Mortadelo y Filemón, de Francisco Ibáñez
- La mitad invisible “investiga” a Mortadelo y Filemón, los 2 súperagentes de la TIA que hace más de medio siglo se sacó del lápiz el genial Francisco Ibáñez
- Los tebeos de Mortadelo y Filemón son los más populares entre los españoles
La mitad invisible
Un programa presentado Juan Carlos Ortega y dirigido por Blanca Flaquer que pretende descubrir la parte más desconocida de las obras de arte.
Cada sábado, a las 19.00 horas (excepto el primer sábado de cada mes) tenéis una cita con 'La mitad invisible' en La 2 de TVE
Aprendí a leer con Mortadelo y Filemón. Era una de las lecturas de mi padre.
De padre a hijo
Lo recuerdo tumbado sobre la cama, fumando, con el cómic riéndose. Cuando acababa, lo dejaba debajo de la cama. Yo lo cogía y disfrutaba de esos personajillos.
Sin necesidad de saber lo que decían, me reía de las exageradas expresiones, de los tremendos golpetazos, de las persecuciones. De todos los personajes, mi favorito era Mortadelo, pero prefería los álbumes en los que aparecía el Profesor Bacterio, el Súper y Ofelia.
“El álbum con el que más me reí de niño fue “El Brujo”“
El álbum con el que más me reí de niño fue “El Brujo”.
Lo releí mil veces, que aunque sea una conducta típica de la niñez, se debía a que mi padre comenzó a poner debajo de la cama otros cómics que creaban embarazosas incompatibilidades con mi edad.
Aún recuerdo los ratos interminables en el lavabo, en el cole, sobre la cama enorme de mis padres o, ya de noche, cuando mi madre ya nos creía a todos durmiendo, en mi habitación a oscuras con la puerta medio abierta para que entrara un poco de luz del comedor.
De leer a dibujar
En cuanto aprendí a coger un rotulador carioca, ponía Mortadelos en cualquier pedazo de papel. Pegado al cristal de mi balcón, calcaba historietas enteras que después les pasaba a los niños de mi clase, diciéndoles que las había hecho yo.
“No hay vez que pase por un quiosco y no sonría un poquito al ver una portada de Mortadelo“
Esta obsesión por Mortadelo afectaba a otros miembros de mi familia. Mi primo Juan no necesitaba calcar.
El tío pintaba con témpera unos Mortadelos que si los viera Bruguera lo encerraban o lo fichaban.
Con el tiempo llegaron otro tipo de lecturas y lo fui dejando de lado. Sin embargo, no hay vez que pase por un quiosco y no sonría un poquito al ver una portada de Mortadelo. No ha cambiado nada. No se puede decir lo mismo de mí.
Conocer a Ibáñez
Este programa no fue de los que elegí yo. Se lo sacó de la manga Juanjo Nieto, el montador, otro fan de Morta, que ha hecho un trabajo genial. Cuando lo dijo en la reunión de temas, me vino un tsunami a la cabeza.
“Lo cierto es que me he reído exactamente igual que antes. Ibáñez es genial“
Lo he vuelto a leer para preparar el programa y lo cierto es que me he reído exactamente igual que antes. Ibáñez es genial. No hay duda.
Durante el rodaje pudimos conocer a Ibáñez. Para mí fue como conocer a Supermán, mi otro gran héroe de mi infancia. Un poco nervioso, mientras hacíamos pruebas de luz, busqué un hueco en la conversación que mantenía con Juan Carlos, y me acerqué a agradecerle todo lo que me hizo reír, a mí y a mi familia.
Casi no me dejó hacerlo, quitando hierro al asunto, con una humildad genuina, afirmando que él no era más que un currante. Casi no me lo permitió.
Así que lo hago ahora por escrito.
Gracias maestro.