¿Quién fue el preso mejor tratado de la historia de España?
- Francisco I fue trasladado en un barco lleno de lujo y se celebraron corridas de toros en su honor
¿Sabías que se creía que tenía el poder de curar a los enfermos con tan solo tocarlos?
Cuando uno es apresado en batalla por el enemigo, lo normal es ponerse a temblar con tan solo pesar las penurias y desdichas que se vienen encima. Pero en la historia de España hubo un prisionero que fue tratado como un rey. Sí, Francisco I lo era, pero aún estando privado de libertad, fue recibido con los más altos honores: desde corridas de toros, hasta bailes, visitas incesantes y barcos engalanados que le escoltaban... Seguro que sus soldados no corrieron la misma suerte.
Francisco I, ¿un preso o un incordio?
"No debemos considerar a Francisco como un preso común, no lo es." Así de rotunda se muestra la historiadora que ha asesorado al equipo de guion, Mónica Calderón: "En Italia recibía la visita y los respetos de los nobles, tanto franceses como del bando imperial. El mariscal de Florange, que visitaba al rey francés, relata que una de aquellas visitas fue el mismísimo Duque de Borbón, y junto al Conde de Egmont, estuvieron jugando una partida de billar después de cenar. El nuncio papal que lo visitó, y que relató al Papa hasta el más mínimo gesto de Francisco, nos dice que Hernando de Alarcón, su custodio, le sostenía la servilleta al comer por lo que, en la medida de lo posible, se intentaba mantener un mínimo de protocolo cortesano."
Era tratado según el protocolo, pero tampoco vamos a decir que el rey de Francia estaba de vacaciones. La derrota sufrida en Pavía había sido muy humillante: "Los ánimos de Francisco, a pesar de intentar mantener la compostura en todo momento, estaban bastante decaídos y sus gestos así como su vestimenta, que no está a la altura de su dignidad, denotan que acusa la derrota. El nuncio habla de “espectáculo lastimoso” pues no parece un prisionero. De hecho se comporta cortésmente e incluso bromea con sus guardianes pensando “que no es menor la virtud de acomodarse a la fortuna que la de gobernar un reino”.
El rey que curaba a los enfermos con tan solo tocarlos
¿Sabías que su traslado desde Italia hasta España fue todo un despliegue? 50 galeras escoltaron a la nave que traía al Francisco I, la Capitana de Castilla. Calderón nos explica que se destinaron más de 1000 ducados a la decoración de su camarote.
Y cuando llegó a Barcelona y después a Valencia, hizo lo que se esperaba de él: "Llevaba a cabo uno de esos gestos que hoy día nos parecen inverosímiles pero que estaban plenamente asentados en la conciencia colectiva del hombre del siglo XVI: el Rey toca a numerosos enfermos que se presentan ante él pues es creencia común que los Reyes, especialmente el Rey de Francia y el Rey de Inglaterra, pueden curar con su sólo contacto."
“Se celebraron festejos de tal magnitud que el propio Francisco quedó sorprendido“
¿Y a qué preso se le honraría con grandes festejos?... A ninguno... a menos de que sea de sangre azul: "Antes de llegar a Madrid, la comitiva hizo un alto en el palacio de los Duques del Infantado (Guadalajara), donde se celebraron banquetes y juegos de toros en su honor, festejos de tal magnitud que el propio Francisco quedó sorprendido."
A su llegada a Madrid, fue alojado en el Alcázar: "La prisión de Francisco no es una clausura, de hecho puede salir. Sabemos que iba a misa a Nuestra Señora de Atocha y a cazar. Pero siempre fuertemente escoltado por españoles. Insisto en que Francisco es Rey, y el propio Carlos se ocupa desde el principio de dar instrucciones para que sea tratado con la reverencia debida; de ningún modo se le confinaría a una celda pues esto no es sólo un descrédito para el honor de Francisco, sino para el del propio Carlos."
"El concepto del honor, de la palabra dada, de la caballerosidad en tiempos de Carlos V es casi doctrinario. Carlos se ocupa de escribir personalmente cartas a Luisa de Saboya para darle noticias de su hijo, se permite el libre tránsito de embajadores y correos entre Francia y España, se da residencia a los enviados franceses… La prisión de Francisco en España es más un problema diplomático que una verdadera prisión; de hecho, la figura del rehén político es muy habitual en estos tiempos, utilizados como seguro preventivo para el cumplimiento de tratados internacionales. Lo normal es que los rehenes fueran nobles y caballeros (enviados por su propio monarca), de ahí la excepcionalidad de que en 1525 el rehén fuese el mismo Rey."
“Sabemos que iba a misa a Nuestra Señora de Atocha y a cazar“
Las mujeres de Francisco consiguen su libertad
El rey francés le debe mucho a su madre y a su hermana: "Luisa de Saboya quedó como regente durante la prisión de su hijo Francisco, pero no lo tuvo fácil pues los franceses no admitían la regencia de una mujer; este papel debía asumirlo el varón más cercano al Rey, en este caso Carlos IV de Borbón, duque de Vendôme. Toda una sección del Parlamento trabajará para traerle a París y que ocupe el sitio de la regente, pero el Duque no sólo no aceptará sino que se pondrá al servicio de Luisa de Saboya. Los esfuerzos de Luisa por liberar a Francisco serán titánicos, desplegando una actividad diplomática increíble."
¿Y su hermana? "Margarita de Angulema, personaje influyente y carismático donde los haya, estaba además pasando por un momento muy delicado. Su marido, Carlos IV, Duque de Alençon, había regresado sano y salvo de Pavía y fue inmediatamente acusado de haber abandonado a su Rey. Cuando Margarita visita en Madrid a su hermano Francisco, lo hará ya viuda."
¿Cómo consiguieron estas dos mujeres el apoyo del resto de Europa? "Luisa ofreció a Clemente VII y a Venecia una alianza anti-imperial con un ingreso mensual de 40.000 escudos y su promesa de renunciar al ducado de Milán.
Enrique VIII, que había roto la relación con el emperador, firma con Luisa de Saboya el Tratado de El Moro el 30 de agosto. En dicho acuerdo ambas partes se comprometían al restablecimiento de la paz, a una alianza defensiva y al esfuerzo de Enrique VIII de usar sus influencias para conseguir unos términos razonables para la libertad de Francisco. Además Francia pagaría a Enrique 2 millones de escudos, se cancelarían las disputas marítimas entre ambos países, se daría una compensación económica a María Tudor (hermana de Enrique y viuda del Rey Luis XII) y se posicionaría al lado de los Tudor en el conflicto escocés.
Como vemos, los esfuerzos de Luisa fueron denodados."