Las fotos de la infancia de Alejandro Sanz
- Alejandro recuerda su infancia en 'En la tuya o en la mía'.
- Habla también de la relación con sus padres, sus hijos y su hermano.
Alejandro Sánchez Pizarro, más conocido como Alejandro Sanz n habla de cómo fue su infancia, y su relación con su familia en el último programa de ‘En la tuya o en la mía’.
Nacido en Madrid, aunque muchos lo creen gaditano, por su acento y por su música. Pese a no nacer en Cádiz, su relación con esta tierra es muy estrecha ya que tanto sus padres como su hermano nacieron allí. Concretamente su padre nació en Algeciras, aunque tiene orígenes gallegos y madrileños, mientras que su madre y su hermano son de un pueblecito gaditano llamado Alcalá de los Azules.
Su madre, María, fue la única chica de siete hermanos. Alejandro la define como una “mujer fuerte”, una superviviente. Cuando le decía a su madre que era artista, ella era muy escéptica al principio. Por eso, cuando le dieron la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes se llevó a su madre para que conociera al Rey, ya que le hacía mucha ilusión
Su madre casi nunca iba a los conciertos a verle ya que tenía miedo de que le saliera un gallo. Solo lo fue dos veces, en su primer gran concierto y en al Calderón la primera vez que metió 60.000 personas. Mandó a un amigo que la grabara durante el concierto para observar sus reacciones. Entre otras cosas, intentaba mandar callar al público.
El padre de Alejandro, Jesús, era músico, concretamente de flamenco. Tocaba en un grupo llamado “Los tres de la Bahía”. A veces estaba hasta seis meses sin volver a casa por el trabajo, ya que recorría España tocando con su grupo. Alejandro, con el primer dinero que ganó le compró un Mercedes, mientras que a su madre le puso una peluquería.
Alejandro tiene un único hermano, mayor que él, que se llama también Jesús como su padre. Se llevan muy bien, aunque de pequeños se peleaban “como todos los hermanos”. Sin embargo estaban muy unidos, ya que incluso tenían que dormir en el mismo cuarto.
Desde siempre le gustó el flamenco. En el coche de su padre siempre llevaban cassettes de Paco de Lucía, Camarón… Le molestaba que sus primos vinieran en el coche porque ellos querían escuchar a Parchís, cuando lo que Alejandro quería era escuchar flamenco.
Cogía también mucho la guitarra de su padre desde bien pequeño, aunque empezó a tocarla porque su madre estaba buscándoles una distracción a él y a su hermano para que no tuvieran tanto tiempo libre. En principio lo iba a apuntar a kárate, pero la academia estaba cerrada el día que fueron a apuntarle. Justo al lado había una academia de guitarra, y su madre acabó inscribiéndole allí.
El primer regalo de su padre fue una raqueta de tenis, deporte que aún practica. Sin embargo, lo primero que hizo con ella fue empuñarla como si fuera una guitarra. Aunque en principio no sabía si se iba a dedicar a la música, sí que tuvo siempre esa ilusión. Admite que la música siempre fue para él su "manera de expresarme”.
Iba al colegio en el barrio de La Elipa, aunque ni él ni su hermano eran buenos estudiantes. Más tarde, le echaron del instituto Mariana Pineda de Moratalaz, porque “me tenían manía” dice entre risas. Después de eso estudió una FP, en donde comenzó a realizar sus primeros trabajos en estudios de grabación.
Reconoce que se escapó varias veces de casa. La primera de ellas durmió en un coche abandonado cerca de su casa. Su padre lo encontró al día siguiente y se lo llevó a desayunar. Otra vez se escapó detrás de una chica a Foz, Lugo. Se fue con un amigo y acampó allí. Cantaban en un bar a cambio de comida.
Por su parte, Alejandro tiene cuatro hijos: Manuela de 15 años, hija de su pareja anterior, Jaydy Michel; y Alexander, de 12, Dylan de 4 y Alma, de año y medio con su pareja actual, Raquel Perera, con la que se casó por sorpresa en el bautizo de Dylan. Los dos pequeños viven con él en Miami, mientras que los mayores, con los que se lleva muy bien, van a verle en cuanto pueden.