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El Valle de los Caídos en primera persona

Por
Amar - El Valle de los Caídos en primera persona

Nicolás Sánchez-Albornoz, Andrés Iniesta y Carmen Arrojo estuvieron, como Juanito el Chico -como preso- y Sole y Juanito el Grande -de visita-, en el Valle de los Caídos. Es el mausoleo que mandó construir el dictador Francisco Franco en el paraje de Cuelgamuros -a pocos kilómetros del monasterio de El Escorial- y cuya construcción fue iniciada en 1940 con mano de obra procedente de las cárceles franquistas, es decir, con presos republicanos. Aunque en principio estaba previsto que la obra finalizara cuatro o cinco años después, acabó inaugurándose en 1958: 18 años de construcción.

 RTVE.es ha hablado con algunas personas que estuvieron allí, trabajando o de visita, y con el historiador Rafael Torres, que ha escrito diversas obras sobre los presos que fueron "esclavizados", a su parecer, por el Régimen y por numerosas empresas privadas en obras como puertos, pantanos, edificios, etc., que pueblan toda España. Torres ha explicado que la cruz, la cripta, el monasterio y la carretera que lleva al monumento se hicieron obligando a realizar trabajos forzados a miles de personas hasta comienzos de la década de los 50

El ex preso e historiador Nicolás Sánchez-Albornoz -hijo del también historiador Claudio Sánchez-Albornoz-, fue a Cuelgamuros en 1948 después de haber estado en la cárcel de Carabanchel. Fue encarcelado junto a otros estudiantes por hacer una pintada que rezaba "Viva la universidad libre". Fue el colofón a un año de lucha por reorganizar la Federación Universitaria Escolar, a favor de la libertad en la universidad. Ya en el penal madrileño pensó en fugarse, cosa que finalmente consiguió en el Valle de los Caídos. Durante ese tiempo, y dado que era estudiante, trabajó en las oficinas y no cuenta muchas penalidades sufridas por los presos, ya que él vivía aparte y no lo vivió en primera persona. 

Tampoco conoció demasiadas calamidades durante su estancia en Cuelgamuros el hermano de Carmen Arrojo, Antonio Arrojo Maroto (1915-2005), que fue presidente del Tribunal Militar del segundo cuerpo del Ejército republicano. Estuvo en el valle durante dos años, en un destacamento en el que realizaban trabajos más especializados de pintura, electricidad, etc. Tenían por encima suyo a oficiales "correctos en el trato" que les daban el alimento que les correspondía y les trataron, según palabras de Carmen, "decentemente". 

 Quien sí vivió terribles penalidades fue Andrés Iniesta, un conquense con mucha historia a sus espaldas, pero, de forma resumida, podemos decir que fue encarcelado en 1939 a los 17 años -cuando entonces aún era menor de edad-, por ser de familia republicana, y después de pasar varios años en cárceles malviviendo, pasando hambre y bajo terribles presiones psicológicas, llegó a Cuelgamuros. Estaba en el destacamento de la carretera, cogiendo piedras de la montaña y machacándolas

Esta es sólo una pincelada de historias que aún, 70 años después de haber sucedido, están muy vivas. Amar en tiempos revueltos nos acerca, aunque de pasada  -no hay que olvidar que se trata de una serie de entretenimiento-, los hechos que sucedieron aquellos años gracias a personajes como Juanito el Chico, Simón y Pascual.