Más Isabel - La muerte de Yusuf, el hijo de Muley Hacen

• Muely Hacen recibe una triste noticia: su hijo Yúsuf ha sido asesinado en Almería
• ¿Quién la mató? ¿Quién ordenó la muerte del hijo del emir de Granada?

Muley Hacen recibe malas noticias desde Almería: su hijo Yúsuf ha muerto. ¿El culpable? En el capítulo de 'Isabel' vemos que el "principal sospechoso" es su tío, El Zagal. Pero, ¿esto fue así realmente? ¿Qué ocurrió ese día en Almería?

Ángeles Irisarri, autora de Isabel, la reina, defiende la teoría de fue El Zagal quien asesinó a su propio sobrino: "Sí, es verdad. Muley Hacén, cuando había perdido Granada y estaba refugiado en Almería, donde los habitantes lo habían reconocido como soberano, como andaba enfermo o, al menos, melancólico y no quería o no podía tomar un arma, dejó la gobernación en manos de El Zagal, su hermano, que fue el asesino de Yúsuf, y a Boabdil hubiera matado también de no haber puesto pies en polvorosa con algunos de sus fieles".

¿Un asesinato orquestado por Zoraida?

¿Pordría Zoraida haber ordenado la muerte de Yúsuf para quitarse de en medio a otro posible candidato al trono? Esta es la posibilidad que apunta Mabel Villagra, asesora histórica arabista de 'Isabel', basándose en los textos de Hernando de Baeza.

"Yúsuf estaba en Almería con su madre Aixa, quien semanas antes se había refugiado con su hermana pequeña. Y hasta Almería llegaron, enviandos contra él, algunos soldados junto a un mizwar (un funcionario real que hacía las veces de pregonero, de verdugo o recadero). Era un cargo que, como cuenta Baeza, solían ocupar los esclavos negros libertos (los escogían de raza negra porque a no tener familia cercana, que estaba en África, no tenían motivos para alzarse y así se aseguraban la fidelidad al rey)".

A diferencia de muchos cortesanos y partidarios, que aprovecharon para escapar de Alméria, Yúsuf se quedó: "Él pensó que su juventud le protegería de la espada del verdugo", continúa Mabel.

¿Qué instrucciones tenía el verdugo? "Parece ser que Muley Hacén hizo la lista de los que debían de morir en Almería, una vez presos, estando Zoraida con él, y en esa lista hizo una excepción con su hijo Yúsuf. Pero la 'rreina rromía' (Zoraida o Soraya) parece que le presionó las dos veces que Muley Hacén obviaba a su hijo de la lista. Al final parece que Muley Hacén cedió e incluyó a Yusuf en la lista de los condenados a muerte, con una nota a su hermano El Zagal de que el verdugo (mizwar) no tocase al hijo", nos cuenta Villagra.

¿Qué intereses podría tener Zoraida?¿Por qué querría a Yúsuf muerto? "Parece que detrás de esa presión a Muley Hacén había intereses de poder. Zoraida dió por hecho que Boabdil estaba cautivo y eliminando al hermano Yúsuf se aseguraba de que su hijo Sa´ad heredase el trono", apunta Mabel.

Como podeemos leer en el texto de Baeza, Yúsuf fue arrebatado de su madre, tendido en el suelo para ser ejercutado por degüello y decapitado. Consciente de que le iban a matar, pidió le fuera concedida una última voluntad: lavarse y ponerse ropas nuevas. "Esto tiene su razón de ser, ya que forma parte del ritual musulmán relacionado con la muerte. Alguien que fuera a morir en batalla, ejecutado, o como shahíd o martir debía lavarse según el ritual del ghusl y posiblemente haría una última oración. Esto es lo que hará Yusuf, se quita sus ropajes, se mete en una alberca o piscina cercana para lavarse, pide ropa limpia, y como cuenta Baeza acepta su muerte como voluntad de su padre y sin turbación", finaliza la asesora histórica de 'Isabel'.

Fragmento del texto de Hernando de Baeza

Y dizen que haziendo el rrey abulhacen por su mano el memorial de las personas que exceptaua, lo escribía delante de la rreyna rromía, su muger, y que a yntercesion della, y forjado é ynportunado della puso por exceptado a su hijo; y algunos quieren dezir que dos veces lo testó, y tantas fué ynportunado á que lo tornase á poner, que quando lo puso dixo ansí: aunque yo lo ponga, á mi hermano á de yr á que lo mande executar, y él no mandará matar á su sobrino, y el mizuar a de yr á executallo, y no degollara él á su señor.

La malicia de algunos quiso decir que la rreina auia fecho aquello creyendo que el Rey que estaba cautivo ya nunca saldría, y que muerto estotro, quedaría su hijo por Rey. Sea como fuere, que luego que el pregón se dio, la cibdad de Almeria se leuantó, y todos los principales que se sintieron culpados huyeron á la fortaleza, y aquella misma noche se colgaron por los adarues, y unos por mar y otros por tierra se pusieron en cobro. Solo el triste ynfante se quedó, porque le pareció que la ternura de su hedad le saluaua de culpa, especialmente siendo su padre el que le avia de dar la pena.

Estando ansí dende á dos dias llego allí el mizuar, que era la justicia mayor del rrey, el qual ordinariamente avia de ser negro y esclauo ahorrado. Y esto que fuese negro de guinea se hazia porque ordinariamente los negros no tienen parientes á quien descubran la justicia que el rrey manda hazer, ni de quien se duelan porque lo mande.

Llegado pues el mizuar á la fortaleza de almeria, toma al ynfante casi de los brazos de la madre, y tiéndelo en el suelo encima de un alhombra, y córtale la cabeza. Ay alguno que dice que al tiempo que el mizuar llegó á él el ynfante le dixo: ¡como! el rrey mi padre os embia á que me degolléis? El mizuar le dixo: señor, sí; y el respondió: nunca oy ni ley que tal cosa hiziese padre con hijo: deviera mirar mi poca hedad, mas al fin cúmplase su voluntad. Yo tengo necesidad de lavar mi cuerpo para recibir la muerte, y diziendo estas palabras, se comenzó á desabrochar sus rropas, y subióse hazia un patio, y metióse en una aluerca, y labó sus carnes, y pidió ropa limpia y diéronsela, y así pasó desta vida con mucho ánimo y sin ninguna turbación.