Honduras: unidos contra el hambre

Pueblo de Dios - Honduras, unidos contra el hambre

Los países centroamericanos viven uno de los periodos más críticos de su historia. Los vaivenes políticos y la crisis económica siguen haciendo daño a los sectores más débiles de la población. Honduras no es una excepción. Hemos convivido con los hombres y mujeres del campo, con quienes viven en las zonas rurales y más olvidadas del país. La realidad siempre supera nuestras previsiones. Y nunca para bien.

Con las familias campesinas

Escondido entre un territorio abrupto, Dulce Nombre es un municipio del departamento de Copán, en el oeste de Honduras. Llegar hasta aquí no es fácil: las zonas rurales de este país están muy abandonadas y los caminos, casi impracticables. Efraín Romero es el párroco de Dulce Nombre. Este sacerdote hondureño, de familia campesina, tiene a su cargo un territorio de muy difícil acceso por culpa de los lamentables caminos. Esta zona es especialmente pobre. Efraín lo sabe muy bien porque se deja los huesos recorriendo su parroquia y visitando las comunidades. De ahí surgió un ambicioso proyecto destinadoa disminuir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las familias de 23 comunidades campesinas. Varios cientos de personas se han beneficiado del proyecto.

Mujeres contra la pobreza

En nuestro recorrido por el mundo rural hondureño, cambiamos de emplazamiento. Nos vamos al norte, al municipio de Choloma, cerca de San Pedro Sula. El Rancho es una de las comunidades de Choloma y es poco más que un camino al que se asoman las viviendas de un centenar de familias. La ong española Manos Unidas está apoyando todos estos proyectos que visitamos, entre ellos el de El Rancho, donde se detectó que había muchas mujeres con cargas familiares y necesitadas de que alguien les echara una mano. Un grupo de ellas, animadas por María, la trabajadora social, se han unido para afrontar juntas sus problemas, que no son pocos. Viendo que había mercado, optaron por dedicarse a la fabricación de lácteos.