Los imperdibles de Porto Alegre

Visitar la “Fundacao Ibere Camargo”, el diseño arquitectónico del Museo, obra de Álvaro Siza, es fabuloso y las exposiciones son de lo mejor del arte moderno brasileño. No olvides tomar un café, las vistas de la ciudad son impresionantes desde la terraza.

Navegar en un catamarán por el Lago Guaíba. La mejor hora para hacerlo son las cinco de la tarde, además de contemplar una bonita vista de la ciudad de Porto Alegre podrás disfrutar de un maravilloso atardecer.

Degustar los más de 20 cortes de carne en un típica churrascaría brasileña. No te dejes llevar por el desfile de espadas, recuerda que el mejor corte se reserva para el final

Visitar la feria de artesanos y antigüedades un domingo en el Parque Faroupilha.

En los quioscos puedes adquirir una maceta de sus famosas hortensias o disfrutar de una bebida típica “bahiaza”.

Siéntete como un auténtico gaucho alojándote en una de las Granjas preparada para el turismo. Podrás aprender a montar a caballo o a dominar el lazo con las reses.

Comprar un porongo, recipiente de calabaza, para degustar como un verdadero porto- alegrense un chimarrao, mate típico de esta zona de Brasil.

Visitar Gramado, un pequeño pueblo a 115 kilómetros de Porto Alegre. Pensarás que te encuentras en una villa de Suiza o Alemania, con sus casas de madera, sus calles al estilo de la Romantische Strasse bávara. Incluso las semillas de los árboles que rodean su Lago Negro fueron traídas desde Selva Negra.

Sentirse como Hansel y Gretel patinando sobre una pista de hielo de chocolate, la única del mundo confeccionada con este dulce. Aunque no domines el arte del patinaje, la caída siempre será más dulce.

Contemplar la Cascada del Caracol, en Canela. Su caída de más de 130 metros es impresionante, sobre todo si la contemplas desde abajo tras descender por una escalera de 700 peldaños. Eso sí, recuerda que después de la vista, los 700 peldaños hay que subirlos.

Si viajas entre noviembre y enero ,y sobre todo si lo haces con niños, podrás disfrutar del espectáculo navideño más fabuloso de Sudamérica. Gramado se viste durante más de dos meses de aldea sacada de un cuento de hadas. Se adorna cada esquina con miles de luces de colores, figuras y monos de nieve, árboles y guirnaldas al más puro estilo de Nueva York.