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Sarah Glidden: "Si no buscamos soluciones para los refugiados la crisis seguirá empeorando"

  • La dibujante norteamericana publica el cómic Oscuridades programadas
  • Una historia sobre el impacto de la guerra de Iraq, los refugiados y el trabajo de los periodistas

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Sarah Glidden y fragmento de la portada de 'Oscuridades programadas'
Sarah Glidden y fragmento de la portada de 'Oscuridades programadas'

En 2011 la dibujante Sarah Glidden (Boston, 1980) decidió acompañar a unos amigos periodistas independientes en un viaje por Turquia, Siria e Iraq, que tenía como objetivo descubrir el impacto de la guerra de Iraq en la zona. Y que acabó convirtiéndose en la novela gráfica Oscuridades programadas (Salamandra Graphic), un apasionante relato sobre la vida de los refugiados en la zona, y una aguda reflexión sobre el periodismo.

“El tema de los refugiados es fundamental para mí –asegura Sarah-. Estoy muy preocupada porque los refugiados van a seguir aumentando, no sólo por los conflictos sino también a consecuencia del cambio climático, que va a obligar a mucha gente a dejar sus hogares. Y si no tenemos un sistema para ayudarles vamos a tener millones de personas desplazadas, como los sirios o los iraquíes, que no van a tener un lugar donde vivir. Los países más ricos como EE.UU. o Canadá tenemos la obligación de ayudarlos, en parte porque también somos la causa de muchos de sus problemas”.

En cuanto al tema del periodismo: “Antes de este viaje no sabía casi nada de periodismo –confiesa-, sólo lo que había preguntado a mis amigos periodistas. Por ejemplo: ¿cómo encontraban las historias o cómo sabían con quién hablar? Tenía una idea muy romántica del periodismo, como la de las películas y quería saber cómo era de verdad su trabajo. Por eso quería viajar con ellos. Y descubrí el auténtico periodismo”.

Viñetas de 'Oscuridades programadas'
Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Viñetas de 'Oscuridades programadas'

"La guerra no ha terminado para la gente de Iraq"

Sarah se dio a conocer con su anterior trabajo, el cómic Una judía americana perdida en Israel (Norma, 2011), un premiado y provocativo diario de viaje político y religioso a Israel. Pero fue antes del éxito de ese trabajo, en 2011, cuando decidió acompañar a tres amigos periodistas de la organización de periodismo sin ánimo de lucro “Globalist” y a un exmarine que había participado en la Guerra de Iraq para comprobar cómo vivían los que sufrían las consecuencias de la guerra.

“El reto del viaje –asegura- era recoger historias sobre lo que pasó después de la Guerra de Iraq, porque tras la elección de Barack Obama los estadounidenses dimos la espalda a ese conflicto, queríamos olvidarlo. Olvidar que nosotros iniciamos una guerra y que luego la abandonamos sin preocuparnos por las consecuencias, por los centenares de miles de muertos, y por los refugiados que se habían tenido que ir a Siria y que lo habían perdido todo: la familia, sus hogares…”.

Viñetas de 'Oscuridades programadas'
Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Esa guerra fue un fracaso, un desastre y nunca terminó para la gente de Iraq –asegura la dibujante-. Incluso luego se trasladó a Siria y fue el origen de la actual crisis de los refugiados. Todo esto comenzó con la Guerra de Iraq y la invasión estadounidense”.

“Y la situación ha empeorado con Donald Trump, que no quiere saber nada del tema –añade Glidden-. Deberíamos mirarnos al espejo por las consecuencias de esta guerra y también con la elección de Trump. Y deberíamos aceptar nuestra responsabilidad en este desastre dando más dinero a países como Cisjordania, Irán y Turquía para los refugiados, no para sus gobiernos”.

“También deberíamos aceptar más refugiados en Estados Unidos –continúa-, porque tenemos espacio y recursos; y su situación desesperada es en parte culpa nuestra. Además tenemos que escuchar a la gente de estos países, no a los políticos sino a la gente. Desgraciadamente, ahora les hemos dado la espalda y no estamos haciendo nada de eso. Las únicas que colaboran son las ONGs. No sé qué va a pasar”.

Viñetas de 'Oscuridades programadas'
Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Periodismo independiente

Glidden destaca las ventajas de este periodismo independiente frente al de los grandes medios: “Contamos más historias personales. Es triste decir esto pero creo que todavía hay gente en Estados Unidos que necesita recordar que son humanos. Y creo que los testimonios ayudan con eso”.

“Todavía recuerdo –continúa- un gran artículo en el New York Times, que ocupó toda su revista semanal y que incluía cinco historias sobre gente anónima de Iraq, Libia, Egipto, Siria… que nos contaban sus vidas antes y después de la invasión de Iraq. Cuando conocemos a esa gente pensamos de forma distinta sobre esas guerras. Porque no son políticos, sino gente como nosotros que han sufrido una guerra, algo que puede pasarnos a nosotros. Hay que hablar con los habitantes de otros países para conocerla porque quizá así, cuando nuestro gobierno pretenda invadirlos, podamos salir a la calle y decirle: “No lo hagáis, son gente como nosotros”.

Viñetas de 'Oscuridades programadas'
Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Viñetas de 'Oscuridades programadas'

En cuanto al cómic periodístico, Glidden asegura que: “El cómic no es un sustituto del periodismo tradicional, pero sí puede ser un complemento. Hay gente que no quiere leer artículos sobre las guerras porque son complicados, tristes y les pillan lejos, no conocen a la gente que las sufre. Creo que un cómic puede llegarles de una forma más fácil y servirles como introducción en estos temas. Además, el cómic se centra más en los personajes, en sus historias humanas y no en los datos (aunque también estén). Cuando la gente conoce primero a las personas, es más fácil que se interesen por lo que les pasa”.

“Para mí el ejemplo perfecto sería Persépolis, de Marjane Satrapi –asegura Sarah- un libro que me hizo sentir que conocía a alguien de Irán. Después, cuando leía cosas de Irán en los periódicos tenía más interés porque me acordaba de Marjane y lo que había pasado. Espero conseguir eso con mis cómics”.

Viñetas de 'Oscuridades programadas'
Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Antes de la Guerra de Siria

Cuando estuvo en Siria en 2011, Sarah confiesa que no podía sospechar que poco después estallaría la guerra: “Nunca lo habría imaginado. La gente no hablaba de política pero parecía feliz. Nosotros éramos periodistas estadounidenses y, aunque la gente nos trató muy bien, es posible que no tuvieran la suficiente confianza para hablarnos de sus problemas políticos. Para nosotros parecía un país estable. Tuve un shock cuando estalló la guerra, porque no lo esperaba, y conocía a mucha gente allí que ahora no sé dónde puede estar”.

“Los refugiados iraquíes a los que visitamos en Siria no corrían peligro, tenían casa, comida… lo mínimo -continúa- . Pero eso no significaba que fueran felices porque tenían traumas por las muertes de sus seres queridos, por perder sus familias... En Siria no es normal ir al psicólogo y estaban tan heridos emocionalmente que no había forma de arreglarlo. Encima, cuando estalló la guerra en Siria tuvieron que volver a irse a otros países. Con el problema añadido de que la mayoría no podía volver a Iraq. Muchos decidieron entonces ir a Europa; un viaje incierto y peligroso. También conozco a gente que llegó a Canadá y Estados Unidos y, aunque parecen contentos, siguen teniendo heridas de la guerra. Nunca se recuperarán del todo”.

“Los estadounidenses no sabíamos casi nada de Siria –confiesa-. Lo único que sabíamos era lo que nos contaba el gobierno de Bush sobre que ayudaban a los terroristas. Pero desconocíamos totalmente que ayudasen a los refugiados de Iraq. Parecía un país que funcionaba”.

En cuanto a por qué Estados Unidos invadió Iraq, Glidden asegura que: “Lo de las armas de destrucción masiva fue una mentira, una excusa. Las principales razones fueron el control de Oriente Medio, del petróleo y del mercado de armas. Aunque seguro que hay otras razones oscuras que se me escapan, pero fue una mala decisión”.

Viñetas de 'Oscuridades programadas'
Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Viñetas de 'Oscuridades programadas'

Dibujante y periodista

Después de este libro, en el que ha trabajado durante seis años, Sarah Glidden asegura que se considera una periodista: “Sí, he tenido mucho tiempo para acercarme a esa imagen de mí misma. Todavía hago cómics con una gran carga autobiográfica, pero cuando hago periodismo me tomo con mucha seriedad me trabajo, e intento ser lo más fiel posible a los protagonistas y lo que me cuentan. Por eso estaba tan obsesionada por transcribir con fidelidad los diálogos del cómic. Le da mucho realismo a la historia. Nunca puede ser realmente vedad porque también tengo que recordar sus gestos cuando hablan y no grabé video de todo, pero intento ser lo más exacta posible”.

Antes de ser dibujante Sarah quiso ser fotógrafa y en este viaje combinó las fotos con los bocetos que iba tomando. “Uso las fotografías para recordar los detalles, las pequeñas cosas que dicen algo de una persona en un lugar. Pero cuando quería ser fotógrafa tenía un poco de miedo de invadir la intimidad de las personas.

Su próxima obra también estará relacionada con las migraciones: “Será sobre el cambio climático y cómo afecta a la gente el desequilibro entre los países del norte y el sur. Entre los ricos y los pobres. Y cómo mucha gente se verá obligada a abandonar sus casas en los próximos años debido a ese cambio climático”.

Portada y página de 'Oscuridades programadas'
Portada y página de 'Oscuridades programadas'

Portada y página de 'Oscuridades programadas'