'Hulka' de John Byrne, la superheroÃna que rompió moldes... ¡y la cuarta pared!
- Un integral recupera todos los números de la serie del autor británico
- Un cómic feminista y satírico, en el que el que la prima de Hulk hablaba con los lectores
En los años 90 el cómic de superhéroes americanos atravesó una grave crisis durante la que los dibujantes se convirtieron en los protagonistas en detrimento de los guiones. La colección de Hulka de John Byrne fue una de las excepciones. Un cómic que fue revolucionario en Marvel por su marcado carácter feminista, romper la cuarta pared, su sentido del humor y su toque sexy. Una joya que ahora edita Panini en el integral Marvel Héroes: La sensacional Hulka.
Con este tomo la editorial sigue recuperando la obra de uno de los creadores fundamentales del Universo Marvel (Los Cuatro Fantásticos, La Patrulla X, Alpha Flight, Los Vengadores, Puño de Hierro…).
Anteriormente, Byrne ya había llamado la atención sobre el personaje al elegirla para sustituir a la popular Cosa, en los Cuatro Fantásticos, después de que este decidiera quedarse en el planeta de las famosas Secret Wars. Como dice Julián Clemente (Editor Marvel en España), en la introducción del cómic: “John Byrne percibía a Hulka como una mujer liberada, desinhibida y actual… Explotó su lado más sexy al tiempo que la presentaba inteligente y con carácter”.
Hulka y Los 4 Fantásticos
Hasta entonces, otros miembros de Los 4 Fantásticos habían abandonado el grupo, pero no La Cosa, que era el más popular. Pero Byrne consiguió que los lectores de la época nos enamorásemos de Hulka, que protagonizó algunos de los momentos, más espectaculares, divertidos y sexys de la colección (como cuando la robaban una fotos en topless).
La Cosa regresó a Los 4 Fantásticos y Hulka pasó a protagonizar una espectacular novela gráfica con guión y dibujos de Byrne (con la que se inicia este tomo), en la que el autor británico cambió su apelativo de “Salvaje” por el de “Sensacional” (como Spider-Man). Y en la última página dibujó a Hulka desnuda y en la cama junto a su novio, Wyatt Wingfoot, dando a entender que habían tenido sexo (algo insólito en los cómics de Marvel de la época). Una escena que tuvo que redibujar para hacerla más pudorosa.
Tras este cómic Byrne abandonó Marvel durante una temporada y cuando regresó decidió recuperar a Hulka en esta colección que se sumó a las propuestas humorísticas del cómic de superhéroes de finales de los 80 (a raíz de esa obra maestra que es La Liga de la Justicia de Keith Giffen J.M. DeMatteis y Kevin Maguire).
Una colección muy divertida
Más allá de los aspectos superheróicos y el toque sexy, la colección de Hulka ha pasado a la historia por su sentido del humor, que quedaba patente desde la portada del primer número en el que Hulka decía a los lectores que era su segunda oportunidad para comprar su colección y que, si no lo hacían, iría a sus casas y destrozaría sus ejemplares de La Patrulla X.
Esa ruptura de la cuarta pared se convertiría en una de las características de la colección. Hulka hablaba con los lectores y con el propio John Byrne, que se convertiría en un personaje más. Lo que servía al autor para ironizar sobre el momento de los cómics. Además Hulka no llevaría uiforme sino que vestiría a la última moda, realzando ese aspecto sexy del personaje. Y Byrne la enfrentó a situaciones ridículas (una boda con el villano el Topo) y a algunos de los villanos más patéticos del universo Marvel, como el Doctor Bong de Howard el pato.
Sin embargo, tras solo ocho números, Byrne abandonó la colección tras discutir con la editora. Dos años después, durante los que la colección fue seguida por otros autores, la nueva responsable, Renée Witterstaetter decidió recuperar a John Byrne, que aceptó dispuesto a continuar la serie donde la había dejado. Por eso en la portada se dibujaba a sí mismo intentado poner un número 9 encima de la numeración de la serie; aunque la propia Hulka se lo impedía.
Byrne continúo con su sentido de humor y su surrealismo dejándonos algunas de las historias más divertidas de toda la historia de Marvel. Sin embargo, los lectores no terminaban de empatizar con un personaje tan avanzado a su tiempo y en el nº 50 de la colección, el autor británico decidió despedirse, por todo lo alto, con un episodio en el que contaba con la colaboración de otras estrellas como Frank Miller, Walter Simonson o Howard Chaykin.
Hulka ya había hecho historia al convertirse en la colección más longeva protagonizada por un personaje femenino de toda la historia de Marvel (llegaría hasta el número 60). Y, como podéis comprobar con este tomo, sigue siendo uno de los tebeos más divertidos y refrescantes del catálogo de la editorial.
Hulka nació en 1980
El cambio más significativo de los 70 y 80 en Marvel fue que las mujeres dejaron de ser un objeto decorativo, o meras víctimas para que las salvaran los héroes, gracias a autores como Chris Claremont (La Patrulla X), John Byrne (La Patrulla X, Los Cuatro Fantásticos, Hulka), o Frank Miller (Daredevil).
De entre esos personajes destacó Hulka, que sería una de las primeras féminas en tener su propia colección (Stan Lee y John Buscema, 1980). Aunque fue por una mera cuestión de marketing: debido al éxito de la serie de televisión de Hulk, Marvel temía que alguien pudiera registrar antes el nombre del personaje (algo similar pasaría con Spider-Woman).
Jennifer Walters era la prima de Bruce Banner (Hulk), una brillante abogada. Al recibir un disparo, Banner se veía obligado a realizar una transfusión improvisada con su sangre, lo que convertiría a Jennifer en Hulka (She-Hulk). Con la diferencia de que ella mantenía su intelecto (frente al Hulk salvaje de la época)
Tras 25 números la colección finalizó en febrero de 1982. Entonces, Roger Stern decidió integrar al personaje en Los Vengadores, subrayando su feminidad y dándole un carácter cómico. Fue allí donde la descubrió John Byrne, que se enamoró del personaje y decidió incluirla en Los 4 Fantásticos.
Lo malo es que, desde Byrne, muy pocos autores han sabido que hacer con Hulka. Las excepciones más notables son la etapa de Dan Slott, que bebía de Byrne, y la serie del guionista Charles Soule y el dibujante español Javier Pulido, que incidía en su faceta como abogada.
Pero la Hulka que seguimos recordando todos los aficionados es esta de John Byrne, uno de los mejores cómics de la Marvel de los 90.