Enlaces accesibilidad

'Viaje a Cotiledonia', el 'Amanece, que no es poco' del cómic

  • Pere Joan traslada a viñetas la obra magna del mallorquín Cristóbal Serra
  • Una historia que nos sigue sorpendiendo por su originalidad y profundidad

Por
Viñeta de 'Viaje a Cotiledonia'
Viñeta de 'Viaje a Cotiledonia'

Publicado en 1965, Viaje a Cotiledonia, de Cristóbal Serra, es una novela inclasificable de uno de los escritores más originales y visionarios de las letras españolas en general y de las mallorquinas en particular. Un libro que bebe de la tradición dadaísta y que nos propone un país tan raro y alucinante como divertido. Un país del que, por suerte o por desgracia, no estamos tan lejos. Serra era un escritor fascinado por los aforismos y por eso la adaptación de esta novela no puede estar en mejores manos que las de Pere Joan, un artista que nos ha demostrado las infinitas posibilidades de los pictogramas. Viaje a Cotiledonia: La novela gráfica está publicada por Edicions de Ponent.

Pere Joan describe la historia de esta forma: "Parece que es la crónica de un viaje pero es un relato fuera de los géneros habituales que describe en forma de sátira, algo quimérica y muy imaginativa, las actitudes que pueden encontrarse en grupos humanos. Es como si un Gúlliver llegara a una isla y describiera como un antropólogo las costumbre de los grupos rurales con los que se encuentra, con su diversidad, su crueldad... pero siempre con gran curiosidad"

Joan nos confiesa que el cómic "es un encargo, un feliz encargo del Institut d´Estudis Baleàrics para difundir la obra de Serra en novela gráfica. Pero me vino como anillo al dedo, si usara yo anillos, que no uso".

"Cristobal Serra -continúa el dibujante- era un rara avis, un tipo curioso, un escritor muy a su aire, muy apreciado por Borges, Octavio Paz y Vila- Matas entre otros. Un hombre muy culto (peculiar lector de la Biblia y traductor del Tao), de referencias clásicas a la vez que vanguardista. Tenía un gran sentido del humor y en su literatura eso se nota porque en Cotiledonia yo reconozco un paralelismo con el lenguaje de los tebeos de Bruguera. Véanse que términos utilizaba: marimondinos, mercachiflones, flojil, viudín, escorpionil, tururuta, archipámpano…"

Una obra precursora del 15-M

La novela de Serra estaba muy adelantada a su tiempo, como nos comenta Pere Joan: "Es curioso porque a pesar de describir una sociedad algo arcaica, al final, insospechadamente, se propone una renovación social que se parece muchísimo al movimiento del 15-M: se destierra a la corte, se da el poder a los débiles, a los poetas, los pacíficos y a las mujeres".

¿Este curioso país de Cotiledonia... ¿es España?. "Yo lo he ambientado en una especie de Mallorca preindustrial con toques de vestimenta de la Italia renacentista -asegura Joan-, pero al dibujarlo me daba cuenta de que había un paralelismo con la película Amanece, que no es poco, que a mi me parece un resumen de las Españas, si es que existe eso. Costumbrismo con toques surrealistas. Creo que Serra pensó en Mallorca, por cercanía y por sociedad cerrada (isleña) pero que puede aplicarse a un mundo mediterráneo o, en un sentido amplio, simbólico de los ritos de grupos humanos empecinados en sus hábitos inamovibles".

Pere Joan asegura que no le ha costado demasiado trasladar el surrealista mundo de Cristóbal Serra a las viñetas: "Para mi ha sido el trabajo con el que he fluido con mas ligereza, riqueza y sintonía inmediata. Con ello creo que he conseguido ser fiel al espíritu de la obra, dando visibilidad a los múltiples elementos poéticos que hay en su narrativa. Esa mezcla de prosa, imágenes poéticas, ideas sobre el mundo… todo eso encaja con mi forma de narrar".

Un canto a la imaginación y a la reflexión

El libro es un canto a la imaginación y Serra nos lanza una idea original tras otra sin que su inventiva parezca tener fin. Pero Pere Joan asegura que la novela también nos invita a "la reflexión, porque aunque a algunos puede parecerles arbitrario hay una voluntad de mejorar el mundo, mediante uso de la risa, la distorsión y el reflejo como de un espejo vallinclaniano. Cotiledonia está entre las obras que al mismo tiempo que describen el mundo crean otro. Un regalo para la mente".

Destacan las distintas razas en las que Cristóbal Serra dividió a los cotiledóneos. "Vaís a reconocer a más de una -asegura Pere Joan-. Los exageradamente emprendedores, los que viven para hacer y no ser, los que podrían equipararse con la casta, los hedonistas, adoradores de ritos que no se cuestionan…".

Imaginando un nuevo mundo

No parecía fácil trasladar este mundo tan disparatado a las vinñetas, pero el artista vuelve a demostrarnos su maestría. "Después de la contención pictográfico sintética de 100 Pictogramas para un siglo (XX) (Edicions de Ponent), mi anterior trabajo publicado, decidí optar por la exuberancia del trazo, por la inmediatez y lo orgánico. Me he saltado casi todos los trámites de planificar, calcar, entintar y retocar digitalmente. Empezaba el dibujo sin boceto y lo desarrollaba hasta el final, sin borrar jamás. Cargando de matices, acentuando las grietas, las arrugas, que tuviera un aire clásico, como de un dibujante que acompañara a un expedicionario (el narrador de la historia) y no se dejara detalle en el tintero".

Una novela grágica en la que Pere Joan renuncia a las viñetas."Decidí actuar muy intuitivamente, que la planificación fuera poca y decidirlo casi todo en el momento de dibujarlo. Al decidir respetar la voz del escritor, por ser muy peculiar e inmejorable, vi que no había demasiado diálogo ni acción. Mas bien descripción. Eso se ajustaba más a un dibujo abierto, que acompañara el texto más que describir escenas en estrictas viñetas. Por eso, aunque hay escenas de narración, no delimito las viñetas. Simplemente se van sucediendo".

El color también tiene una gran iomportancia en este trabajo: "Mucha -asegura Pere- Es un color orgánico, directo, muy trabajado. Decidí eliminar prácticamente el azul mediterráneo que me caracteriza en muchas ilustraciones y reflejar un mundo en donde se viera el musgo, las grietas, la humedad, los matices, el óxido de la vida. Eso me hace disfrutar mucho y creo que refleja la realidad. El sistema práctico consistía en que en cada color nuevo aprovechaba la mezcla del anterior y así conseguía una unidad tonal. En el color yo disfruto sin filtros, casi sin dudas, y pienso que el lector aprecia eso. Complejidad y sorpresa: para eso estamos los que nos dedicamos a la comunicación".

Y después de esta obra tan orignal ¿qué prepara Pere Joan?: "Me lo estoy pensando -nos asegura-, recuperé algún guión semihecho (tengo muchas carpetas que acumulan polvo y moho: ahí hay ideas que piden ser dibuadas) y casi seguro que le daré el mismo tratamiento gráfico. Básicamente analógico. Y seguro que será una historia que prime el mundo de las ideas, del ensayo vestido de narración o al revés, no sé... Emoción, innovación, musicalidad, juego y reflexión, eso es lo que hacen los magos de circo y lo que yo aspiro a hace".