Comando actualidad - Hecho en casa
- Lo tienen todo dentro de las cuatro paredes de su hogar
Ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Ocio, negocio, educación... no necesitan más que las cuatro paredes de su hogar para tenerlo todo: desde operar a un gato en la mesa del salón hasta dar de comer a cuarenta en la cocina, tener una despensa hasta arriba de conservas recién hechas o educar a los niños sin que pisen un colegio.
Remedios tiene una cocina de las de antes. Grande, con embutidos colgando, quesos curándose, una llama calentando el hogar, gallinas ponedoras y bestias propias para sacar buena carne. Todo sale de aquí, y hasta su cocina llegan a diario decenas de comensales para ponerse hasta arriba con su menú de 12 euros. Un banco corrido junto a los fogones sirve de sofisticada sala de restaurante. Nadie se conoce, pero acaban como amigos de toda la vida.
Juanjo es veterinario en un pueblo berciano. Aunque va de casa en casa a sanar a los animales del campo, también opera en la suya propia. Su quirófano está en la mesa, junto a la librería. Allí esteriliza a una gata que acaba de traerle una vecina. El mismo sitio donde después dará cuenta, junto a un buen grupo de vecinos, de unos cuantos kilos de setas que acaban de recoger. Las que sobren serán conservas caseras.
Fabricando cerveza en casa
España es el cuarto país europeo en consumo y producción de cerveza. Parte mínima de ese mérito lo tienen los productores caseros, una tendencia en boga. Andrés y Marcos se juntan hoy en el patio de su casa para hacer una partida. No puede decirse que sea un ahorro, pero sí una satisfacción. Como alquimistas mezclan la malta, el lúpulo, la levadura, el agua, la embotellan y la comparten. Hay quien se hace en casa hasta cien litros.
Pero la casa puede ser también la escuela. En España unas dos mil familias educan a sus hijos sin llevarles al colegio, una situación de “alegalidad” que hace difícil conseguir títulos y graduados... aunque al final lo consiguen. María educa a sus cuatro hijos. Además de las clases que les imparte, enseña a sus hijos a labrar la tierra, a construir una casa con ladrillos o a tocar el piano. Otros chavales estudian en casa por necesidad, como Iván, que padece una enfermedad que le imposibilita para ir al instituto. Cada día, dos profesoras procedentes de la Educación Pública le dan clases en casa para que no pierda ni un día.