Noé y José Luis, las expulsiones más emotivas de 'MasterChef'
- Fueron las despedidas más tristes que se han vivido en el programa
- María evoluciona, destacando en la Prueba de eliminación
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La emoción aumenta programa tras programa en MasterChef. Esta semana han sido eliminados Noé y José Luis, que abandonaron la cocina con un nudo en la garganta. Fueron las despedidas más tristes hasta el momento; y es que la convivencia es cada vez más intensa y los lazos se estrechan.
Ambos coincidieron en que lo que más van a echar de menos es a sus compañeros, compartir tantos buenos momentos. Una experiencia única y una competición muy dura en la que aún quedan 8 aspirantes.
Sorpresas, Reto creativo y Rodolfo
Que MasterChef es un programa lleno de sorpresas no es nuevo para los aspirantes, pero lo que no esperaban era un Reto creativo sometido a la máxima presión: el peor de la prueba sería eliminado.
La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre los concursantes, a los que les aguardaba otra sorpresa que les pondría más nerviosos. Rodolfo, el gallo.
Este sería el protagonista del reto, ya que el plato a cocinar era un pollo relleno. Por suerte para ellos, no debían matar ni desplumar al gallo, pero tenían 90 minutos para crear un plato extraordinario.
Lo más complicado a la hora de elaborar un pollo relleno es deshuesar el animal. El jurado les aconsejó abrirlo por la espalda y meterle el relleno y darle forma. Finalmente se brida, con mucha precaución para no dejar hilos y que el pollo que bien cerrado.
En esto, Maribel demostró ser una experta y zurció el pollo como nadie, con una doble vainica.
"Soy bolillera. He sido 11 años presidenta de la Asociación de Bolillos de Benicarló. Si se te descose un botón no llames a la de sastrería, yo te lo coso en un plis plas", le dijo Maribel a Pepe.
Aunque no fue tan hábil a la hora de cocinar el pollo. Puso la bandeja del horno demasiado arriba, de tal forma que al recibir calor, el pollo se hinchó y se quedó encajado entre la rejilla y la resistencia. José Luis y Juan Manuel le ayudaron a sacar el ave del horno.
Excepto Eva, Cerezo y Juan Manuel, todos los aspirantes presentaron un pollo crudo, grasiento y con una salsa insípida. Algunos incluso olvidaron retirar las bridas del ave. Los jueces estaban decepcionados por no haber platos dignos de MasterChef.
El peor para el jurado fue el de Noé, que no se atrevieron ni a probarlo. Los chefs decidieron que el cordobés abandonase el programa, no solo por su pollo, sino por su trayectoria y poca evolución.
“Noé, me equivoqué contigo al meterte en MasteeChef“
Pepe se mostró muy duro con Noé durante la cata: "pido perdón públicamente a 8.985 personas que dejé fuera y me equivoqué contigo. Entono el Mea Culpa. Pero esto -refiriéndose al plato-, impresentable".
Tras la marcha de Noé, sus compañeros se quedaron muy afectados, pero el programa debía continuar. Los jueces nombraron capitanes a Eva, Juan Manuel y Cerezo para la siguiente prueba.
Una merienda 5 estrellas
Esta semana la Prueba por equipos se desarrolló en Madrid, en tres de los hoteles más lujosos de la capital: Hesperia, Westin Palace y Ritz. Cada equipo elaboró las meriendas típicas que se sirven en estos hoteles para unos comensales de altura.
Entre ellos, Roberto Torretta, Carolina Herrera, Nieves Álvarez o Kike Sarasola; actores muy queridos de TVE: Francis Lorenzo, Miriam Gallego, Pepa Aniorte (Águila Roja) y Lluvia Rojo (Cuéntame como pasó); y los presentadores de programas informativos Jesús Álvarez, Desireé Ndjambo, Pilar García Muñiz.
Los chefs Jorge González (Ritz), Víctor Guerra (W. Palace) y Esteban Mangudo (Hesperia) explicaron a los aspirantes cómo cocinar los platos de sus restaurantes.
Eva, Jose y María trabajaron en las cocinas del Hesperia, con delantales rojos y Jordi supervisándoles. Pepe estuvo con el equipo azul, Juan Manuel, Clara y José Luis, en el Westin Palace; y Samantha coordinó a los blancos (Cerezo, Fabián y Maribel) en el Ritz. Al final de la prueba, los jueces elegirían al peor aspirantes de cada equipo, que tendrían que enfrentarse en la Prueba de eliminación.
Los capitanes decidían qué plato cocinaba cada miembro del equipo. Mientras que Cerezo y Eva se quedaron con el más sencillo, Juan Manuel eligió el más complicado, gesto que el jurado admiró.
Por su parte, a Fabián le tocó la tarta de cítricos con macarons, un postre muy elaborado y el más difícil según el chef de la cocina. La presión hizo que el benjamín se bloqueara y le dio una bajada de tensión.
"Lo que parecía una simple merienda se convirtió en una pesadilla. Jamás la había cagado tanto como la estoy cagando ahora", reconoció Fabián.
A pesar de ello Samantha decidió que Cerezo fuese a la Prueba de eliminación. Para Pepe fue más difícil elegir entre los aspirantes de su grupo porque todos trabajaron bien. Optó por José Luis. Por último, Jordi indicó que María fue la peor del equipo rojo.
El segundo adiós
La Prueba de eliminación consistió en elaborar un solomillo Wellington. Tan importante como el punto de la carne son las tres cubiertas del plato: la que da sabor (relleno), la que aísla de la humedad (bacon, jamón ibérico) y la crujiente (hojaldre).
Cerezo, José Luis y María tenían 90 minutos para cocinar su plato, con su correspondiente guarnición y salsa. La presentación y organización en la cocina también suman puntos para el jurado.
“María, está claro que has sustituido tus llantos por fuerza y valor“
María parece que aprendió esta lección y "sustituyó los llantos por fuerza y valor". Presentó el mejor solomillo y el jurado decidió que debía salvarse.
Entre José Luis y Cerezo el jurado admitió que era una de las eliminaciones más difíciles. José Luis es un cocinero humilde en exceso y a veces la situación le supera, como en esta ocasión. Su solomillo y el hojaldre estaban crudos.
Cerezo es todo lo contrario. Prepotente y soberbio, se creía superior a sus rivales en esta prueba, e hizo un desastre de plato. A pesar de todo, los jueces creyeron que debía continuar en el programa, eso sí, va a estar en el punto de mira el resto de su estancia en el programa.
José Luis fue el séptimo expulsado de MasterChef. "Veía clarísimo que era yo, no me llevé ninguna sorpresa. La cocina yo la entiendo como un medio de disfrute personal, tomándote tu tiempo. Y eso no es MasterChef", apuntó el navarro.