'Atletas al límite' en 'La Noche Temática'
- El programa analiza cuál es el precio que pagan los atletas por el triunfo
- También los avances en el dopaje genético y sus riesgos para la salud
'El reverso de la medalla'
La Noche Temática inicia su emisión con el documental “El reverso de la medalla”, una producción francesa de 2014 dirigida por Xavier Deleu y Yonathan Kellerman, de 52 minutos de duración y producida por Découpages y Yuzu Productions.
'Dopaje genético'
La Noche Temática continúa su emisión con el documental “Dopaje genético”, una producción alemana de 2010 dirigida por Beat Glogger, de 52 minutos de duración y producida por Propellerfilm, ZDF y ARTE.
El deporte se ha convertido en una importante fuerza económica, un negocio en expansión que no ha caído con la crisis. Pero a medida que aumentan los beneficios también aumenta el nivel de exigencia a los deportistas. Pero, ¿cuál es el precio que hay que pagar para llegar a la cima? ¿Hasta dónde deben llegar para alcanzar el reconocimiento supremo? ¿Y qué ocurre cuando descienden de los podios?
Los métodos modernos de dopaje son cada día más sofisticados, al igual que la mafia que los organiza. Con el dopaje genético se volverá aún más eficaz. ¿Será ésta la droga perfecta para eludir los controles?
La Noche Temática nos acerca a la presión sobre los deportistas y a la amenaza del dopaje genético.
'El reverso de la medalla'
Ávida de títulos, récords y rankings, la industria del deporte se ha convertido en una máquina de hacer dinero. Los deportistas se supeditan a las exigencias del mercado y a la ley del beneficio. Más entrenamientos, más competiciones, y sobre todo más victorias para complacer a sus fans, a sus directivas y a sus patrocinadores.
Más de cuatrocientos millones de espectadores para un clásico Barcelona-Madrid. Setecientos millones para una final de la Copa del Mundo de Fútbol. El Tour de Francia atrae a miles de espectadores a lo largo de su recorrido y a más de mil millones de oyentes y telespectadores en ciento noventa países. El deporte se ha convertido en el espectáculo más popular de la televisión. Pero, ¿cómo trata la industria de los espectáculos deportivos a los deportistas, durante y después de su carrera?
En nombre del espectáculo, la presión sobre los jugadores es cada vez más fuerte. Giovanni Ziviani, Jugador de fútbol entre 1976 y 1983 , nos lo cuenta: “Cuando un club compra a un jugador está haciendo una inversión. ¿Y qué significa hacer una inversión? Significa que tiene que rentabilizarse”.
Innumerables campeones terminan física y psicológicamente destrozados por el ritmo infernal del calendario deportivo, lo que les obliga a seguir empujando los límites naturales del cuerpo humano. Y sufren las consecuencias, una vez que dejan el deporte profesional.
En Alemania, hijos de nadadoras nacen con malformaciones; pagan el precio del dopaje impuesto por el estado a sus padres. Son los efectos secundarios de los productos que estaban obligadas a tomar para aumentar su rendimiento.
Ciclistas obligados a doparse, jugadores de hockey que se suicidan, jugadores de fútbol que sufren de demencia y cáncer, nadadoras con hijos con malformaciones, ¿ha ido demasiado lejos el deporte profesional?
'Dopaje genético'
Los científicos han identificado más de doscientos genes importantes para el rendimiento atlético. Genes deportivos que incrementan la fuerza, la resistencia o la velocidad. El futuro del dopaje está en la manipulación genética de los atletas. Habrá que preguntarse de quién es el mérito de lo que vemos en la pista: ¿del atleta o del biotecnólogo? Pero la ingeniería genética en los seres humanos no es sólo un problema del deporte sino para toda la sociedad. Hay demasiado dinero en juego en el deporte, y demasiado prestigio, como para obviar sin más un método tan poderoso como el dopaje genético. El deporte es un negocio, y hasta la ciencia es un negocio.
El dopaje genético no será detectable en la sangre o la orina, pues los genes están en cada una de las células de nuestro cuerpo, en nuestro material genético. El dopaje genético sólo puede detectarse de forma indirecta. Hay que hallar indicios reveladores. Uno de estos indicadores podría ser una sustancia llamada miostatina, que limita el crecimiento muscular.
La gran diferencia entre el dopaje hormonal y el genético es que la ingesta de hormonas puede interrumpirse, mientras que un gen implantado dura para siempre, o por lo menos mucho tiempo. Es decir, quien se dopa una vez, se dopa para siempre.
En los laboratorios los métodos no se desarrollan para dopar genéticamente a los atletas, sino como terapia génica en trastornos musculares, para pacientes como Ismael Miftari, de veintitrés años. Padece distrofia muscular de Duchenne. Apenas puede mover más de un dedo. Los expertos trabajan contra el deterioro muscular patológico en los pacientes, y la pérdida de masa muscular que entraña la edad.
El hecho es que la terapia génica funciona en animales. Los efectos secundarios son muy importantes. Los animales sometidos a esta terapia sólo son la mitad de longevos. Les estallan los vasos sanguíneos, tienen el hígado dañado y sufren un deterioro visible en su sistema muscular. La “inyección genética” que potencia la fuerza existe. ¿Cuándo será probada en seres humanos?
Sabiendo los importantes que son los genes para los atletas, ¿es ético emplear ese conocimiento para incrementar su fuerza, resistencia y velocidad?
¿Pagar una medalla de oro olímpica con la vida? ¿Cuándo se subirá al podio el primer olímpico dopado genéticamente? ¿En 2016, en Rio de Janeiro?