Antonio Machado, "Yo voy soñando caminos..."
- El próximo 22 de febrero es el septuagésimo quinto aniversario de la muerte de Antonio Machado
- La figura del poeta se convirtió muy pronto en un símbolo del exilio republicano
- El programa es un recorrido biográfico a través de la obra poética del autor
- Recopila numerosas imágenes del poeta, custodiadas en el Fondo Documental de TVE desde 1967
FICHA TÉCNICA
Guión: Joan Sella Montserrat
Realización: Enrique Barrera
Producción: Dennis Kuhle
Montaje: Guillem Durantes, Luis Salvador y Javi Gutiérrez
Machado en Soria
Antonio Machado tomó posesión de su Cátedra de Francés en el Instituto General y Técnico de Soria en 1907. Poco después publicó su primer artículo de corte regeneracionista en la prensa soriana: “patria no es el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra”, escribió.
La etapa soriana de Machado –en su vertiente poética- está incluida en su mayor parte en el libro “Campos de Castilla”, cuya primera edición apareció en 1912, con muy buena recepción por parte de la crítica. Por lo general, el orden de los poemas de “Campos de Castilla” es un reflejo del devenir biográfico del autor. El segundo y el tercer poema del libro, “A orillas del Duero” y “Por tierras de España” constituyen el descubrimiento de la decadencia de Castilla, un tema al que era muy sensible el ideario regeneracionista. Este grupo de intelectuales, entre los que se incluye -de un modo relativo en el tiempo- a Joaquín Costa, Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset, denunciaba la decadencia y aislamiento de España tras la pérdida de sus últimas colonias. La Castilla “miserable” que percibe Antonio Machado es un ejemplo de la decadencia española.
Sin embargo, el mundo poético machadiano dio un vuelco repentino cuando se enamoró de quien sería su esposa: Leonor Izquierdo Cuevas. “El amor dulcificó a Machado”, afirma José María Martínez Laseca, profesor de Literatura Española en el Instituto Antonio Machado de Soria. Según Martínez Laseca, en Machado se aprecian dos actitudes ante el paisaje soriano. En primer lugar la del poeta recién llegado a la ciudad castellana, donde interpreta en los elementos paisajísticos la decadencia de Castilla y España utilizando un estilo áspero. En segundo lugar –parafraseando a Martínez Laseca- el Machado enamorado se aproxima al paisaje de su nueva ciudad con un sentimiento altamente lírico. “Donde antes solo veía grises pedregales, con Leonor se fija en los álamos del Duero “que serán liras del viento perfumado en primavera””, concluye Martínez Laseca utilizando una cita textual del autor.
El poema "A un olmo seco" es un canto de esperanza que reproduce un estado de ánimo del poeta en un momento concreto. Machado ha observado que a un olmo seco le han brotado unas hojas y califica el hecho de milagro. Al mismo tiempo, su esposa Leonor está enferma de tuberculosis y solo un milagro puede salvarla. Ian Gibson, biógrafo de Machado, afirma que el poeta había terminado el poema del olmo antes que la primera edición de "Campos de Castilla" saliera a la calle, pero no lo incluyó en el libro para evitar que su esposa enferma lo leyera. Leonor Izquierdo falleció a las pocas semanas de tener entre sus manos "Campos de Castilla".
"A un olmo seco" es uno de los poemas machadianos que aparecen escenificados en "Antonio Machado, "Yo voy soñando caminos…"".
Machado en Baeza
Leonor Izquierdo, la esposa de Antonio Machado, falleció el primero de agosto de 1912. Una semana después 'Machado huyó de Soria', en palabras de Ángel Salvador, director y catedrático de francés del Instituto Antonio Machado de Soria.
El siguiente destino como catedrático sería el Instituto de Baeza. En esta ciudad escribió la mayoría de poemas que recuerdan a su esposa fallecida.
El poema CXXI de "Poesías completas", cuyo primer verso es "Allá en las tierras altas" es, probablemente, el conjunto de versos machadiano de mayor calado elegíaco por la muerte de su joven esposa.
La pieza poética contiene dos localizaciones físicas: "en torno a Soria" y "la tierra mía". Cabe suponer que el segundo escenario el andaluz Machado lo sitúa en un olivar próximo a Baeza.
El punto de inflexión narrativo del poema es el verso "mi corazón está vagando en sueños". A partir de este punto el poeta se dirige a su amada fallecida pronunciando su nombre. El biógrafo de Antonio Machado, Ian Gibson, señala que esta es la única vez en que el nombre de Leonor aparece escrito en la obra poética machadiana. En los versos siguientes el autor apela al recuerdo de momentos vividos por la pareja durante sus paseos por los alrededores de Soria. Cita "los álamos del río con sus ramajes yertos", reforzando con el calificativo "yertos" su sentimiento de desolación. Un estado de ánimo que contrasta con la visión colorista que ofrecía Machado de la vegetación próxima al Duero, cuando Leonor y Antonio paseaban por este lugar (entre las ermitas de San Polo y San Saturio) cogidos de la mano, enamorados: "alamedas del río, verde sueño" se lee en un poema escrito en vida de Leonor Izquierdo.
En los versos finales del poema comentado, Machado teje con cinco adjetivos ("solo, triste, cansado, pensativo y viejo") una sensación de abatimiento irrepetible en la Historia de la Literatura Española, según coinciden varios expertos en la obra de Machado.
Cuando el equipo responsable de "Antonio Machado, "Yo voy soñando caminos…"" preguntó a Leonor Machado, sobrina de Antonio, por los momentos cumbre de la obra de su tío, respondió de un tirón: “los versos “solo, triste, cansado”… no se me quitan de la cabeza.”
Machado en Segovia
Antonio Machado se instaló en Segovia en la pensión regentada por Luisa Torrego en la calle de los Desamparados. Era un establecimiento muy humilde. Los pupilos de la casa se denominaban entre ellos “los desamparados”, en alusión a la calle donde vivían. Antonio Machado ocupaba la habitación más espaciosa de la pensión pero para acceder a ella tenía que cruzar el cuarto de otro huésped. En la casa hacía mucho frío, tanto que en pleno invierno el poeta abría la ventana de su habitación para expulsar el frío hacia la calle. Más tarde el hermano de Antonio, Manuel, le regaló una estufa de petróleo, aparato que sigue presente en la estancia que ocupó el poeta.
La pensión está abierta el público como Casa-Museo Antonio Machado y se conserva prácticamente igual que en los tiempos del poeta. La finca pertenece a la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce. La historia sobre cómo la casa llegó a manos de esta institución merece unas líneas: En 1949, un grupo de intelectuales que pretendía preservar la memoria de la presencia de Machado en Segovia, decidió alquilar de forma permanente la habitación que había ocupado el poeta para que no la utilizara otro huésped. En 1951 compraron la zona habitable de la casa y, finalmente, en 1974, la finca entera.
"Antonio Machado, "Yo voy soñando caminos…"" incluye una filmación de 1973, procedente del fondo documental de TVE, en la que aparece la dueña de la pensión segoviana hablando de las costumbres domésticas su ex pupilo Antonio Machado. Es un documento muy interesante que ayuda a acercarse al pequeño mundo de cada día del personaje a través de un testimonio de primera mano.
El fragmento de la pensión segoviana pertenece al programa "Antonio Machado", de la serie "Biografía", dirigido por Adriano del Valle. "Antonio Machado, "Yo voy soñando caminos…"" ha tomado también del programa de del Valle otros momentos de gran interés, como una filmación de la rebotica de Baeza, donde el poeta participaba en una tertulia. Hoy la rebotica ya no existe, pero en las imágenes quien fuera su propietario en 1973 asegura que la estancia se conservaba igual que en la época baezana de Antonio Machado. La rebotica de Baeza no solo es un lugar físico en la biografía del poeta, sino que también aparece en la obra machadiana "Poema de un día. Meditaciones rurales", donde el autor recrea el ambiente de la tertulia. Un fragmento del poema mencionado aparece escenificado en este capítulo de "Crónicas".