Ana Luna, Esther, Juan y Mario son los finalistas de MasterChef Junior
- Sólo uno de ellos se convertirá en el primer MasterChef Junior España
- Aimar, Cristina, Marina y Pau se quedaron a las puertas de la gran final
FERNANDO MACÍAS
Esther, Mario, Ana Luna y Juan son los finalistas de MasterChef Junior, que competirán por el premio de 12.000 y ser el niño que mejor cocina de España.
Cuatro de sus compañeros, Cristina, Pau, Marina y Aimar se quedaron a las puertas de la gran final, pero han sabido demostrar que el talento y pasión por la cocina no están reñidos con la edad.
"Estoy triste porque no sigo en el programa pero contento porque haber llegado hasta aquí", dijo Aimar.
Una caja llena de sorpresas
La semifinal se presentaba como uno de los programas más emocionantes, lleno de tensión y nervios porque estaba en juego el pase a la final. Tenían que poner toda la carne en el asador; el más mínimo fallo les dejaría fuera de la competición.
"Ahora se nota que empieza el juego en serio porque ya sólo quedamos ocho y estamos a un paso de la final", apuntó Marina.
La primera prueba consistió en una Caja Misteriosa, con un ingrediente sorpresa muy especial: Lucía Gil, actriz y cantante de la Factoría Disney. Lucía les dio las pautas para elaborar el primer plato: una receta con productos del mar, como el salmón, almejas y gambas; y verduras y hortalizas.
El ingrediente más extraño fue el apionabo, que nadie lo había utilizado antes en la cocina. Se trata de una verdura de la que sólo se cocina su raíz, rica en vitamina C.
Para Jordi, lo mejor sería hacer un puré, crema o salsa con el apionado. Los niños echaron imaginación para crear un plato sorprendente y conseguir los primeros puntos de la noche.
La más original fue Esther, que preparó un sashimi de salmón con gambas y almejas, inspirado en la cocina japonesa de Ricardo Sanz, chef del restaurante Kabuki (Madrid), con una estrella Michelin.
“Me he arriesgado con el plato porque estamos cerca de la final“
"Mis padres me llevaron al Kabuki a enseñarme lo que era un sushi de verdad. Es una receta difícil pero me he arriesgado porque estamos cerca de la final", afirmó la leonesa.
El plato de Esther dejó impresionado al jurado por su dificultad, originalidad e "interpretación de la cocina japocañí" y le hizo merecedora de ganar la prueba.
Mario también hizo un gran plato, con una salsa americana elaborada a base de tomate, cebolla, zanahoria y gambas. Ana Luna fue la tercera mejor de este reto.
Los que más fallaron fueron Juan, que presentó un salmón crudo; y Marina, que puso citronela en su crema de apionabo, haciendo oídos sordos al consejo de Jordi.
Eso sí, todos pusieron las gambas enteras, para que Pepe disfrutase comiéndose las cabezas.
En mitad de la prueba irrumpieron dos personajes Disney, el capitán Garfio y Jake, buscando un tesoro. Ellos se fueron con las manos vacías porque el premio estaba destinado a la ganadora de la Caja Misteriosa, Esther.
Plato estrella en los restaurantes
El protagonista del siguiente desafío entró en plató caminando: era el ternero Benito. De este animal sale uno de los productos más consumidos en los restaurantes, el solomillo.
"Que mal tener que cocinar ahora a Benito", dijo Mario. Antes de ponerse manos a la obra, los aspirantes aprendieron los diferentes tipos de carne que se sacan del ternero (costillar, trasero, aguja, solomillo, lomo,...) y la técnica de corte para preparar un filete.
Sin embargo, el reto esta vez era triple. Los niños tuvieron que preparar tres solomillos, con diferentes puntos de cocción: poco hecho, al punto y muy hecho.
Lo más importante en la preparación del plato es dejar que la sartén coja mucha temperatura y poner los tres filetes a la vez, para así controlar los tres puntos.
Así lo hizo Juan, aunque no supo diferenciar bien los tres puntos de cocción. Mario, en cambio, lo hizo perfecto y clavó el resultado. El riojano se llevó el máximo de puntos que había en juego.
"Conseguir los tres puntos significa estar más cerca de final", exclamó Mario.
Antes de terminar la prueba apareció Mickey Mouse, el personaje Disney más querido, que traía la mejor de las noticias: "¡Nos vamos a Disneyland París!".
Un mundo de magia y fantasía
Disneyland París es el lugar deseado por todos los niños, donde los sueños se hacen realidad y la magia de Disney inunda todos los rincones.
“Por muy mayor que seas te hace la misma ilusión“
"Por muy mayor que seas, te sigue haciendo la misma ilusión que si fueras pequeño. Es algo increíble", reconoció Juan.
Esther y Mario eran los primeros en la clasificación general por lo que fueron los capitanes en la Prueba por Equipos. La chica eligió el delantal azul, mientras que Mario se quedó con el rojo. Los equipos, como siempre, se formaron al azar.
Los aspirantes se enfrentaban al reto más complicado del programa: elaborar un menú con tres platos para los visitantes del parque. Contaban con 90 minutos de tiempo y un mínimo de 45 comensales.
"Esta vez no ha máximo de personas. Funcionaréis como un restaurante profesional", advirtió Pepe.
El momento más divertido fue cuando Esther y Mario salieron de las cocinas en busca de turistas que quisieran probar sus platos. Los niños intentaban explicar, en varios idiomas, que les invitaban a comer en MasterChef Junior. "You, food", "i'm from MasterChef", chapurrearon.
A pesar de la petición de sus compañeros, Esther eligió el menú B, compuesto por una ensalada, fajitas y mango. Mario, Cristina, Juan y Marina cocinaron una hamburguesa de buey, con chips de plátano macho y yuca y de postre plátano con dulce de leche.
Esther tenía en su cabeza perfectamente definido cómo tenían que quedar los platos, pero no supo ejecutar su idea ni organizar a su equipo.
A simple vista, el menú más atractivo para los invitados parecía el del equipo rojo, pero la mayoría votó por las fajitas de los azules. La decisión final la tomó el jurado de MasterChef Junior, que dio la victoria al equipo azul. Esther, por no saber ejercer de chef recibió un punto menos que el resto de sus compañeros.
Y por fin llegó el momento más esperado: tocaba disfrutar de Disneyland París. Los niños vivieron un día inolvidable.
La última prueba de eliminación
El último reto de la noche consistió en elaborar una receta de pasta fresca, con relleno y salsa, acompañado de una ratatouille. El resultado final debía ser un plato armónico y perfectamente integrado. El pase a la final estaba en juego.
“Voy a por todas. Esta es mi última oportunidad“
"Voy a por todas y aquí tengo que pasar a la final. Es mi última oportunidad", declaró Juan.
Como no podía ser de otra manera, Remy, el protagonista de la película de Disney Ratatouille, presentó la prueba a los concursantes.
Como señaló Samantha, la ratatouille es una receta procedente de Niza, similar al pisto manchego, el tumbet mallorquín o la sanfaina catalana.
En su origen, la ratatouille se elaboraba a base de verduras cortadas en dados. Pero en 1976 el chef Michel Guérard popularizó otra receta: verduras cortadas en láminas y cocinadas al horno, en vez de salteadas en la sartén. Esta variación es la que aparece en la película animada.
Lo más complicado de este reto era conseguir el punto de cocción preciso de las verduras. De hecho, fue el error más común que detectó el jurado en la cata.
Marina se atrevió con una lasaña rellena de ratatouille. Una buena opción según el jurado, pero difícil de ejecutar por el tiempo con el que contaban.
Mario, por su parte, supo improvisar y cambió su receta tras la sugerencia de Jordi Cruz. El joven iba a preparar unos raviolis; pero decidió darle importancia a la ratatouille en el plato, dejando la pasta fresca como acompañamiento.
“Hay que sorprender para entrar en la final“
"Hay que hacer algo que sorprenda para conseguir los puntos y entrar en la final", afirmó Mario. Por el gusto y su actitud se llevó dos puntos y el tercer lugar del podio.
El mejor plato de la Prueba de eliminación fueron los raviolis de queso con ratatouille de Juan. El gallego consiguió los ansiados seis puntos que necesitaba para llegar a la final de MasterChef Junior.
"Estoy eufórico por estar en la final. Ahora sé que estaré aquí hasta la última semana y lo disfrutaré a tope; y que tengo más posibilidades de ganar", dijo Juan.
Esther y Ana Luna fueron las otras dos concursantes que más puntuación obtuvieron en la clasificación, convirtiéndose en finalistas del programa.
La alegría de Juan, Mario, Esther y Ana Luna se mezclaba con las lágrimas de Cristina, Marina, Aimar y Pau, que se quedaron a las puertas de la final. Pero no han perdido, sino que han ganado una experiencia única y han disfrutado como nunca en MasterChef Junior.
Todos tienen talento y pasión por la cocina, cualidades necesarias en un gran chef y si de verdad quieren ser cocineros tienen que seguir luchando por alcanzar su sueño.
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