Culturas recónditas
Emisión Domingo 24 de mayo de 2009 · La 2
METRÓPOLIS estrena esta noche, dos trabajos que constituyen magníficos ejemplos de documentales devenidos arte.
Partiendo del festival "Heiva i Tahiti", un concurso de danzas y cánticos tahitianos y del "Festival au Desert" que reúne a músicos tuaregs de varios países, Lluis Escartín se adentra en la historia y la vida cotidiana de estos pueblos.
Con su inteligente confrontación de imágenes y narración dibuja sugerentes y poéticos retratos de dos culturas míticas, a la vez que poco conocidas.
Al igual que sus anteriores trabajos los dos video-ensayos más recientes de Lluis Escartín (Barcelona, 1966) destacan por su singular capacidad de sorprender y seducir al espectador.
El autor parece seguir siempre el camino que la curiosidad y la intuición le señalan; se acerca a los sujetos sin prejuicios ni pretensiones, con los ojos y oídos abiertos, y consigue transmitir el respeto que obviamente siente por lo que capta su cámara en unos tiempos cuando 'cámara' y 'respeto' parecen haberse convertido en conceptos antagónicos.
Se abstiene de comentar con palabras lo que ve y escucha, pero no por eso los trabajos son del todo inocentes; son más bien el resultado de 'la búsqueda de un equilibrio entre poesía y política' (L.E.).
En enero de 2009 viajó al 'Festival au Desert' que reúne cada año en Essakane a músicos tuaregs procedentes de países como Mali, Argelia o Mauritania. Al finalizar el evento, Escartín se unió a un grupo de tuaregs con quienes viajó en caravana y convivió en el desierto sin, al principio, siquiera poder comunicarse con ellos. Amanar Tuareg (España, 2009) más que documentar, transmite esta experiencia; pero va mucho más allá al convertirse en alegato contra la invisibilidad de un pueblo y el olvido del sufrimiento inflingido por sus opresores.
En Tabú Maná (España, 2009), Escartín nos lleva al otro lado del globo para descubrirnos -no una vez más, sino de forma diferente- a Tahití y sus islas: al unísono con la manera sosegada y pausada de hacer de los isleños, nos transporta a los paisajes cuya belleza abrumadora se ha intentado captar y exportar a todo el mundo. El estado de ensoñación que las imágenes provocan en el espectador es reforzado por el hechizo que ejerce la voz del personaje que narra pasado y presente del archipiélago y culmina con los planos sostenidos de los hipnotizantes movimientos de las bailarinas que participan en el festival "Heiva i Tahiti".