Kárpov y Kaspárov, en 'Cuéntame': Cuando el ajedrez arrasaba en los 80
- El capítulo '¡Maldito amor!' de 'Cuéntame cómo pasó' transcurre durante el Campeonato Mundial de Ajedrez de 1984
- Los medios de comunicación lo trataron como si de un importante partido de fútbol se tratara, algo impensable actualmente
- RTVE.es entrevista al periodista y ajedrecista Leontxo García y al Gran Maestro del Ajedrez Miguel Illescas
Los Alcántara han vivido momentos tan relevantes como la llegada del hombre a la Luna o de la democracia a España, además de recientes acontecimientos deportivos en la serie como la Copa Mundial de Fútbol de 1982 o la violenta entrada de Andoni Goicoechea a Diego Armando Maradona en la Liga de 1983. Y llegado al año 1984 otro destacado evento deportivo contextualiza la ficción: el Campeonato Mundial de Ajedrez que enfrentó a los maestros Anatoli Kárpov y Garry Kaspárov.
Los dos soviéticos protagonizaron una de las mayores rivalidades conocidas: "Es la mayor en la historia de todos los deportes, no solo en la del ajedrez", asegura Leontxo García, ajedrecista y periodista, en una entrevista concedida a RTVE.es. Este cuenta que los contrincantes pasaron unas 500 horas frente a frente y miles de horas más pensando "obsesivamente" el uno en el otro, entre partida y partida.
Por su parte, Miguel Illescas, Gran Maestro Internacional de Ajedrez y miembro del equipo olímpico español desde 1986, además de director de una escuela de ajedrez con su nombre, también ha afirmado a RTVE que ese encuentro fue "épico" porque estaban muy igualados, y pocas veces en la historia del deporte coinciden "dos gigantes". Ambos eran "muy dominadores" en una misma época y eso "hizo saltar chispas".
Presiones extradeportivas
Kárpov y Kaspárov estaban, además, bajo "tremendas presiones extra deportivas", explica Leontxo. Todo empezó con el encuentro entre Fischer -estadounidense- y Spassky -soviético- en 1972, en un momento álgido de la Guerra Fría entre los países: "Se disputaban de algún modo la supremacía mundial en el deporte más intelectual como es el ajedrez", cuenta Illescas.
"Aquel encuentro hizo que se agotaran los tableros, la venta en el mundo se disparó". A raíz de aquello el ajedrez cobró una popularidad que se mantuvo cuando en el año 1984 apareció Garry Kaspárov, un jugador también "muy carismático".
García añade que en los 80 Kárpov y Kaspárov eran dos símbolos que tenían maneras opuestas de entender la vida en la URSS: "Kárpov es claramente un representante de la vieja guardia comunista del Kremlin y tenía padrinos muy poderosos que le protegían. Y Kaspárov, él mismo se denominó como el embajador de la Perestroika de Gorbachov".
Deporte de masas
En los años 80 la extinguida URSS contaba con más de cinco millones de ajedrecistas federados y unos 50 millones de personas practicaban el ajedrez con asiduidad, promovido como deporte nacional. Era una "pasión nacional". Cada partida entre los dos soviéticos era mucho más que ajedrez, pues "había muchos millones de personas en la URSS y fuera de ella que estaban pendientes de lo que pasaba entre ellos porque no solamente se jugaba en una cuestión puramente deportiva, había una simbología política muy fuerte", asevera el periodista y ajedrecista.
“50 millones de personas practicaban el ajedrez con asiduidad en la URSS en los 80“
Se entrenaba en escuelas, cuarteles, fábricas, parques o torneos escolares y se consideraba una actividad extraescolar al mismo nivel que la música o la danza. A su alrededor, entrenadores de élite, monitores, federativos, árbitros y periodistas especializados.
Cualquiera diría que la anterior se trata de una descripción del fútbol en España hoy en día. Y es que hubo unos años en los que el ajedrez tuvo en vilo a millones de personas en todo el mundo, una época protagonizada por la ya mencionada rivalidad Kárpov-Kaspárov.
Así, entre los años 1984 y 1990, las dos K se enfrentaron en 144 partidas oficiales durante cinco campeonatos del mundo consecutivos. 21 victorias fueron para Garry, 19 para Anatoli y 104 quedaron en empate.
En el mundial del 84, la televisión soviética estaba organizada para emitir programas especializados y conectar con el diario de la noche para informar del estado de la competición, además de la realización de análisis de 15 minutos de duración emitidos antes del cierre de la emisión. Una información de la que estaban pendientes unos 200 millones de soviéticos. Así lo recuerda el reportaje de 'Informe semanal' dedicado a este campeonato del mundo.
España, entregada a las dos K
En España también despertó un gran interés el mundial de Sevilla de 1987 entre los dos soviéticos, ya que de nuevo fue muy emocionante y se resolvió en la última partida, con la victoria de Kaspárov.
TVE retransmitió en directo la final: "Se trataba de un programa deportivo que iba cambiando entre el match de Sevilla, la última partida Kaspárov-Kárpov, y un encuentro de Copa Davis de India con Suecia, y los espectadores llamaban indignados para que dejaran de conectar con el encuentro de Copa Davis, porque '¿a quién le interesa el tenis? Por favor, ¡qué nos pongan el ajedrez!", narra Miguel Illescas.
“¿A quién le interesa el tenis? Por favor, ¡qué nos pongan el ajedrez!“
Hasta 13 millones de espectadores en España llegaron a estar pendientes de la partida, "desde entonces, los únicos acontecimientos que han reunido a 13 millones de espectadores ante un aparato de televisión fue cuando España fue campeona del mundo de fútbol o cuando el Barça ganó la Copa de Europa", explica Leontxo.
"El 90% de esos 13 millones de espectadores, de ajedrez no tenían ni puñetera idea, pero necesitaban saber quién ganaba de los dos porque se alineaban con uno de los dos como se alinean hoy con el Barça o con el Real Madrid", agrega.
La edad de oro del siglo XX
El periodista, ajedrecista y tambien conferenciante, además de colaborador en diversos medios de comunicación, afirma que los aficionados al ajedrez nacidos en la segunda mitad del siglo XX han tenido "una suerte inmensa" porque se ha producido una acumulación de condiciones simultáneas, ya que, además de la calidad de los competidores de entonces, también "ha habido circunstancias extradeportivas que han multiplicado la popularidad de sus enfrentamientos".
Leontxo García explica que para poder tener ahora, en el siglo XXI, una rivalidad equivalente a esa, además de dos jugadores excepcionalmente buenos, "necesitaríamos que uno fuera israelí y el otro palestino".
Por su parte, Miguel cree que, para la mayoría de deportes, no solo el ajedrez, las cosas son distintas: "El mundo está muy globalizado, ahora hay cientos de cadenas de televisión, además de Internet, radio, prensa... Entonces las noticias no tienen el peso que tenían antes. Los personajes tienen que ser tremendamente carismáticos para copar la atención".
Además, considera que hay "cierto desconocimiento", ya que no es tan fácil pedirle a un periodista actualmente que haga un reportaje sobre ajedrez, a diferencia de lo que sucede con el fútbol: "Yo dudo que el ajedrez vuelva a ser tan popular, y particularmente en España, como lo fue en esos años", afirma.
Sin embargo, Leontxo García cree que cada vez tiene "más tirón", pues se trata del "único deporte que se puede practicar por Internet", lo que hace que cada día haya más personas jugando de una punta a otra del planeta.
“Se trata del único deporte que se puede practicar por Internet“
Excelente herramienta educativa
Ambos entrevistados por RTVE.es están de acuerdo en que el ajedrez es una "magnífica herramienta educativa" y coinciden en lo que Leontxo llama "el milagro del 11 de febrero de 2015", cuando todos los partidos políticos españoles se pusieron de acuerdo en el Congreso, por unanimidad, para apoyar el ajedrez como herramienta educativa, algo "difícil en España", según manifiesta Illescas.
"El ajedrez enseña a pensar, hay pocas asignaturas que lo hagan, y además enseña a pensar de una manera divertida" y también aporta elementos muy importantes "en cuanto a que es un deporte individual en el que el alumno compite solo, contra otra persona, y asume toda la responsabilidad, sin excusas. No hay, realmente, dónde esconderse, y uno aprende a asumir el éxito y el fracaso de una forma individual, aprendiendo a gestionarlos", presume el Gran Maestro de Ajedrez.
“El ajedrez enseña a pensar, hay pocas asignaturas que lo hagan“
"A pesar de que tiene más de 1.500 años de historia, está perfectamente adaptado al siglo XXI a través de Internet, eso hace por ejemplo que la Federación Internacional de Ajedrez -FIDE, acrónimo de su nombre en francés- tenga en este momento 158 países afiliados. Que yo sepa, solo el fútbol y el atletismo tienen más que el ajedrez", concluye Leontxo García.