Camerún, el futuro está en la tierra
En Camerún, como pasa en tantos países africanos, las zonas rurales son siempre las menos desarrolladas, tradicionalmente olvidadas por los responsables políticos que ponen sus objetivos en las urbes. Por tanto, es mucho más difícil encontrar carreteras pasables, escuelas dignas y hospitales bien atendidos. La mayor parte de la población rural la forman pequeños agricultores que se limitan a una labor de subsistencia. Queda mucho por avanzar en un sector productivo que podría mejorar sustancialmente la economía del país.
Mujeres y mandioca
Después de muchas horas de coche por los caminos del oeste camerunés llegamos hasta Ebonji Town. En las afueras de este poblado nos encontramos con un grupo de mujeres agricultoras que se han unido para trabajar en un proyecto en común para mejorar su producción. El proyecto surgió para mejorar la situación de los campesinos con formación, aportación de una nueva variedad de mandioca y material de trabajo. En total, algo más de 1.000 agricultores han formado 40 grupos de trabajo. El 70% de estos está formado por mujeres. La ong española Manos Unidas ha apoyado esta iniciativa que está consiguiendo, entre otras cosas, mejorar la situación de muchas mujeres, a quienes los problemas y las carencias se les acumulan cada día.
La formación de los llamados “grupos de iniciativa común” se ha convertido en una práctica habitual en muchos lugares de Camerún. Las mujeres, con mayor capacidad de organización y cooperación que los hombres, los llevan adelante. En el caso de los grupos de Ebonyi, con la mandioca elaboran el tradicional “garri”, que después venden en los mercados
En las tierras altas
Cambiamos de emplazamiento y nos vamos a las tierras altas de Camerún. Aquí, el terreno es de buena calidad y el clima ayuda. Sin embargo, está sobreexplotado por malas prácticas, los agricultores no almacenan bien la producción y tampoco tienen capacidad para tratar las enfermedades de su ganado. La ong local SHUMAS lleva adelante un ambicioso proyecto de formación en agricultura orgánica, educación, salud, desarrollo de la mujer, etc.
Desde la creación del centro de formación, 170 personas han realizado los cursos completos y cerca de 7.000 agricultores se han beneficiado de los cursos cortos. El trabajo de atención integral de la población rural viene siendo apoyado por Manos Unidas desde hace varios años. Esta ong española ha contribuido tanto a la creación del centro para promover agricultura orgánica sostenible como a dotar de medios técnicos para la producción de piensos, semillas y el manejo y aprovechamiento de animales de granja.