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Donostia / San Sebastián 2016 Capital Europea de la Cultura

Tratado de Paz

Emisión 14 de diciembre de 2016 · La 2

Por
Metrópolis - Tratado de paz

TRATADO DE PAZ es un proyecto que, dentro del programa de Capitalidad Europea San Sebastián 2016, explora las representaciones de la paz en la historia del arte, la cultura y el derecho tomando como punto de partida la emblemática figura de Francisco de Vitoria, inspirador de la llamada Escuela Ibérica de la Paz. A una extensa exposición central bajo el título “1516-2016.Tratados de paz”, se suman siete casos de estudio sobre episodios históricos, un estudio monográfico centrado en el pintor José María Sert, y una serie de intervenciones de artistas contemporáneos denominadas Afueras. Una idea original de Santiago Eraso comisariada por Pedro G. Romero.

La exposición central, 1516-2016. Tratados de paz, supone un amplio recorrido por las formas de representación de la paz en el arte a partir de figuras del derecho, la política y la historia. Huyendo del binomio guerra/paz, nos explica el comisario Perdo G. Romero, este proyecto pretende atender a las formas y representaciones de la paz en sus diferentes acepciones a lo largo de la historia para comprender el flujo del estado actual. Se habla pues de paz, en minúsculas, esa paz que es alegría de la gente y que aparece reflejada en el cuadro de Pieter Brueghel, Die Elster auf dem Galgen (1568), pieza clave de la exposición. Por otra parte, este proyecto propone además una revisión crítica de esas mismas representaciones y la adecuación de los museos como el dispositivo más apropiado para hablar de la paz y sus representaciones.

1516-2016. Tratados de paz se construye en torno a dos grandes museos, el Museo San Telmo y el Koldo Mitxelena Kulturunea. El relato de la exposición se organiza siguiendo los nueve asuntos fundamentales a tener en cuenta recomendados en el siglo XVI por la Escuela de Salamanca, para establecer un tratado de paz: Territorios, Historia, Emblemas, Milicias, Muertos, Economía, Armas, Población y Tratados. El punto de partida es 1516, año de publicación de la Utopía de Tomás Moro.

Comienza el recorrido con un extenso Prólogo que nos sitúa en los siglos XV y XVI, con la colonización americana y la guerra contra los árabes, interrumpido por un episodio poco conocido, Los libros Plúmbeos de la Abadía del Sacromonte de Granada (1595-2000) que establecían, con un lenguaje críptico, la idea de paz universal entre las religiones musulmana, judía y cristiana. Así llegamos cronológicamente al primer gran monumento a la paz, que es la paz austrial representada con una recreación del Salón de Reinos del Casón del Buen Retiro de Madrid (sXVII) con piezas de Velázquez y Zurbarán. Concluye así el extenso prólogo que introduce los nueve puntos de la Escuela de Salamanca.

Territorios

En este espacio se sitúa todo lo relacionado con la distribución del territorio, la definición del espacio hasta su representación gráfica en forma de mapas y otros documentos. Como gran museo que ilustra este tema encontramos la recreación de la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles con los bocetos de Charles Le Brun de la paz de Louis XIV.

Historia

Para Francisco de Vitoria, la historia es todavía un proyecto divino. En esta concepción teológica del mundo, la guerra está justificada para conseguir la paz, esa aspiración perpetua. En este apartado encontramos diferentes piezas de los siglos XVIII y XIX en diálogo y convivencia con piezas más contemporáneas de Luis Gordillo o Joseph Beuys. Interrumpiendo este discurso, descubrimos el Museo del Pueblo de las Misiones Pedagógicas de la II República Española (1931-1936) que reproducía algunas obras maestras de la pintura recogidas en el Museo del Prado, para llevar la cultura a los pueblos.

Este tema de la Historia fue la clave de una exposición anterior, realizada en 2013 en San Telmo Museoa y Museo Naval de Donostia/San Sebastián, que llevaba por título 1813. Asedio, incendio y reconstrucción de San Sebastián, punto de partida del proyecto Tratado de paz.

Emblemas

El recorrido de la exposición nos lleva hasta los símbolos, muy importante en la liturgia que acompañaba todo tratado de paz. Figuras como la paloma de la paz o la bandera blanca han estado históricamente asociadas a la idea de paz. En contraposición, encontramos el Museo de Arte moderno, Departamento de Águilas, de Marcel Boorthaers (1968-1972) que proponía utilizar la figura del águila como elemento formal.

Milicias

En la exposición se abordan las milicias desde puntos de vista muy dispares, incluyendo la construcción de los niños soldado, las pedagogías de guerra o los juegos de guerra. La figura del soldado aparece a lo largo de la historia como un benefactor que contribuye con su lucha, a conseguir la paz. En este entorno destaca la presencia del Museo Internacional de la Guerra y de la Paz Jan Bloch, en Lucerna (1902-1919), el primer museo dedicado a la paz.

Muertos

Esta es la zona que sirve de enlace entre los dos museos en los que convive la exposición. Esta cuestión es de gran importancia para la Escuela Ibérica de la Paz que contempla la memoria histórica como una forma de justicia para nuestros muertos. Eso incluye la honra de los vencedores y el reconocimiento de los vencidos. Este discurso se interrumpe por el Museo Porrajmos, el holocausto contra los roma y sinti (Heidelberg, Alemania, 1997) y el Memorial del Holocausto Auschwitz-Birkenau State Museum (1947).

Economía

La economía aparece en este contexto como gran gestora de la guerra y de la paz. Muchas guerras comenzaron por motivos económicos, al igual que otras terminaron por las mismas razones. En este contexto, se rescata el Museo de Sociedad y Economía Otto Neurath, (Viena, 1926-1933) que recogía el proyecto Isotype, uno de los primeros trabajos que sirvieron para desarrollar un sistema de comunicación mediante imágenes que aún hoy pervive.

Armas

La polémica en torno al desarme y rearme como medios para conseguir la paz, estaba ya presente en la escuela de Salamanca. En las salas donde se sitúan las piezas en torno a las armas, vemos diferentes útiles de guerra como cañones, fusiles, armaduras o escudos, y en medio de todos ellos, el Museo Anti-guerra de Ernst Friefrich (Berlín, 1925) con la reproducción del libro Guerra a la Guerra.

Población

Éste es quizás uno de los asuntos más sensibles a la hora de hablar de tratados de paz y que ha llegado hasta nuestros días. Los afectados más directamente por una guerra son los pobladores de las tierras en conflicto. Muchas son las obras que, a lo largo de la historia, han reflejado cuestiones como la organización de la población, la discriminación racial, el mestizaje… en torno a la paz.

Tratados

Ésta es quizás la parte más compleja del proyecto por tratarse de la materialización del tratado en sí mismo. En este apartado, aparece un museo importante, el gran museo de la paz, el Museo de la Paz de Hiroshima (1955) del que se muestran una serie de relojes que se pararon en las 8.15h, momento en que cayó la bomba en 1945.

Epílogo

La Verité sur les colonies (Parc Des Buttes-Cahumont, Paris 1931), el proyecto Del tercer Mundo (en el Pabellón de Cuba, Congreso Cultural de La Habana, 1968), y la Exposición de Arte Internacional en Solidaridad con Palestina (oficina de información unificada de la OLP, Beirut, 1978) se presentan como un amplio epílogo a esta exposición con las llegamos a nuestro presente.

En este presente aparece una de las piezas claves de la exposición, la sala del historiador de arte Aby Warburg y su Atlas Mnemosyne, cuyos tres últimos paneles están dedicados a la paz, a un acuerdo que él vivió con cierta incertidumbre y complejidad, que fueron los Acuerdos de Letrán entre el estado fascista italiano y el Vaticano. En estos paneles Warburg destaca la convivencia de obras de arte canónicas con recortes de prensa, fotocopias de los tratados, elementos de la cultura popular, sellos o carteles de publicidad, muestra de la complejidad y diversidad del mundo moderno.

Casos de Estudio y Afueras

Como nos apunta Pablo Berástegui, Director General de Donostia / San Sebastián 2016 Capital Europea de la Cultura, a la exposición central 1516-2016. Tratados de paz, se suman una serie de procesos de investigación en torno a acontecimientos históricos que han marcado el devenir del País Vasco, de la ciudad de San Sebastián y su entorno. Son los denominados Casos de Estudio, que se presentan en siete exposiciones: 1513. Desde las Paces de Urtubia (comisariada por Guillermo Zuaznabar para el Museo Fundación Jorge Oteiza), 1660. Con la Paz de los Pirineos (comisariada por Javier Portús y Olivier Ribeton para el Museo Vasco y de la Historia de Bayona), 1808. Por la Abdicación de Bayona (comisariada por Olivier Ribeton y José Ramón Ais para Le DIDAM Bayona), 1839. Ante el Abrazo de Bergara (comisariada por Mikel Alberdi para Zumalakarregi Museoa Ormaiztegi), 1930. En el Pacto de San Sebastián (comisariada por Isabel de Naverán para Ganbara KMK San Sebastián), 1937. Sobre Gernika (comisariada por Valentín Roma para el Museo de Bellas Artes de Bilbao) y 1989. Tras las Conversaciones de Argel (comisariada por Carles Guerra para ARTIUM Vitoria). A éstos se añade un estudio monográfico centrado en el pintor José María Sert y la Sociedad de las Naciones, comisariado por Patricia Molins.

Se completa el proyecto con la parte denominada Afueras, una invitación a siete artistas contemporáneos para que, desde su práctica artística y su conocimiento del entorno, reflexionen sobre cuestiones en torno a la paz y el territorio, y planteen diferentes propuestas en lugares poco habituales para la práctica artística. Son Ibon Aranberri y su trabajo Makina eskua da, Eduardo Molinaru/ Archivo Caminante con El veneno en tu maquinaria, Asier Mendizábal y su Komposizioa eta moldaketak, Juan Luis Moraza con su pieza Tug of War, Alejandra Riera y …-ohpéra-muet…, Inés Doujak y John Barker con The Devil Opens a Nightschool to Teach the Secrets of Success and Failure, y Mitra Farahani y su trabajo Le recyclage moderne des enfants sacrés.