Cristina, una mujer feliz
Cristina Antolín es una mujer feliz que lleva 28 años en África. Esta médica y misionera de la Congregación de Santo Domingo estuvo durante 14 largos años en la misión de Isiro, en el noreste de la República Democrática del Congo. Allí aprendió de la mano de un cirujano congoleño y allí sufrió los horrores de la guerra. Incluso tuvo que huir de la misión y salvó su vida gracias a la ayuda de un pueblo nativo que la acogió. Hace 14 años fue destinada a Yaundé, la capital de Camerún. Allí dirige el Hospital San Martín de Porres, uno de los mejores centros sanitarios que hemos visitado en nuestros muchos viajes africanos. Varias congregaciones dominicas unieron sus fuerzas y, con la ayuda de España, se construyó y equipó el hospital. Manos Unidas, la ong de la Iglesia española, tiene una larga historia de apoyo y cooperación con este hospital. Por ejemplo, el suministro de agua.
Salud integral
Otro de los grandes proyectos apoyados por Manos Unidas es el de mejorar integralmente la vida de los enfermos de sida que pasan por el hospital. Se organizan grupo de apoyo, sobre todo con enfermas, y entre ellas crean pequeñas cooperativas para ganarse la vida. También se han concedido decenas de microcréditos y, así, las mujeres pueden reiniciar su vida. Muchas de ellas cuando reciben la noticia de que son portadoras del virus, reciben también el desprecio de sus familiares, pierden relaciones sociales y terminan con la autoestima por los suelos. El hospital también ideó un proyecto para los chicos de padres enfermos de sida. Las primeras ayudas llegaron de la ong Manos Unidas y luego han continuado. El departamento que se encarga de todo el trabajo social con los enfermos de sida tiene un nombre muy significativo: sí a la vida. Cristina y su equipo no se cansan en su empeño pese a la constatación del aumento de casos.