Subnormal, Mindundi, Cómo destruir Ángeles) se ha unido al dibujante uruguayo Pier Brito (Lobo, Daredevil) para crear un desolador futuro para la humanidad en el cómic Logout (Norma) uno de los lanzamientos más destacados del año que nos cuenta que los hombres del futuro cercano preferirán vivir en mundos virtuales.

“El protagonista de Logout –asegura Sergi- es un tipo que trabaja de beta tester en una corporación que vende aventuras virtuales que funcionan a nivel de inmersión total. Te atiborran de drogas y te sumergen una semana, o varios meses, en una piscina de nutrientes, donde te mantienen en coma y vives mil aventuras guiado por un programa de ordenador”.

Una forma muy peligrosa de evadirse de la realidad: “El chaval –nos comenta Sergi- vive en sus mundos de Yupi de lunes a viernes, explorando la selva y otros mundos virtuales, y los fines de semana se enfrenta a su vida habitual, mucho menos interesante, ya que presentamos un futuro muy aburrido, en el que hace muchísimo frío. Después de pasar el fin de semana con su novia y sus amigos, el lunes tiene que volver a sumergirse en esos mundos virtuales, con lo que cada vez está más desquiciado y su cordura corre peligro, porque presentamos esta realidad virtual en una etapa embrionaria y todavía no se sabe las consecuencias de su uso. Por eso muchos de sus compañeros sufren trastornos mentales (lo que se conoce como síndrome de Kovalev)”.

Pero lo peor viene después, como relata Sergi: “Un día, al volver a la realidad, en vez de despertar en su piscina, lo hace en su cama, descubre que ha envejecido 20 años y se ha casado con la novia a la que no quería y pensaba dejar, e incluso tiene un hijo. Sus viejos amigos han muerto y tiene nuevos a los que no conoce. Entonces tendrá que investigar su propia vida como si fuera la de otro y descubrir si ha vuelto a la realidad o sigue en coma en el videojuego”.

Mundos virtuales

“Hay dos etapas distintas en la historia –comenta Sergi- la primera es la prehistoria de esa máquina de realidad virtual. La técnica se está desarrollando y sólo es para ricos. Por eso lo hemos imaginado de una manera muy loca con esas piscinas de inmersión, todos esos tubos, las drogas… El evaluador puede repetir fases del juego y va viendo cómo se comportan los personajes y cómo corregir los fallos”.

“La segunda etapa sería cuando el protagonista despierta, 20 años después, la tecnología ha avanzado mucho y todo el mundo tiene un puerto USB en la nuca para conectarse a los juegos mundos virtuales sin necesidad de piscinas ni de tomar ninguna droga. Es una sociedad que huye del mundo real, que no puede controlar, viviendo aventuras en mundos virtuales. Una alienación a lo gordo”.

Ese mundo gélido en el está ambientada la historia es: “Tenerife –asegura Sergi- Un Tenerife donde está nevando constantemente, porque se supone que el tiempo se ha vuelto loco y en el mundo real hace mucho frío. La gente va de casa al trabajo y del trabajo a casa y cuando llegan se enchufan al entretenimiento”.

Como vemos este desolador futuro esconde numerosa críticas a la situación actual: “Sí, hay críticas, ya que describimos un mundo en el que todos los problemas de ahora han ido a más, si eso es posible. Un mundo en el que los individuos no valen nada. Trabajan, duermen, se enchufan al videojuego y mueren”.

“Pero esa crítica es solo el telón de fondo de la historia, porque no me gustan las obras discursivas con personajes mirando a cámara. Lo exploro a través de las reacciones de los personajes y cómo intentan controlar lo poco que pueden de sus vidas. Porque planteamos una sociedad inamobible en la que lo único que pueden hacer los personajes es intentar escapar, aunque sea de forma virtual”.

“No controlamos nuestras vidas”

El cómic habla de la alienación del individuo; de nuestra, cada vez mayor, indefensión ante el poder corporativo; y del peligro del mal uso de la tecnología. “Uno de los temas que nos interesaban –asegura Sergi- es esa absoluta falta de control sobre nuestras vidas. Presentamos a un hombre con sus esperanzas y sus sueños y luego despierta, 20 años después, descubriendo que no ha logrado nada de lo que esperaba”.

“Creo –continúa el guionista- que eso nos pasa a todos un poco. Por ejemplo, empezamos a trabajar en este cómic en 2005 e iba a ser un tebeo modesto en blanco y negro. Y ha acabado siendo un álbum a todo color. La propia salida del cómic demuestra que no tenemos ningún control sobre lo que pasará en el futuro, porque en estos años el cómic, el dibujante y yo, hemos cambiado, todo ha sido muy diferente a cómo lo planteamos”.

“Philip K. Dick podría ser una influencia”

El cómic ha sido comparado con Matrix, Black mirror o Minority report, aunque Sergi prefiere otros referentes: “El cómic fue escrito en 2005, antes de Black mirror, que es de 2008. Quizá un referente mejor sea Philip K. Dick y su Desafío total. Más que la ciencia ficción cósmica me gusta la que narra historias sobre pringadillos atrapados en situaciones excepcionales y muy extrañas. Por eso el futuro que planteo en el cómic es casi como el actual, cambiando dos o tres elementos, sobre todo la técnica de los videojuegos”.

“Mi protagonista es un currante, igual que el de Desafío total, que también se ve inmerso en una situación muy loca. Eso me gusta más que los rayos láser o las batallas espaciales. Lo que me interesa es ver cómo va a reaccionar ese tipo cuando empiecen a pasarle cosas raras”.

Un dibujante excepcional

Sergi confiesa que pasar de la novela al cómic (es su primer guion para las viñetas) no ha sido fácil: “Tengo mis trucos como novelista y es un mundo en el que me defiendo, sé cómo manejar al lector. Pero el cómic me parecía como escribir líneas de texto en mitad de la nada y dejar el resto al dibujante. Tenía miedo de que fuera una cosa que no se pudiera identificar como mía al no tener mi prosa. Pero estoy muy contento con el resultado”.

Y es que los excepcionales dibujos de Pier Brito nos introducen a la perfección en este mundo tan reconocible como extraño.

La idea de reunir a guionista y dibujante fue de una tercera persona: “Me lo propuso Hernan Migoya, que es muy fan de mis novelas. Me dijo que en la editorial Glénat (ya desaparecida) estaban pensando en coger a buenos guionistas y dibujantes y emparejarlos para hacer tebeos de género. Yo estaba acojonado, pero me moría de ganas de hacerlo para probar cosas nuevas”.

“Trabajar con Brito ha sido estupendo, aunque casi toda nuestra relación ha sido a distancia. Estuvimos un tiempo hablando por correo y luego empezamos con el skype, porque él vivía en Argentina y yo en Barcelona. Luego ambos nos mudamos y ahora el vive en Ámsterdam, pero ambos compartimos el interés por la ciencia ficción y los cómics además de otras cosa como música y literatura. Y podemos pasar horas hablando. Hemos dedicado tres años a este trabajo y él lo ha dado todo”.

Sergi Puertas confiesa que le ha cogido el gusto a esto del cómic y entre sus proyectos figura otra historia de ciencia ficción: “Estoy escribiendo una novela con elementos fantásticos que demuestra que sólo hace falta que un idiota toque un botón para que toda la civilización de vaya a la mierda. Y con Pier Brito hemos empezado una novela gráfica de ciencia ficción para adultos, no de aventurillas, que está bastante avanzada. Pero vamos poco a poco”.

Mientras podemos disfrutar de este Logout que nos propone un futuro tan cercano como desolador.