Hijo de un director de cine y de una actriz, era raro que Federico Jusid no se dedicara a esto del arte. Con un piano en casa, a los 7 años empezó a jugar con la música, a los 12 era el ayudante del compositor de las películas de su padre, y cuando sus amigos pensaban qué estudiar, él ya componía e interpretaba. La música es, en Jusid, algo natural, que viaja y se enriquece en su larga trayectoria, desde su Buenos Aires natal, pasando por EEUU, y llegando a las capitales europeas. Hace 10 años se instaló en Madrid, desde entonces llena de música muchas de nuestras series insignia.
La Señora, 14 de abril. La República, Gran Reserva, o Los misterios de Laura llevan la firma de Jusid. Ha compuesto la Banda Sonora Original de más de veinte películas, entre ellas, la oscarizada El secreto de sus ojos, por la que recibió el Premio Clarín a mejor Banda Sonora, el Premio Sur a la mejor música original y el máximo reconocimiento también en el Festival de Cine de la Habana. Y a eso hay que añadirle su trabajo como pianista y compositor de música de cámara por el que ha sido galardonado en certámenes y festivales internacionales. Entre sus conciertos y recitales destacan el del Carnegie Weill Hall de Nueva York, el del Theater Platz de Frankfurt, o el del Israel Philharmonic Orchestra House de Tel Aviv.
"Había muchas escenas sin texto, totalmente mudas, casi como videoclips, pero con una música romántica que podía ser del siglo XIX. Llegamos a la tercera temporada con un gran nivel de convicción, entusiamo y de feedback constante con los directores"
"Los leitmotivs están asociados a temperamentos, mundos, está el romántico, el de la atracción juvenil, y por otro lado, está el mundo de la ideología, los sueños, del mundo político de entonces. El tema podía aparecer en piano, con una orquesta, o con un solo de violín"
Jusid nos recibe en su estudio de Madrid. Le pillamos en una pausa, está componiendo la BSO de la película Bunker de Andrés Baiz.
Nos sumergimos en el mundo de las series televisivas. Él es el responsable de la maravillosa "Sparkles in my soul" de La Señora, de la setentera cabecera de Los misterios de Laura o de las románticas piezas que escuchamos en 14 de abril. La República.
¿Cómo es el proceso de creación?
Es parecido al de un largometraje. Hay mucho trabajo previo a tener la imagen, con el productor, con el director, con los guiones. Es buscar qué va a ser la música, un personaje más, va a comentar, a intensificar la emoción, es encontrar su rol. Luego se produce, yo empiezo a componer y a orquestar esa música, a grabarla. Y cuando nos llegan los capítulos tenemos de 5 a 10 días para ajustarla.
¿Cuál es el objetivo?
Que más allá de que tú puedas ver el capítulo 14 o el 18, puedas reconocer que determinados leitmotivs, determinados giros musicales y determinada orquestación pertenecen a la misma serie. La idea es que toda la serie tenga una identidad musical.
¿Lo más apasionante de tu trabajo?
Cada proyecto que empieza es como un juego, porque las posibilidades son infinitas. Lo que la música puede alterar en una escena es tanto, abre un espectro tan grande de alternativas que eso se transforma en un juego, creativo, muy exigente, porque hay un calendario, y esa búsqueda del tono justo, para cada serie, para cada personaje, para cada peli, es totalmente apasionante.
"Elegimos un color un poco retro, de los 50-60, del cine de suspense y de intriga, por eso la orquestación tan colorida, tan llena de instrumentos y de jazz, dentro de una cosa orquestal, muy a lo Henry Mancini, porque es un personaje de intriga, pero a su vez muy cotidiano"
"Pensamos que cada familia debía tener un universo musical, un elemento melódico con identidad. A la familia Cortázar le acompaña un leitmotiv oscuro, apasionado, retorcido. La familia Reverte tiene un carácter más transparente y noble, y su leitmotiv es más blanco"
¿Con qué momento del proceso te quedas?
Para mí orquestar es muy apasionante. Me gusta mucho trabajar con la orquesta. Cuando uno llega a la sala de grabación, aunque más o menos escucho lo que escribo, siempre la realidad es más fuerte. Cuando estoy en la cabina escuchando o dirigiendo la orquesta, lo que me devuelve es muy apasionante. Es un momento que también disfrutan mucho los directores cuando vienen a ver, porque antes yo les hablo de la música, se la toco aquí en el piano, pero cuando hay una orquesta sinfónica tocando por ejemplo el tema de amor de Ángel y Victoria, es emocionante.
¿Cómo percibe el compositor el producto final?
Es también apasionante, ver la serie en casa y verla como un trabajo casi de un tercero, es algo que incluso deja de ser de uno, es parte de un conjunto, que es el material audiovisual, que es una mezcla del trabajo del actor, del guionista, del director, del director de fotografía, el músico..., y entonces, esa partecita de uno, ya forma parte de otra cosa.